María García de Fleury:
Los cristianos todos los días nos hacemos la señal de la cruz, que consiste en trazarnos con la mano una cruz de la frente al pecho y del hombro izquierdo al derecho, mientras decimos en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. En este gesto, integramos un signo que se refiere a Cristo, signo cristológico la cruz. Acompañadas de unas palabras con las cuales confesamos nuestra fe en Dios trinidad, trinitario.
En los escritos del evangelio de San Juan se habla repetidamente acerca del amor de Dios con su vida trinitaria, tres personas en un solo Dios. San juan se deleita en escribir sobre el amor del padre por el hijo y el amor del hijo por el padre. Incluso, registra al señor Jesús diciendo que; » el padre lo ama porque él da su vida».
El amor no es único por ser un atributo trinitario, todos los atributos de Dios son atributos del único Dios que es tres personas en un solo Dios. Pero nunca deberíamos perder el carácter trinitario del amor de Dios. El amor es quizás el atributo más obvio para ser considerado desde una perspectiva trinitaria pero lo observamos más fácilmente que captar sus consecuencias teológicas.
¿Qué diferencia hará sí por ejemplo recordamos que el amor de Dios está enraizado en el amor del padre por su hijo y su voluntad resulta de ver al hijo honrado?
Entonces, no inferiremos de Dios es amor que fácilmente pasa por alto, porque comprenderemos entonces que el pecado que deshonra a Cristo es en sí mismo una ofensa contra el corazón mismo del amor de Dios. Reflexionando sobre esto, monseñor Ovidio Pérez Morales ha escrito un libro llamado «La Cruz Trinitaria», donde expone algunas consideraciones acerca del sentido y la utilidad de lo que podríamos denominar Cruz Trinitaria.
Es decir, una cruz dentro de un triángulo equilátero, que al verla y meditarla facilita la confesión y la comunicación del misterio central de nuestra fe cristiana, que es trinitaria y cristológica. Este signo integrado de la Cruz Trinitaria, según explica monseñor, es fácil de hacer y de explicar y podría ayudar en grande a la formación de la fe, es decir la catequesis en el sentido más amplio de la palabra y la animación de la vida cristiana.
Esta tiene como principio operativo y horizonte dinámico el amor , que es comunión por el cual participamos de la vida de Dios «uno y trino» que es amor comunión. Monseñor Pérez Morales, explica que esta Cruz Trinitaria además puede ayudar a la comprensión y la difusión de la categoría comunión como línea teológico pastoral. Es decir como un núcleo articulador del conjunto doctrinal y práctico del mensaje cristiano.
Está cruz destaca el reconocimiento de la trinidad santísima, que es raíz fuente y sentido de nuestra fe cristiana. Amigos tomémonos un tiempo en el día de hoy para reflexionar sobre los beneficios que pueden derivarse del empleo de la Cruz Trinitaria para la vida cristiana y para la obra evangelizadora, porque se trata de meditar acerca del misterio de Dios. Amigos y con Dios ¡siempre ganamos!
