Opinión

La cibernética está sepultando las ideologías políticas

La velocidad informática y su accesibilidad ha permitido desnudar los falsos conceptos e informaciones

Egildo Luján Nava:

La cibernética está revolucionado al mundo. Y lo está haciendo  no solamente por los cambios tecnológicos y sus respectivos impactos en todo lo relativo a la existencia, comportamiento y evolución del género humano. También dominando el comportamiento de la velocidad. Y haciéndolo de tal manera  que, prácticamente, es imposible que el talento y la inteligencia humana puedan alcanzar alguna ventaja, y de limitar  la factibilidad de mantenerse al día con ese arrollador avance.

Entre las cosas más impactantes de ese desenfreno incontenible, desde luego, está el pronto e inmediato acceso a todo tipo de información, comunicación y sucesos en tiempo real. Es una ventaja que, definitivamente, le permite a los humanos  estar actualizados sobre cualquier tema o evento. También cómo actuar y formarse criterios que puedan influir sobre convicciones, reacciones y creencias.

Es una novedosa concepción que, con base en la cual y según sus componentes, plantea una manera de informarse y de comunicarse sin control alguno. Y que, a la vez,  ha permitido la utilización de los medios de comunicación para introducir nuevas formas de delinquir, y de hacerlo  con engaños, corrupción e innovadoras metodologías funcionales para falsear informaciones, indistintamente de que autores, actores y aquellos especialistas en funcionales tergiversaciones, tengan luego que trabajar para aprovechar lo que sí hace posible el hecho de justificar comportamientos  sobre «Fake News».

Y como quiera que esa especie de «laboratorio del crimen» versión postpandemia, en la que, en plan de líder a manos libres, como se conoce a Rusia, ésta actúa y destruye a Ucrania y reta a Occidente en general, a los humanos interesados en el hecho se les hace pequeño el espacio para evaluar lo que ha sucedido durante 100 días. Inclusive, también  en el que ha actuado la criminal invasión rusa a Ucrania, le ha permitido a los humanos  apreciar de qué manera la evolución tecnológica  ha cambiado hasta la metodología usual de la guerra.

Y a tal extremo se ha llegado, que ya las posibles victorias o derrotas no se definen en el combate cuerpo a cuerpo, mejor dicho, en la confrontación entre las fuerzas físicas y la administración del odio. Porque la verdad es que la guerra se define tecnológicamente y cambiándolo todo.

De tal manera lo hace, inclusive, que en el serio y severo caso Ucrania- Rusia, mientras que el primero luce infinitamente menor ante el gigante que representa al añejo y oxidado sistema ruso de producción bélica, a estos últimos no se les hizo difícil creer en que tampoco sería complicado asumir controles del «invadido» en sólo asunto de días.

Pero ¿qué ha sucedido realmente? En que  quienes ayer creyeron que a la versión almidonada de apoderarse de Ucrania sería un asunto de días, luego de más de 3 meses, pareciera que la triunfadora será aquella que está siendo asistida políticamente y financiada por los Estados Unidos, como de aliados en el propósito. Además de respaldada y de estimulada por quienes conforman a la OTAN, y sin desestimar que también se sumen otros que aún no forman parte real y formal de dicha Organización.

Mientras tanto, en el apoyo que las estrategias bélicas han dejado entrever,  toda esta evolución tecnológica e informática comunicacional ha logrado evidenciar que las ideologías han caído en la obsolescencia. Inclusive, que las religiones teológicas han sido sometidas a cambios profundos, habiendo modificaciones en lo mítico, avanzando en lo conceptual, como en la relaciones humanas y los comportamientos ético y moral del hombre.

Es, definitivamente, un nuevo planteamiento en el que el escenario que se somete a revisión y cambios, es aquel  en el que, tal y como se expresa en los 10 Mandamientos de la Iglesia  Católica y que comienza por «Amar a Dios sobre todas las cosas», va directo contra el mandato que unifica a las religiones y que, en conjunto, glorifican al Dios Creador sobre todas las cosas.

Por lo pronto y mientras tanto, a la vez que el introito conceptual de los hechos intenta explicar el por qué de los cambios ideológicos políticos que actualmente están ocurriendo en el mundo, para el debate y sus alcances, se hace necesaria e impostergable la comprensión de en qué consiste realmente la fantástica evolución tecnológica que ya es objeto de debate y ácida discusión. Sobre todo porque está por terminar con las ideologías, mientras que se trata de vigorizar  nuevos fanatismos relacionados con conceptos políticos que tanto daño le han causado al mundo con el transcurrir del tiempo.

Los países, poco a poco, a la vez que avanzan en la separación de  las viejas rivalidades entre Capitalismo y Comunismo, Derecha e Izquierda, Ricos y Pobres, el llamado Socialismo del Siglo XXI se diluye estratégicamente en un ámbito de nuevos conceptos creados para motivar rivalidades y odios.  Y, al final, la velocidad informática y su accesibilidad ha permitido desnudar los falsos conceptos e informaciones, falsos liderazgos cazadores de  corruptelas, y más interesados en su bienestar familiar y personal, antes que dedicarle tiempo y atención a lo que otros llaman progreso y/o calidad de vida.

En Latinoamérica, incluyendo a Brasil, como al estamento de islas servidas y atendidas por una serie de países que registran espacios de poder sólo como lugares estratégicos de orden comercial y militar, ya se están viviendo tendencias políticas de conducción. En otros, algunos favorecen a liderazgos independientes, libres de ideologías partidistas, argumentando ser aliados del progreso, la justicia y la calidad de vida de los pueblos. Además de que, a su vez, esa misma tecnología les permite conocer y detectar engaños, fallas, además de poder opinar sobre el deber ser y la conveniencia para su personal evolución.

En este último listado, bastaría con señalar a los Estados Unidos de Norteamérica, en cuyo seno surgió como líder Donald Trump, mientras que  en la Republica de El Salvador surgió Nayib Bukele, quien, después de 3 años de gobierno, tiene un 90% de popularidad, en tanto que el 29/5/2.2022 surgió en Colombia, en primera vuelta electoral, el Ing. Rodolfo Hernández, un independiente y exitoso empresario, con una importante opción de convertirse en el próximo Presidente de la República de Colombia.

Se trata de ejemplos en donde, al igual que en Venezuela, y en casi todos los países de América Latina, hay un rechazo al sistema de partidos políticos, como del liderazgo grupal. A la vez que se dejan sentir preferencias por conductores y profesionales con experiencia y sin ataduras partidistas.

En consecuencia, o los partidos políticos y su liderazgo cambian, se reconfiguran y se dedican, con pulcritud y eficiencia, a propiciar el bienestar y el progreso social, o surgirán otros tipos de organizaciones,  de líderes, como de metodologías viables y posibles  para la elección de los mandatarios, como de los funcionarios gubernamentales.

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