Trabajos especiales

Identidad y Apertura (2)

El avance y proliferación de las sectas y otros movimientos religiosos, con sus graves consecuencias para la fe y la auténtica vida cristiana, impulsan a este Concilio Plenario de Venezuela a un profundo discernimiento sobre estos fenómenos

Rafael María de Balbín:

Desde hace ya  bastantes años el contraste entre las diversas religiones ha adquirido un carácter peculiar, ante la proliferación de grupos y tendencias de carácter religioso o para-religioso, de amplia extensión y de perfiles con frecuencia poco definidos.

A ello habría que añadir, en los últimos años, el neo-marxismo con la difusión del globalismo materialista y de la llamada ideología de género, con sus ataques a la vida humana, la complementariedad de varones y mujeres, el matrimonio y la familia.

<<El avance y proliferación de las sectas y otros movimientos religiosos, con sus graves consecuencias para la fe y la auténtica vida cristiana, impulsan a este Concilio Plenario de Venezuela a un profundo discernimiento sobre estos fenómenos>> (CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA. La Iglesia ante las sectas y otros movimientos religiosos. Documento conciliar nº 16, n, 1).

<<Se trata del deber de “confirmar a nuestros hermanos” en la fe (Cf. Lc 22, 32). Animados por “el mandato de la caridad que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera” (1 Tm 1, 6), sentimos el deber de conservar el depósito de la fe (Cf. 1 Tm 6, 20; 2 Tm 1, 12.14) que hemos recibido para transmitirlo a las nuevas generaciones. Como Iglesia escuchamos nuevamente la exhortación del apóstol: “Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo” (2 Tm 4, 2); y a ser capaces de “exhortar con la sana doctrina y refutar a los que contradicen” (Tt 1, 9)>> (Idem, n. 2).

<<La Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in America afirma que “la acción proselitista, que las sectas y nuevos grupos religiosos desarrollan en no pocas partes de América, es un grave obstáculo para el esfuerzo evangelizador” (EA 73)>> (Idem, n. 3).

<<La inmensa mayoría de los hombres y mujeres de Venezuela profesan la fe cristiana de acuerdo a la tradición católica occidental, gracias a la evangelización cinco veces centenaria>> (Idem, n. 5).

<<Tradicionalmente nuestras Cartas Magnas han establecido, entre las bases de la relación ciudadana, el respeto y la libertad de cultos, recogiendo la actitud hospitalaria y respetuosa propia del venezolano. Por ello, siempre ha habido en Venezuela una gran tolerancia para las diversas confesiones de fe, cristianas o no. En este sentido, esta situación es acorde al derecho de cada persona a la libertad religiosa, fundado en la misma dignidad de la persona humana y proclamado por el Concilio Vaticano II>> (Idem, n. 6).

<<Desde los inicios de la evangelización y hasta la primera mitad del siglo XX ha habido una convivencia relativamente pacífica con otras confesiones cristianas de la época, que eran principalmente de las Iglesias de antigua tradición occidental presentes en el Viejo Mundo>> (Idem, n. 7).

<<Sin embargo, desde la década de 1960, se ha hecho muy notable la presencia de agrupaciones y dinamismos religiosos de nuevo cuño, a las que se les conoce generalmente como sectas y nuevos movimientos religiosos. Su notable crecimiento, fenómeno que se da también en otros países de la geografía latinoamericana, ha llevado a los Obispos a hablar de “invasión de las sectas” (DP 419) y a considerarlo un problema de “proporciones dramáticas” que “ha llegado a ser preocupante sobre todo por su creciente proselitismo” (SD 139)>> (Idem, n. 8).

<<El avance de las sectas se ha caracterizado por un proselitismo agresivo y por un antagonismo áspero contra la Iglesia católica y contra las Iglesias Históricas tradicionales, por lo cual se ha hecho muy difícil el diálogo con ellas>> (Idem, n. 9).

<<No son pocos los católicos que han sido conquistados por estos grupos. La falta de una sólida formación cristiana, el débil sentido de pertenencia a la Iglesia, la precaria atención de ésta para con los alejados y el escaso compromiso de no pocos laicos en el cumplimiento de sus deberes religiosos, han creado las condiciones propicias para el éxito del proselitismo de las sectas y del atractivo de los nuevos movimientos religiosos>> (Idem, n. 10).

<<No obstante el preocupante número de deserciones, la mayoría de nuestro pueblo ha permanecido en su fe católica, gracias al deseo de confesar la fe que tradicionalmente ha recibido de su familia y de la religiosidad popular, a la formación doctrinal y al compromiso apostólico>> (Idem, n. 11).

