Parecerá una exageración el título de este editorial. Sobre todo porque los venezolanos tienen muchas quejas justificadas en contra de la misión de médicos cubanos. Sin embargo, se trata de un fenómeno que se ha denominado como la nueva esclavitud y prueba de ello es la detención de 17 profesionales de la isla por intentar escapar de Venezuela hacia Colombia.
A principios de mayo se supo la noticia pero no se hizo mucho alboroto con el tema. Al menos 17 médicos cubanos trataron de cruzar la frontera. Querían huir no solo de la tragedia venezolana, que ellos también padecen, pues solo llegan a recibir 10% de lo que el gobierno chavista le paga al gobierno cubano por ellos; no son dueños del sueldo y le pagan en bolívares, que no les alcanza ni para comer.
Pero también, y seguramente más importante, deseaban escapar del sistema al que son sometidos una vez que Cuba los manda de misión al país. Tienen la obligación de trabajar por el mísero sueldo por al menos ocho años, sin derecho de regresar al país, a menos que el gobierno los requiera; no importa si tienen hijos, padres o hermanos que los necesiten, los separan sin la menor compasión. Están obligados a adoctrinar, así no quieran y no pueden quejarse ni moverse de donde los asignan.
Los 17 que trataron de salir de Venezuela fueron apresados por el gobierno de Maduro y al menos 6 fueron mandados a la isla. Allí les espera un juicio por traidores a la patria cuya pena es de por lo menos 8 años de cárcel. Miguel Ángel Ruano, médico cubano que vive en Colombia, aseguró: “Están siendo enviados a Cuba en calidad de prisioneros y amenazados con aplicarles el artículo 369 del nuevo Código Penal cubano por abandonar una misión oficial”, y lamentablemente Miraflores se ha prestado para esta violación de derechos humanos.
Ya hay antecedentes, debidamente fundamentados por víctimas de estos procedimientos en España y otros países de Europa, de que a los trabajadores cubanos al llegar a su país de destino el gobierno que recibe la “misión” les retira los pasaportes para hacerles imposible moverse. Ruano detalló que esta medida se ha aplicado en represalia a los casi 2.000 médicos que están en Venezuela, pues Cuba teme que sigan intentando huir del país.
Si estas no son medidas esclavizantes, no hay manera de llamarlas. Aunque algunos integrantes de estas misiones justifiquen con su comportamiento el rechazo que los venezolanos sienten hacia ellos, muchos son víctimas de la dictadura que gobierna la isla y para rematar, se encuentran aquí con un gobierno chavista que copia sus procedimientos.
Denunciar la captura y encarcelamiento de estos 17 cubanos es imperativo, pues son víctimas inocentes que no tienen cómo defenderse de quien trafica con sus vidas a cambio de miles de dólares. Solo en 2016 ingresaron a Cuba 11.543 millones de dólares por las misiones, cifra que superó la que generó el turismo, pero lamentablemente de ese dinero ni los profesionales ni sus familias reciben nada.
Venezuela, que está prácticamente quebrada, mantiene una deuda con Cuba por este concepto. No solo se lleva el petróleo, la gasolina y el gasoil, también el poco dinero que entra en el erario público para pagar por unos médicos que en nada contribuyen con el depauperado sistema de salud. El gobierno chavista una vez más contribuye con los mayores esclavistas del mundo moderno.-
Diario El Nacional-Caracas
