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Encuentros 26

¿Cuál es la razón y el significado de la palabra “Liturgia”?

Nelson Martínez Rust:

 

¡Bienvenidos!

Todo proceso de fe se origina en un encuentro personal con el Dios vivo presente en Jesucristo. Este encuentro normalmente debe desembocar en una transformación radical de la vida. De ahí el derecho y la necesidad que todo hombre tiene de conocer el dónde buscar a Dios, y, de manera paralela, para la Iglesia la urgente necesidad de mostrar a Dios con la mayor transparencia, fidelidad y competencia posible. Esta necesidad perentoria hace efectivo y justifica el cumplimiento del mandato de la “evangelización” que ya, anteriormente, había recibido de manera explícita: “Id al mundo entero y predicad el Evangelio” (Mt 28,19; Mc 16,15).

Ahora bien, Cristo está presente en su Iglesia mediante la Liturgia, de manera ejemplar en el sacramento de la Eucaristía (“Sacrosanctum Concilium” 2). No se dan por descartados otros lugares, momentos y espacios. No obstante, esta afirmación justifica la razón por la cual la Liturgia debe ocupar un lugar privilegiado en todo proceso de evangelización (SC 10). La profundización en esta afirmación como también el deseo de una vivencia litúrgica nos conduce y nos brinda la oportunidad, no solo de contestar sino también de vivir las siguientes preguntas que atañen a la realidad litúrgica y a nuestra vida de fe: ¿Qué se celebra? ¿Quién celebra? ¿Cómo celebrar? ¿Cuándo celebrar?  y ¿Dónde celebrar? Sin embargo, se impone aclarar con anterioridad algunos conceptos. Tales conceptos son:

1º.- ¿Cuál es la razón y el significado de la palabra “Liturgia? La palabra “Liturgia” originalmente designaba la “obra o el quehacer que se ejecutaba en beneficio público”. Venía a ser un “servicio ejecutado o llevado a cabo por alguien en favor del pueblo”. Al trasladarse al mundo cristiano pasó a significar la íntima relación que se lleva a cabo entre el “Pueblo de Dios” “en” y “con” Dios-Padre mediante Jesucristo por medio de signos sagrados (Jn 17,4-5). En el Nuevo Testamento la palabra pasó a significar el servicio que la Iglesia presta mediante la celebración del culto (Lc 1,23; Hch 13,2), el anuncio del Evangelio (Rm 15,16; Flp 2,14-17.30), y, finalmente, fue utilizada para designar las obras de caridad (Rm 15,27; 2 Cor 9,12; Flp 2,25). Como se puede observar, en el ejercicio de la liturgia, la Iglesia se constituye en servidora de la comunidad de creyentes al hacerlos partícipes del sacerdocio de Cristo y de su condición profética en el anuncio de la Palabra; para que así puedan dar testimonio de Cristo resucitado ante el mundo. De esta manera, la Iglesia, por medio de la liturgia, realiza la celebración del misterio pascual por el cual Cristo realizó la obra de nuestra redención (SC 5).

2º.- ¿A qué cosa se denomina con el nombre de “Economía Sacramental? En esta parte apelamos al “Catecismo de la Iglesia Católica” 1076: “El día de Pentecostés, por la efusión del Espíritu Santo, la Iglesia se manifiesta al mundo (SC 6; LG 2). El don del Espíritu inaugura un tiempo nuevo en la “dispensación del Misterio”: el tiempo de la Iglesia, durante el cual Cristo se manifiesta, se hace presente y comunica su obra de salvación mediante la Liturgia de su Iglesia, “hasta que él venga” (1 Co 11,26). Durante este tiempo de la Iglesia, Cristo vive y actúa en su Iglesia y con ella de una manera nueva, la propia de este tiempo nuevo. Por su medio Cristo actúa por los sacramentos; esto es lo que la Tradición común de Oriente y Occidente llama “la Economía sacramental”; esta consiste en la comunicación (o “dispensación”) de los frutos del Misterio Pascual de Cristo en la celebración de la liturgia “sacramental” de la Iglesia”.  

3º.- La liturgia debe ser fuente de “Vida sobrenatural Basándonos en la anterior afirmación del Catecismo debemos afirmar que la acción litúrgica en cuanto que es obra – actuación – de Cristo por medio de su Iglesia, lleva a cabo la unión de su fundador con los creyentes congregados. De esta manera los fieles son introducidos en “la vida nueva de Cristo” y hechos partícipes de la comunidad eclesial. Todo ello implica que los fieles deben ser evangelizados de tal manera que puedan alcanzar una participación en los misterios cristianos de la manera más “consciente, activa y fructuosamente” (SC 11). Por lo tanto, la liturgia se convierte en un lugar privilegiado para catequizar al Pueblo de Dios: “La catequesis está intrínsecamente unida a toda acción litúrgica y sacramental, porque es en los sacramentos, y sobre todo en la Eucaristía, donde Jesucristo actúa en plenitud para la transformación de los hombres” (“Catechesi Tradendae” 23).

4º.- La liturgia, obra de Dios trino. Por medio de la liturgia Dios-Padre es reconocido como tal, bendecido y adorado por el hombre por ser Él fuente de toda bendición y artífice de toda la creación. La liturgia es obra de Cristo en cuanto que su obra de salvación se hace presente en la Iglesia mediante signos sacramentales y eficaces que brindan la gracia y porque mediante ellos la Iglesia peregrina participa ya, a manera de primicia, de la liturgia celestial. Finalmente es obra del Espíritu Santo en cuanto que él prepara la asamblea para el encuentro con Cristo al hacer presente y actualizar la obra salvadora de Cristo por su poder transformador y hacer fructificar el don de la comunión en la Iglesia.

 

Valencia. Mayo 29; 2022

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