<<En diversas circunstancias, los pastores de la Iglesia han puesto de manifiesto su preocupación frente al avance de las sectas y otros movimientos religiosos. A este respecto, merece especial mención la “Instrucción Pastoral del Episcopado Venezolano sobre el Fenómeno de las sectas, 1988”>> (Idem, n. 12).

<<Las sectas y otros movimientos religiosos no constituyen una realidad homogénea, ya que existen notables diferencias entre ellos en razón del modo como se organizan, las doctrinas que profesan y difunden, los intereses que mueven actuar y su relación con el conjunto de la sociedad. Podemos distinguir tres grandes grupos o corrientes dentro de los mismos: las sectas fundamentalistas, los nuevos movimientos religiosos y los grupos animistas>> (Idem, n. 13).

<<Existe en Venezuela gran diversidad dentro de este conglomerado de sectas fundamentalistas como los Testigos de Jehová, los Mormones, la Iglesia Universal, las Nuevas Tribus. Están presentes algunas sectas con fuerte inclinación mercantilista o empresas socio-religiosas (Cf. SD 147) como la Secta Moon, la Oración Fuerte al Espíritu Santo, la Nueva Acrópolis, entre otras>> (Idem, n. 16).

<< Hay que reconocer en ellas que dan a las personas un sentido de comunidad, y en esto reside gran parte de su atractivo. Son capaces de dar orientación a la vida y, a veces, también una ayuda muy concreta. En algunos casos, resulta notable su capacidad para liberar a las personas de algunas pesadas cargas, como el alcoholismo o la drogadicción, y para solidificar las estructuras familiares>> (Idem, n. 17).

<<En otros casos, por el contrario, pueden ejercer una influencia alienante de la familia y de la propia cultura, sobre todo cuando influyen por medio del dinero, el temor, ejercen presiones indebidas que lindan en el acoso, o coartan la libertad de conciencia con una doctrina religiosa rígidamente autoritaria y un riguroso moralismo; siendo así que a las auténticas añoranzas de saciar el hambre de Dios que tienen las personas, las sectas responden generalmente con ofertas estrechas e insuficientes>> (Idem, n. 18).

<<Estas sectas difunden contenidos muy característicos, no pocas veces diversos o incluso opuestos a la doctrina que enseña la Iglesia católica (negación de la virginidad de María, culto de las imágenes, descrédito del ministerio ordenado). En muchas oportunidades hacen interpretaciones erradas de la Sagrada Escritura que, incluso, enarbolan como bandera de batalla contra la Iglesia Católica>> (Idem, n. 20).

<<Con la expresión nuevos movimientos religiosos se entiende aquí algunos “hechos socio-culturales protagonizados por sectores marginados y también capas medias y pudientes en América Latina, que a través de formas religiosas generalmente sincréticas logran expresar su identidad y anhelos humanos” (SD 147)>> (Idem, n. 23).

<<Se trata de agrupaciones o corrientes de pensamiento que inspirados en formas esotéricas buscan un conocimiento especial, una iluminación sobre problemas álgidos, con la pretensión de compartir conocimientos mistéricos secretos. En esta clasificación se inscriben las corrientes espiritistas, rosacruces, cienciología, dianética, gnósticos, teosofía, entre otras (Cf. SD 147). Muchos venezolanos que se confiesan católicos, sin embargo, asumen creencias de estos movimientos como la reencarnación, la consulta de horóscopos, el uso de amuletos, el recurso a terapias pseudo-religiosas>> (Idem, n. 25).

<<Existen también grupos inspirados en las religiones orientales, en particular el hinduismo y el budismo, que echan raíces en ciertos sectores de nuestra sociedad, y que expresan un deseo de paz interior, de dominio de sí, de meditación. Se inspiran en metafísicas orientales. Algunos de estos grupos fomentan estilos de vida comunitarios inspirados en el monacato de estas religiones>> (Idem, n. 26).

<<Aunque los nuevos movimientos religiosos pretenden ayudar a las personas a reducir sus tensiones interiores y a dar un sentido a la vida, generalmente causan confusión religiosa, desorientación moral e indiferencia con respecto a cuestiones sociales>> (Idem, n. 30).

<<Como fruto del mestizaje cultural y religioso, hay bastantes católicos que han incorporado en su religiosidad creencias ancestrales de grupos animistas tanto de raíces indígenas como afroamericanas (Cf. PPEV 34-36). Se ha llegado a un fuerte sincretismo, que convive acríticamente con la fe cristiana, en cuanto que muchos de estos grupos no profesan una doctrina definida ni forman comunidades visibles y contaminan la fe de quienes no poseen una buena formación cristiana>> (Idem, n. 31).

