Entrevistas

Manuel Sutherland: Nicolás Maduro no subirá el sueldo para mantener el control social

El economista y director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), Manuel Sutherland afirmó que el Estado venezolano tiene los recursos suficientes para decretar el aumento salarial que suplican los trabajadores de todo el país, pero no lo hace para mantener el control social a través de bonos y bolsas de comida

Este martes, Nicolás Maduro se dirigió al país para hablar del supuesto crecimiento económico que ha experimentado Venezuela, durante los últimos meses. Instruyó avanzar en la construcción de mecanismos económicos y sociales para elevar y avanzar hacia el ingreso real de los trabajadores y trabajadoras, pensionados y pensionadas, “que los reivindique y los coloque en un estado superior a estos años de resistencia y sacrificio”.

Aseguró que la economía ha crecido durante los últimos nueve trimestres, pero no ofreció detalles sobre porcentajes.

Falta un mes para que finalice el 2023, y a juicio de Sutherland este año ha sido un fracaso rotundo para la economía nacional. El mal manejo que se le ha dado a la economía ha contribuido a que Venezuela siga teniendo la inflación más alta del mundo, más alta que la de países que están en guerra y el tercer salario puro más bajo del planeta.

En entrevista concedida a ND, aclaró que la relajación de sanciones por parte de Estados Unidos, no rendirá los frutos esperados porque son medidas temporales y esto frena a los grandes inversores porque temen que haya un retroceso: «Los inversionistas temen que se vuelvan a imponer sanciones porque no hay un acuerdo político de fondo ni voluntad del gobierno de hacer cambios drásticos y estructurales, a través de políticas institucionales que tanto reclama el 80 % del país o casi toda la comunidad internacional. Hasta que esto no se aclare no vendrán inversiones realmente robustas y el país seguirá en el limbo».

Respecto a por qué el Gobierno mantiene congelado el salario, Sutherland condenó que se han negado a reivindicar a los trabajadores porque tienen una política salarial muy restrictiva y antiobrera: «Ha sumergido a los trabajadores en una espiral de extrema pobreza y de cuasimendicidad. Los bonos los dan un día sí y al otro no, a su total discrecionalidad y sin ningún respeto por los contratos colectivos ni convenciones laborales internacionalmente firmadas. Es una vergüenza mundial que la izquierda defienda estas políticas o se haga la vista gorda ante la violación de derechos laborales».

Subrayó que la relajación de sanciones permitiría que el Gobierno aumente el ingreso, pero «realmente no quiere aumentar el salario porque esto le permite tener un mayor control social sobre la clase obrera con esporádicos bonos, con bolsas de comida para tener una subyugación plena sobre el trabajo y quitarle cualquier atisbo de independencia o autonomía. Hay recursos para aumentos salariales, pero el Gobierno no quiere hacerlo».

A continuación la entrevista completa:

Falta un mes para que se termine el año, y Venezuela sigue teniendo la inflación más alta del mundo, el encaje legal más alto del mundo y el salario más bajo del mundo. Qué pasó con la recuperación económica que prometió Maduro a un año de la presidencial?

Este año 2023 ha sido un fracaso rotundo para la economía nacional. Se estima que el primer semestre la economía decreció entre 6 y 8 %, probablemente el segundo semestre haya sido mejor o terminará mejor, pero no se espera que el año pueda cerrar en crecimiento a nivel global, o si cierra en crecimiento, este sería muy pequeño que no nos sirve de nada para el plan de recuperación que debería trazarse.

Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, incluso más alta que países que están en conflictos bélicos y que han sido devastados en su economía; tiene el tercer o cuarto salario puro más bajo del planeta, detrás de Ruanda y Burundi. Es lamentable que todavía ni siquiera hay un plan macroeconomico trazado para empezar a pensar cómo salir de la crisis. La política económica se lleva de espalda a los sindicatos, trabajadores, empresarios, gremios, todavía es una política económica de sorpresa, el Gobierno imagina cosas y las va lanzando.

El encaje legal evidentemente es el más alto del mundo, prácticamente prohibiendo el crédito bancario. El encaje legal de Venezuela es 25 veces más alto que que en Perú.

