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Padre Faltas: El Papa es el único que dice “alto el fuego”

El vicario de la Custodia de Tierra Santa en Jerusalén fue citado ayer a la hora del Ángelus por el Papa, que invitó a unirse a su llamamiento a silenciar las armas. Ante los medios vaticanos, el padre Ibrahim Faltas dio las gracias al Pontífice y dijo: "Nadie entre los poderosos de la tierra ha escuchado, nadie escucha las necesidades de la gente de Gaza sin vivienda, comida, electricidad, agua. Veinte mil enfermos sin atención"

«Alto el fuego… Nosotros también, como el padre Ibrahim, decimos alto el fuego»

Al pronunciarse ayer a la hora del Ángelus, el Papa invitó a los fieles de todo el mundo a unirse al llamamiento a la tregua en un Oriente Medio que vive uno de sus peores dramas. Al padre Ibrahim Faltas, vicario franciscano egipcio de la Custodia de Tierra Santa en Jerusalén, le embarga la emoción. No sólo por ser citado por Francisco, sino porque – como explica a los medios vaticanos – «sólo él, sólo el Santo Padre entre los poderosos de esta tierra ha dicho ‘alto el fuego’, ha dicho que la guerra es una derrota para todos. Sólo el Papa hace estos llamamientos…».

«Nadie escucha…»

El padre Faltas había hablado recientemente en el programa dominical de televisión A Sua Immagine, de la RAI, del que el Papa, como ha aludido muchas veces, es uno de los telespectadores. Desde la pantalla del televisor, Francisco quedó impactado por las palabras del vicario, que compartió en mundovisión. «Alto el fuego», repitió ayer Francisco cuatro veces.

«Quiero dar las gracias al Santo Padre», dijo el padre Ibrahim desde Jerusalén. La gratitud va acompañada de amargura al ver que otros «poderosos de la tierra» no han atendido este clamor. «Nadie ha escuchado, nadie oye las necesidades de esta gente de Gaza que está sin casa, sin comida, sin electricidad, sin agua, sin nada», dijo el padre Faltas.

Muertos, heridos y casas destruidas en Gaza

«Hay niños muertos, mujeres, discapacitados, más de diez mil personas que han muerto en veinticuatro días. Hay muchos niños, muchas mujeres bajo las casas destruidas de Gaza. Nadie sabe cómo ayudar a estas personas. En Gaza se necesita de todo, lo esencial para vivir. Y todos estos heridos… Más de veinte mil personas que no tienen la posibilidad de ser tratadas y salvadas. Sólo él, sólo el Santo Padre pide un ‘alto el fuego’. ¡Espero que lo escuchen!».

Casi setecientas personas en la parroquia de la Sagrada Familia

Mientras tanto, a medida que se intensifica el ataque terrestre en la Franja y empeora la situación humanitaria, parece que ayer por la mañana se restablecieron algunas conexiones a internet. El padre Ibrahim Faltas aprovechó la ocasión para ponerse en contacto con sus hermanos de la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza.

«Sí, la comunicación ha vuelto, pero no es estable», explicó. «He hecho todo lo posible por escuchar a la hermana Nabila Saleh y a las hermanas del Santo Rosario, también al padre Iusuf Asad (el vice párroco, ndr.). Están allí con estas personas que están muy enfermas. Hay casi setecientas personas alojadas en su parroquia, durmiendo allí, comiendo allí, viviendo allí».

Un infierno para todos

«¡Imagínense setecientas personas en una iglesia, mientras toda Gaza está sitiada!», exclamó el padre Faltas. «Dos millones y trescientas personas viven en Gaza, sin comida, sin electricidad, sin agua, medicamentos, ¡nada! La situación es horrible. Pero, ¿quién escucha? ¿Quién ve estas cosas?».

Anteayer, insistió el franciscano, recordando las manifestaciones callejeras, millones de personas «pidieron a sus gobernantes que paren este fuego, que paren este infierno. ¡Es realmente un infierno! La gente de Gaza vive un infierno, pero también nosotros, toda Tierra Santa, vivimos un momento muy, muy difícil. Un infierno para todos».

Roberto Cetera – Ciudad del Vaticano/Vatican News

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