<<Entre los grupos animistas presentes en Venezuela se pueden nombrar el culto a María Lionza, la Santería o Religión Yoruba, la comunidad de Umbanda, los paleros, el vudú, entre otros, y a los que algunos fieles cristianos acuden sin encontrar contradicción con su fe católica>> (Idem, n. 32).

<<Especial mención merece la Santería, importada recientemente a nuestro país, fruto de un déficit en la evangelización de los esclavos negros en las Antillas, que dio como resultado una religión ancestral con apariencia cristiana con sus respectivas devociones y ritos, que fueron asumidos para enmascarar las divinidades y cultos de religiones africanas>> (Idem, n. 33).

<<Últimamente han surgido sectas satánicas con rituales y sacrificios propios, que atraen principalmente a la población joven y causan un gran daño>> (Idem, n. 38).

<<En el ámbito eclesial: Entre las causas del avance de las sectas y de los nuevos fenómenos religiosos entre los fieles cristianos hay que reconocer algunas debilidades y carencias en la acción pastoral de la Iglesia: el olvido de la centralidad de la Palabra de Dios en la vida de los bautizados; la no radicalidad en el seguimiento de Jesucristo; la grave escasez de agentes de pastoral; el débil sentido de comunidad en numerosas parroquias; la poca acogida y acompañamiento de los fieles por parte de sus pastores; algunos anti-testimonios en la conducta de pastores, agentes de pastoral y católicos en general; insuficiente interiorización de lo que se profesa formalmente, de manera que en momentos de crisis no se encuentra apoyo en lo profesado, y se buscan alternativas; falta de formación doctrinal; liturgias poco sentidas, a veces, inexpresivas, que no logran integrar la fe, los afectos y la vida; vivencia escasa y ritualizada de los sacramentos que los hace poco significativos; poca integración de la mayoría de los laicos en las actividades eclesiales tanto a niveles de planificación como de realización>> (Idem, n. 44).

<<No ha habido un plan de acción orgánico ante el proselitismo de estas sectas. Quizás la conciencia de que la religión católica es la de mayor número de creyentes en el país y un cierto triunfalismo basado en eso, ha hecho que la reacción ante el avance de las sectas y nuevos movimientos religiosos, no haya sido ni oportuna ni programada>> (Idem, n. 45).

<<Junto a estas causas del avance de las sectas, reconocemos con alegría las muchas fortalezas que posee la Iglesia Católica, que ya han sido señaladas en los diferentes documentos de este Concilio Plenario (Cf. PPEV 6-24; CIV 7-13; CIGNS 52-61), y que permite que la mayoría del pueblo siga profesando la fe católica>> (Idem n. 46).

<<Además, es necesario reconocer el lugar primordial que ocupa la celebración eucarística en los momentos importantes de la vida de las personas y de las comunidades. La devoción a la Virgen María, en sus distintas advocaciones, ha sido y es una fortaleza del pueblo en la defensa de su fe. Igualmente las muchas tradiciones religiosas populares, como “la devoción al Nazareno, a la Virgen y a los santos; el uso de sacramentales; las procesiones, vía crucis, peregrinaciones; el respeto a los ministros sagrados; la petición de la bendición” (Cf. PPEV 6) hacen que el pueblo venezolano las considere como algo propio que lo identifica y que fortalece su fe. Otra señal de identificación de nuestro pueblo con la fe católica es el amor que se profesa al Papa, evidenciado en las dos visitas de Juan Pablo II a nuestro país>> (Idem, n. 48).

<<Guiados por un profundo respeto hacia la conciencia de cada cual buscamos una convivencia fructífera con todos los que piensan diferente de nosotros; pero a la vez, fieles a nuestra propia fe, la presentamos libremente y fomentamos así el diálogo, el mutuo conocimiento y el respeto. No por esto nos inhibimos de la denuncia de todo aquello que en las sectas y otros movimientos religiosos pueda ser contrario a la verdad>> (Idem, n. 51).

<<Lo que conduce a una persona a las sectas u otros movimientos religiosos proviene, con frecuencia, de la aspiración auténtica de una espiritualidad más profunda, de algo que toque el corazón, de un modo de hallar sentido a un mundo confuso y a menudo alienante . En esta búsqueda se puede descubrir una auténtica sed de Dios. Por eso dijo el Papa Juan Pablo II: “Los pastores deben preguntarse sinceramente si han prestado suficiente atención a la sed del corazón humano en busca del ‘agua viva’ que sólo puede dar Cristo nuestro Redentor (Cf. Jn 3, 7-13)”>> (Idem, n. 55).