Usted ha dicho que para que la flexibilización de sanciones tenga un real efecto no basta con la relajación por parte de Estados Unidos, ¿por qué?

El asunto con las sanciones y la flexibilización temporal que hemos visto es que es por apenas seis meses, esto evidentemente facilita que Venezuela pueda exportar petróleo, gas y hacer muchas cosas incluso comercializar el oro normalmente en el mercado estadounidense sin pagar y hacer intermediaciones costosas o descuentos que disminuían la ganancia, pero la situación es tan crítica y tan caótica; y la situación del default de Pdvsa es tan grave que no tiene con que invertir y se necesitan inversiones extranjeras para dinamizar el negocio.

Como las sanciones han sido levantadas algunas, no todas, no hay nadie que venga a hacer inversiones grandes en el sector de energía eléctrica, combustible, refinería o petróleo porque temen que se vuelvan a imponer sanciones. No hay acuerdo político de fondo ni voluntad del Gobierno de hacer cambios drásticos y estructurales políticas e institucionales que tanto reclama el 80 % del país y casi toda la comunidad internacional.

Mientras esta situación no se aclare, no vendrán inversiones realmente robustas y el país permanecerá en un limbo, en una incertidumbre muy grande porque varios personeros han dicho que no van a cejar en la vía autoritaria, que van seguir imponiéndose a quienes consideren competidores fuertes en su necesidad de ser Gobierno para siempre. Esto se traduce en que no habrá observadores internacionales, que las elecciones puedan ser sumamente oscuras, que habrá un gasto muy desigual y tramposo del erario público para financiar a candidatos progobierno y un sinfín de etcéteras que pueden empujar que las sanciones vuelvan a imponerse, incluso puedan ser un poco más fuertes luego de que los Acuerdos de Barbados.

Entretanto los trabajadores tienen más de 600 días sin aumento salarial, ¿Cree usted que Nicolás Maduro decrete aumento antes de las presidenciales? ¿El Estado ha obtenido recursos tras relajamiento de sanciones para tomar este tipo de medidas? ¿O está atado de manos?

Sí, el salario mínimo del que se computa para las prestaciones sociales, vacaciones, jubilaciones, pensiones, etcétera, está congelado desde hace más de 600 días y ha pasado una inflación que pudiera ser más de tres dígitos por ciento en estos 600 días. El asunto es que el Gobierno se ha negado a reivindicar a los trabajadores con lo que ellos merecen. Ha llevado una política salarial muy restrictiva y antiobrera, al tiempo que ha sumergido a los trabajadores en una espiral de extrema pobreza y de cuasimendicidad.

Las políticas que el Gobierno adrede impone significan que el ingreso de la clase obrera es prácticamente microscópico en cuanto a salario base, da bonos un día sí y al otro no, a su total discrecionalidad y sin ningún acuerdo ni respeto por los contratos colectivos ni por las convenciones laborales internacionalmente firmadas. Es una vergüenza mundial que la izquierda defienda estas políticas, las aplauda o se haga la vista gorda ante la violación de derechos laborales.

Otra cosa es que, la relajación de las sanciones permitiría aumentar el ingreso que recibe el Estado y permitiría realizar aumentos salariales, pero realmente el Gobierno no quiere aumentar el salario porque quiere tener un mayor control social sobre la clase obrera con esporádicos bonos, con bolsas de comida para tener una subyugación plena sobre el trabajo y quitarle cualquier atisbo de independencia o autonomía. Hay recursos para aumentos salariales, pero el gobierno no quiere hacerlo.

Hace unas horas, la Unión Europea anunció que acordó relajar sanciones a Venezuela, Nicaragua, Birmania y otros regímenes para «facilitar» el ingreso de la ayuda humanitaria . En qué se traduce esto para la economía de Venezuela?

