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25 años de la histórica visita de Juan Pablo II a Cuba

Con ocasión del 25 aniversario de la histórica visita de san Juan Pablo II a Cuba, el Papa Francisco ha enviado al cardenal Beniamino Stella como delegado especial para las celebraciones en la isla. Un país que atraviesa una profunda crisis económica, social y humana, en la que todavía resuena la invitación de Juan Pablo II: “Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”.

«“Santidad, espero verle pronto en Cuba», señalaba Fidel Castro. «Gracias, mi bendición para el todo el pueblo cubano»», le respondía Juan Pablo II. Este era el diálogo que sostuvieron el Presidente de Cuba y el Santo Padre al final de la audiencia que se celebró a puerta cerrada, en la Biblioteca del Palacio Apostólico, en noviembre de 1996. Un año y tres meses después, el 21 de enero de 1998, Juan Pablo II tocaba suelo cubano.

La fe en medio de un ambiente adverso

La visita de san Juan Pablo II se realizó del 21 al 25 de enero de 1998 fue la primera visita de un Papa a Cuba. El Pontífice llegaba al único país del hemisferio occidental con un sistema socio económico y político de corte marxista. Los cristianos en Cuba eran un grupo pequeño, que habían conservado la fe en medio de un ambiente adverso y en ocasiones marcadamente hostil. Casi cuarenta años después del triunfo de la Revolución cubana, el 1 de enero de 1959, muchas personas seguían teniendo miedo de frecuentar los templos o hacer pública profesión de fe, porque eso significaba marginación social.

Confirmar la fe probada de los cristianos cubanos

El Viaje Apostólico a Cuba venía a confirmar esa fe probada de los cristianos cubanos. Desde su llegada, Juan Pablo II vivió día intensos. El Papa celebró su primera Misa en Santa Clara, en la cual abordó el tema de la familia; la segunda, en Camagüey, y esta vez habló acerca de los jóvenes. Luego llegaría hasta Santiago de Cuba y allí coronó la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. Finalmente, en su cuarta y última Eucaristía, el día 25 de enero de 1998 a la que asistió el presidente cubano Fidel Castro, habló desde la histórica Plaza de la Revolución José Martí, de La Habana: ¡Cuba, amiga, el Papa está contigo!, fueron las primeras palabras que el Sumo Pontífice dirigió a los cientos de miles de personas congregadas.

“Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”

Asimismo, el Papa invitaba a Cuba, a vencer el aislamiento, debía abrirse al mundo y el mundo debía acercarse a su pueblo, a sus hijos, que son sin duda su mayor riqueza: “Que Cuba se abra al mundo con todas sus magníficas posibilidades, y que el mundo se abra a Cuba”. También ese día Juan Pablo II sostuvo un encuentro con los Obispos Católicos de Cuba y participó en una celebración litúrgica en la Catedral. Después, se dirigió al aeropuerto. En sus palabras de despedida, el Papa reconoció la hospitalidad y muestras de afecto recibidas durante su visita apostólica: “Me llevo el recuerdo de los rostros de tantas personas, que he encontrado a lo largo de estos días. Les estoy agradecido por su cordial hospitalidad, expresión genuina del alma cubana”

Una bocanada de aire fresco para la Iglesia

Un cuarto siglo después, podemos decir que, la visita de san Juan Pablo II permitió que tantos se reencontraran con sus raíces cristianas, redescubrieran la existencia de la Iglesia, que no se había ido de Cuba y que era parte del pueblo, con una vocación de servicio. La presencia del Papa sirvió para fortalecer el andar misionero de la Iglesia en Cuba, que se sentía llamada por Jesucristo a evangelizar y servir a todos desde su identidad y misión propias. Entre los frutos más simbólicos de la visita fue el hecho de que a partir de ella se retomara el día 25 de diciembre como día festivo y no laborable en la isla y la coronación de la Virgen de la Caridad del Cobre como reina y patrona de Cuba.

“A partir de aquellos días memorables, se le dio un nuevo impulso a la catequesis, el catecumenado de adultos, la acción social de Cáritas. Se consolidaron las publicaciones y bibliotecas diocesanas, se fueron haciendo habituales las procesiones en los pueblos y ciudades, sobre todo, en torno a las fiestas patronales. Se fue consolidando el trabajo de la pastoral familiar y la pastoral carcelaria. Se fue profundizando en el camino de las relaciones ecuménicas”, como explica don Ariel Suarez, secretario de la Conferencia Episcopal de Cuba a ACN.

Cuba sigue en medio de una profunda crisis

El mundo ha cambiado pero la situación del país del Caribe sigue siendo preocupante.  Cuba sufre un momento de honda crisis económica, social y humana. Como en otros países, la pandemia y la inflación han aumentado la pobreza y la emigración de jóvenes es una hemorragia constante para el país. Los medios de comunicación reportaron cifras récord de cubanos emigrados —legal e ilegalmente— en 2022 a los Estados Unidos. En medio de todas estas zozobras, la Iglesia no es ajena a la situación de incertidumbre y vulnerabilidad del resto del pueblo. También a ella le faltan los medios y recursos tanto económicos como humanos para realizar su labor pastoral.

“Un momento de gracia y bendición para todos”

Por su parte, el Papa Francisco ha enviado un mensaje a los fieles cubanos en el marco de este aniversario, anunciando la participación del cardenal Beniamino Stella, que era nuncio apostólico en Cuba durante la histórica visita de Juan Pablo II. El Papa Francisco, que define el Viaje Apostólico en 1998 a Cuba como “un momento de gracia y bendición para todos”, recuerda en su carta unas palabras de san Juan Pablo II que, cinco lustros después, siguen siendo de actualidad para los fieles cubanos: «¡Afronten con fortaleza y templanza, con justicia y prudencia los grandes desafíos del momento presente; vuelvan a las raíces cubanas y cristianas, hagan cuanto esté en sus manos para construir un futuro cada vez más digno y más libre! No olviden que la responsabilidad forma parte de la libertad. Más aún, la persona se define principalmente por su responsabilidad hacia los demás y ante la historia» (Mensaje a los jóvenes cubanos, 23 de enero de 1998).

El cardenal Beniamino Stella enviado del Papa

El cardenal Beniamino Stella realizará desde este lunes una visita a Cuba como enviado del Papa Francisco. El cardenal Stella, quien fue nuncio apostólico en Cuba entre 1993 y 1999, mantendrá conversaciones con autoridades del Gobierno cubano y participará en actividades pastorales, indicó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex). Su visita tiene lugar con motivo de la conmemoración del 25 aniversario de la histórica visita apostólica de Juan Pablo II a Cuba. El cardenal Stella ya había visitado Cuba, en abril de 2015, unos meses antes del primer viaje del Papa Francisco, cumplió un programa de reuniones con la Conferencia Episcopal y sacerdotes, diáconos y seminaristas en varias diócesis cubanas, encuentros oficiales con autoridades del país y celebró Eucaristías en las Catedrales de Santiago de Cuba (este), Camagüey (centro) y La Habana (oeste).

Fuente:Renato Martinez – Vatican News

 

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