<<El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque él ha sido creado por Dios y para Dios (San Agustín, Confesiones). En este sentido podemos afirmar que Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, ya que sólo en Él encontrará la verdad y la dicha que no cesa de buscar>> (Idem, n. 56).

<<Al revelarse a sí mismo, Dios quiere hacer a los hombres capaces de responderle, conocerle y amarle, más allá de lo que serían capaces con sus propias fuerzas. Esta revelación, realizada mediante “acciones y palabras” íntimamente ligadas entre sí y que se esclarecen mutuamente (Cf. DV 2), lleva consigo una “pedagogía divina” particular: Dios se comunica gradualmente al hombre, lo prepara por etapas para acoger la revelación sobrenatural que hace de sí mismo y que culmina en la persona y la misión de Jesucristo: “Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas, en estos últimos tiempos nos ha hablado por su Hijo” (Hb 1,1-2>>) (Idem, n. 60).

<<Dios es un Ser personal, Trascendente, Creador y Providente, que nos ha sido revelado por Jesucristo. Creer que Dios es una “energía impersonal”, inmanente al mundo con el cual formaría una “unidad cósmica”, resulta incompatible con la concepción cristiana de Dios>> (Idem, n. 62).

<<“El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado… Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre, y le descubre la sublimidad de su vocación” (GS 22). Por eso reconocemos en Jesucristo “el camino, la verdad y la vida” (Jn 14, 6)>> (Idem, n. 64).

<<El conocimiento de Jesucristo debe tener como consecuencia una entrega a Él. Sin embargo, nuestro pueblo venezolano, aun siendo profundamente religioso y conservando su identidad católica como algo que lo caracteriza (Cf. PPEV 16-17), en muchos casos no asume un compromiso sólido con Jesús>> (Idem, n. 65).

<<En muchas personas que adhieren a las sectas y otros movimientos religiosos hay una genuina búsqueda de lo espiritual, pero es necesario que la Iglesia los guíe hacia un serio discernimiento sobre lo que es de Dios: “Examinen si los espíritus son de Dios…” (1 Jn 4, 1). Un criterio para descubrir la autenticidad del espíritu es el seguimiento a Jesucristo en novedad de vida>> (Idem, n. 70).

<En los umbrales del tercer milenio, el dinamismo evangelizador ha sido caracterizado como “nueva evangelización”, la cual nos exige un renovado ardor apostólico, que genere una mística, un entusiasmo incontenible en la tarea de anunciar el Evangelio, capaz de despertar la acogida de la Buena Nueva de salvación; métodos nuevos, llenos de imaginación y creatividad que, siempre bajo la acción del Espíritu, ayuden a crear nuevos caminos para la evangelización; nuevas expresiones, que hagan más cercano el Evangelio de siempre a las realidades culturales de hoy, un modo de hablar según la cultura y mentalidad de los oyentes y en concordancia con sus formas y modos de comunicación, que permita trasmitir la verdad perenne de Jesús (Cf. SD 28-30)>> (Idem, n. 73).

<<La celebración adecuada e inculturada de la fe es una parte fundamental de la identidad religiosa y de su desarrollo, especialmente en lo que toca a lo simbólico y afectivo de las culturas y de las personas. Una celebración tiene más fruto en la medida en que es más viva y participativa>> (Idem, n. 84).

<<“Los pastores de almas deben vigilar para que en la acción litúrgica no sólo se observen las leyes relativas a la celebración válida y lícita, sino también para que los fieles participen en ella consciente, activa y fructuosamente” (SC 11), en la línea de lo que afirma San Pablo: “Estén siempre alegres, oren constantemente. En todo den gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de ustedes. No extingan el Espíritu… Examínenlo todo, quédense con lo bueno” (1 Ts 5,19)>> (Idem, n. 88).

Todo lo cual planteaba y sigue planteando varios DESAFÍOS:

<<Ante el avance de las sectas y otros movimientos religiosos, como Iglesia nos sentimos interpelados a dar una respuesta pastoral eficaz mediante una nueva evangelización que incluya: conocimiento del fenómeno de las sectas y otros movimientos religiosos, lo cual exige convivencia y diálogo; formación de los laicos católicos; y un plan de evangelización y acompañamiento pastoral que contemple el fortalecimiento de la vivencia personal y comunitaria de la fe y la renovación de las celebraciones litúrgicas>> (Idem, n. 99).–

(rbalbin19@gmail.com)

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