Iglesia Venezolana

Cáritas Venezuela lidera proyecto para geolocalizar a los más vulnerables

Siete años después de que Cáritas lanzara el Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención Nutricional, SAMÁN, da otro paso con la incorporación de tecnología de información geográfica

Caracas. Cáritas de Venezuela, Fe y Alegría y la Asociación Venezolana de Servicios de Salud de Orientación Cristiana (AVESOCC) hacen sinergia para crear un sistema compartido de gestión de información automatizada y de geolocalización con el fin de monitorear las necesidades humanitarias de la población que atienden. En el marco de esta acción conjunta se realizó el 7 de marzo de 2023, en las instalaciones de la Conferencia Episcopal Venezolana, el «Taller de Cierre de la Fase Piloto de Validación del Sistema de Información sobre Nutrición, Seguridad Alimentaria y Salud (SISAL)», como parte de un proyecto financiado por OXFAM.

¿Por qué SISAL?

La Soc. Janeth Márquez, Directora Ejecutiva de Cáritas de Venezuela se refirió a los antecedentes de esta nueva iniciativa: “en 2016 no había data sobre el sufrimiento de la población. La situación era visible, pero no había datos. Cáritas decidió levantar información que proporcionara criterios para el uso eficiente del recurso financiero. Comenzamos de forma manual, casi artesanal, con cuatro lugares… ahora son más de 127”. Y puntualiza, “Cáritas no es una organización con un mandato de generar estadísticas, pero sí con la responsabilidad de ser la voz de los sin voz, y ser la caricia de la Iglesia a los más vulnerables”.

Por su parte, Susana Rafalli, nutricionista asesora de Cáritas, experta en ayuda humanitaria y líder de este proyecto, dibujó la realidad que impulsó a las tres organizaciones a responder conjuntamente: “Existe el gran relato de que Venezuela se arregló, y la principal imagen que se está vendiendo del país es la de los estadios, la de la Serie del Caribe, la de los bodegones, la de la opulencia y la suntuosidad…pero nosotros tenemos registros desde el terreno de que, por la situación de desigualdad, hay mucha gente pasando necesidades muy urgentes”.

Es por estas razones que siete años después de que Cáritas lanzara el Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención Nutricional, SAMÁN, da otro paso con la incorporación de tecnología de información geográfica, la estandarización con escalas de uso internacional y el llamado a un trabajo conjunto de tres grandes organizaciones de acción social de Venezuela.

Yaika Weber, responsable de la unidad de servicios de Fe y Alegría hizo énfasis en la relevancia de esta coalición ya que propicia “configurar un sistema que permite ver técnicamente cuáles serían los sectores donde debemos priorizar nuestras atenciones, por lo cual esta alianza es estratégica para poder hacer un trabajo más direccionado y con mejores herramientas”.

Balance y alcance del proyecto

La intención de las tres organizaciones –aclaran-  no es, en ningún momento, generar información representativa del país sino que refleja la situación de los que están “peor”, de la gente más necesitada que es la que acude a los servicios sociales de la Iglesia Católica. “Al conocer la tendencia a la mejora o a empeorar es que podremos pronunciarnos sobre la realidad en parroquias y municipios específicos y actuar en consecuencia” sostiene Rafalli.

Mariana Estupiñán, Jefe de Proyectos y representante de AVESSOC, hizo énfasis en la ventaja estratégica de localizar geográficamente a la población para focalizar las ayudas en los más vulnerables.

Otros frutos del sistema es que permitirá sustentar con mayor exactitud las solicitudes de apoyo ante las agencias de cooperación, hacer más eficiente el uso de los recursos y aumentar el impacto de las acciones.

La validación del sistema se hizo en cinco ciudades – Cumaná, Ciudad Bolívar, Maracaibo, Táriba y Puerto La Cruz- en las que la información no estaba automatizada ni digitalizada y donde estaban presentes las tres organizaciones: dispensarios de AVESSOC, escuelas de Fe y Alegría, y las Cáritas. Se capacitó a 56 personas en terreno que generaban información y a 18 líderes-articuladores (puntos focales) para poder dar curso al proyecto.

Durante el taller de balance y cierre, la geógrafa Virginia Jiménez con su equipo de trabajo del Laboratorio de Sistemas de Información Geográfica y Modelado Ambiental de la Universidad Simón Bolívar (LSIGMA-USB) mostró los paneles dinámicos de visualización y análisis de los primeros registros procesados por el SISAL, destacando su versatilidad y recursividad al permitir la selección y análisis diferenciado de variables simples o por cruce de datos. Además, estiman como fortalezas el hecho de que sean tableros que ya usan las organizaciones de la RASI por lo que el proceso de adaptación será más rápido. Que quienes trabajan en este proceso puedan ver los resultados del esfuerzo, es otra fortaleza.

Resultados alcanzados y proyecciones

En la fase piloto se entrevistaron más de 400 hogares que involucraron a más de 2.300 personas; unos 200 niñas y niños fueron tamizados para su evaluación nutricional. Los datos preliminares revelan que, si bien el índice de seguridad alimentaria no se encuentra tan crítico como en períodos anteriores, las estrategias de supervivencia de las familias tienen un elevado costo patrimonial y, además de minar sus posibilidades para tomar la ruta del desarrollo humano, les colocan en un estado de altísima vulnerabilidad: cualquier amenaza del entorno les llevaría al colapso. Estas son las familias que según Susana Rafalli “se van o se mueren”.

En un primer momento el acceso y uso de la información será interno de las tres organizaciones que la están generando, con el fin de ajustar los programas y la respuesta que se da. Cuando todo esté consolidado habrá un vínculo público al cual podrá acceder cualquier persona interesada dentro y fuera del país, agencias de cooperación, cuerpo diplomático o cualquier otra institución.

Próximamente las tres organizaciones enfrentarán los desafíos de gestionar recursos para operar consolidando protocolos más rigurosos de captación de información, ampliando los puntos de colecta de información, venciendo las dificultades logísticas y el cansancio después de tantos años de trabajo en respuesta a la crisis.

Para finalizar, Andrea Vera y Norlan Romero de OXFAM hablaron sobre el uso de la información SISAL en procesos de incidencia, compartiendo ejemplos y lecciones de experiencias similares en otros contextos. Además felicitaron el trabajo conjunto haciendo un reconocimiento a las capacidades y profesionalismo que han desarrollado estas las organizaciones de la RASI para la gestión de información estandarizada con parámetros mundialmente reconocidos y expresaron su disposición a seguir apoyando estas iniciativas porque, según Vera, “no solo con ambulancias, sino también con información se salvan vidas”.-

Prensa Cáritas de Venezuela

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba