El Mundo

Cien días de guerra y horror en Ucrania, pero también de solidaridad

Misiones Salesianas atiende a 15.000 refugiados, víctimas de la invasión rusa

Regresar a casa. Este deseo es el mismo que expresan la mayoría de mujeres y menores refugiados. Cambia la ciudad de origen y la fecha de llegada, pero no la incomprensión de la guerra y el deseo de paz

 

Más de 15.000 personas desplazadas han pasado por las instalaciones salesianas desde que comenzó el conflicto, y más de 5.000 reciben atención diaria en las casas salesianas de Ucrania y de los países fronterizos

 

La solidaridad salesiana mundial ha contribuido a la emergencia de Ucrania con más de cinco millones de euros. Sin embargo, la guerra no parece que vaya a terminar pronto

 

Desde el Museo Misiones Salesianas (calle Lisboa, 4 en Madrid) nos hemos sumado a las actividades para no olvidar el conflicto y tenemos abierta la exposición fotográfica La vida en una maleta: historias de un conflicto armado

 

“No os olvidéis de nosotros. Salimos hace dos meses y medio de Dnipro y sólo queremos que todo acabe para regresar a casa y reunirnos con nuestros familiares”, explica Alexia, acogida por los misioneros salesianos en Cracovia (Polonia), donde vive junto a sus dos hijos. Este deseo es el mismo que expresan la mayoría de mujeres y menores refugiados. Cambia la ciudad de origen y la fecha de llegada, pero no la incomprensión de la guerra y el deseo de paz.

El 24 de febrero comenzaron los bombardeos en diferentes ciudades ucranianas, y las 200 casas salesianas de Polonia, Eslovaquia, Rumanía, Hungría, Moldavia y de la propia Ucrania se pusieron manos a la obra para coordinar la ayuda de emergencia y atender a la población desplazada. Desde MISIONES SALESIANAS pusimos en marcha la campaña Emergencia Ucrania, y ya se han destinado 400.000 euros a once proyectos de ayuda humanitaria en Ucrania y en Polonia para la población desplazada.

 

La adquisición, transporte y reparto de bienes de primera necesidad en Ucrania; el equipamiento de los alojamientos con utensilios de cocina y camas para las personas refugiadas en instalaciones salesianas y los gastos de mantenimientoy la compra de alimentos para la población desplazada han sido los fines de estos proyectos que se siguen desarrollando tanto en Ucrania como en localidades polacas.

Más de 15.000 personas desplazadas han pasado por las instalaciones salesianas desde que comenzó el conflicto, y más de 5.000 reciben atención diaria en las casas salesianas de Ucrania y de los países fronterizos. “Nosotros seguimos ayudando a la población desde el primer día, porque no podemos dejar solo al que lo necesita”, asegura Luis Manuel Moral, director de MISIONES SALESIANAS.

 

Más de 14,5 millones de personas han abandonado sus hogares y más de 13 millones están atrapadas en zonas de guerra.
“Ya no llegan tantas personas huyendo de la guerra como hace algunas semanas, e incluso algunas están regresando a sus ciudades. El conflicto ahora se centra en el este, pero nosotros seguimos acogiendo y atendiendo a los que necesitan alojamiento, comida, atención sanitaria y psicológica y también acompañando a los menores ofreciéndoles la posibilidad de asistir a la escuela”, comenta un misionero salesiano desde Cracovia.

La solidaridad salesiana mundial ha contribuido a la emergencia de Ucrania con más de cinco millones de euros. Sin embargo, la guerra no parece que vaya a terminar pronto y por eso también se está pensando en una segunda fase de reconstrucción de viviendas, hospitales y escuelas en Ucrania.

 

Una de las últimas iniciativas salesianas es Mariápolis, la ciudad de María. Es una pequeña ciudad formada por muchos módulos prefabricados en Lviv para albergar temporalmente a los desplazados por la guerra. Está ubicada en el popular barrio de Sykhiv, cerca del Parque San Juan Pablo II. «Aquí damos de comer a diario a más de 350 personas«, dicen los misioneros.

Desde el Museo Misiones Salesianas (calle Lisboa, 4 en Madrid) nos hemos sumado a las actividades para no olvidar el conflicto y tenemos abierta la exposición fotográfica La vida en una maleta: historias de un conflicto armado. Una muestra colectiva de 56 imágenes en la que se cuentan las experiencias de aquellos que huyeron para salvarse y también de aquellos que se quedaron. La exposición estará abierta hasta el 31 de octubre.

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