Informe de ‘Save The Children’ sobre la trata de niños en Europa: «pequeños esclavos invisibles»
Según los datos recogidos, más de la mitad de los casos se refieren a mujeres y menores, en su mayoría forzados a formas de explotación laboral y prostitución. Ahora, tras la pandemia, la dinámica es otra. Entre las nuevas herramientas se encuentran los chats online, las redes sociales, las agencias de empleo y las de asistencia a la inmigración para captar víctimas.
El informe de la ONG Save the Children titulado «Pequeños esclavos invisibles» ofrece un relato alarmante de la trata y la explotación de los seres humanos. Según los datos recogidos, más de la mitad de los casos se refieren a mujeres y menores, en su mayoría forzados a formas de explotación laboral y prostitución.
Save the Children, la organización internacional que lleva más de 100 años luchando por salvar a los niños y asegurar su futuro, presenta un informe detallado sobre la situación en el Día Internacional contra la Trata de seres humanos. La explotación de personas, principalmente de mujeres y niños de todas las edades, sigue siendo uno de los mercados ilícitos más extendidos y tristemente rentables del mundo, junto con el tráfico de drogas y armas. En 2020, el informe de casos confirmados seguidos de juicios y condenas contabilizó la aterradora cifra de 109.216 víctimas en todo el mundo. En Europa, donde el mercado de la trata de seres humanos tiene unos beneficios estimados de 29.400 millones de euros, una cuarta parte de los casos identificados corresponden a menores, en gran parte atrapados por la prostitución.
Con la pandemia todo cambió
Con la llegada de la cuarentena y el cierre de las fronteras nacionales – señala el Informe – los métodos de trabajo de esta industria ilegal han cambiado, obligando a las autoridades a adaptarse. La llamada «trata digital» se refiere precisamente al conjunto de nuevas prácticas a través de las cuales los traficantes continúan su negocio. Las organizaciones criminales que se dedican a la trata de personas se han adaptado, utilizando cada vez más la explotación sexual in-door y los canales alternativos, creando un verdadero sistema de e-trafficking. Entre las nuevas herramientas se encuentran los chats online, las redes sociales, las agencias de empleo y las de asistencia a la inmigración para captar víctimas.
En cambio, por lo que respecta a los pagos, éstos se hacen imposibles de rastrear gracias a los avances de las criptomonedas y a la comunicación a través de la dark web, la parte oculta de internet que garantiza el anonimato de quienes la utilizan. «El fenómeno de la «trata digital» se afianzó especialmente en el período de la emergencia por el COVID. Mientras que los delincuentes han sabido aprovechar las oportunidades de lo digital con gran rapidez, las autoridades y la red de protección se enfrentan ahora a varios retos para tratar de contrarrestar el fenómeno», afirmó Raffaela Milano, directora de los Programas Italia-Europa de Save the Children.
Crisis económica y aumento de los riesgos
En Italia, el número de casos surgidos y asistidos por el sistema de lucha contra la trata en el 2021 fue de 1.911, en su mayoría relativos al sexo femenino. Entre las víctimas, la forma de explotación más frecuente es la sexual, seguida de la laboral. A través de los testimonios de los trabajadores de Save the Children y de otras organizaciones y referentes institucionales, podemos ver cómo la crisis económica provocada por la pandemia ha multiplicado los riesgos de explotación para grupos especialmente vulnerables, como los menores extranjeros no acompañados, que a menudo llegan con una fuerte deuda con los traficantes que pagaron su traslado al país.
Fuente: Vatican News