Sí, la Unión Europea ha anunciado relajaciones en las sanciones para facilitar ayuda humanitaria, lamentablemente las sanciones tienen un problema grave que genera que para enviar alimentos, medicinas, ropa, cosa que nunca ha estado bajo la ejida de las sanciones, no se pueda hacer porque si bien esos bienes no están sancionados los bancos, fletes, barcos, transporte, seguros sí están sancionados para hacer contrataciones y negociaciones con el Estado venezolano o similares.

Además, las sanciones dificultan mucho las ayudas y préstamos porque es muy difícil saber si realmente estás dando una ayuda humanitaria o estás ayudando al régimen o personas que hacen propaganda al régimen. Por eso, infinidad de bancos y entidades prefieren no hacer ningún tipo de negocios de esta naturaleza, aunque involucre a personas naturales que aparentemente no tienen ninguna vinculación con el Estado, le cierran cuentas o le frenan transferencias, se limitan porque eso trae infinidad de problemas, costos y dificultades que la UE está tratando de flexibilziar un poco, pero hay que aclarar que igual estamos lejos de una flexibilziación global.

También este lunes, un reporte de El País indicó que Venezuela ha acordado con varias petroleras internacionales la restauración de la producción de petróleo. ¿Qué beneficios trae este tipo de acuerdos para la economía en crisis?

Sí, hay varias transnacionales petroleras como Repsol, ENI, Chevron que tienen tiempo en Venezuela y han tenido licencias de mantenimiento de equipos, que le han permitido un intercambio de deuda por petróleo y ese tipo de cosas. Estas últimas licencias son muchísimo más amplias, permiten la extracción de petróleo, la explotación comercial y facilitan el intercambio de gasolina, diésel, diluyentes para refinerías lo que facilita que haya más combustible en el país.

En la medida que estas licencias ampliadas se van consolidando, la producción o la extracción de petróleo se va ampliando, va creciendo y los ingresos por regalías, dividendos, impuestos de la renta, diversos tributos van aumentando. Eso es bastante bueno para la economía nacional, pero cuando hay tantas oscuridad, corrupción, tantos desvíos, cosas que no lo digo yo, sino que lo ha dicho el mismo gobierno cuando estalló el caso de Pdvsa-Cripto, donde hubo hasta 80 personas imputadas con toda esa corrupción; la mayoría no cree que esos ingresos adicionales sean invertidos en cosas tan importantes como hospitales, vialidad, educación, lamentablemente hay otras prioridades para el Gobierno.

El año 2022, ha sido catalogado como uno de los mejores después de la caída en picada del PIB y la contracción de los años anteriores. ¿Qué pasó en 2023 que todo se estropeó? ¿Qué hizo o qué dejo de hacer el Gobierno?

Sí, el año dos mil veintidós probablemente se haya crecido dos dígitos, no se sabe cual es la data exacta y una hay una estimación del Banco Central que dice que los tres primeros trimestres de 2022, creció hasta 17 %, pero al no haber data del 2021 y al Banco Central publicar solo un pedacito de data, eso pierde toda confiabilidad, pierde toda seriedad y luce como una declaración política más que el resultado de una investigacion económica y estadística seria.

Pero a fin de cuentas, en 2022 hubo un crecimiento de 10 %, según diversas estimaciones; pero en 2023 cayó la demanda, cerraron negocios, las mercancías empezaron a quedarse en los anaqueles sin tener salida, disminuyó entre 7 y 8 % el crecimiento.

Sin embargo, para el segundo semestre casi todo el mundo coincide en que habrá crecimiento. Pero este crecimiento no cubre lo que se perdió en el primer semestre, y quizás el año cierre con un balance de -2, -3 o -4 %. A menos de que, haya una inyección muy grande de divisas para el último trimestre, que pueda más o menos equilibrar lo perdido; y con todo y eso el crecimiento sería muy pequeño. En resumidas cuentas ha sido un año completamente desastroso para la economía nacional.

¿Podría compartir algunas proyecciones para el primer trimestre del año entrante?

El primer trimestre para 2024, si se conservan las licencias y la apertura de sanciones y si el Gobierno plantea continuar con ciertas políticas de apertura y flexibilización, si planea cumplir con los acuerdos de Barbados y se empieza a vislumbrar un tibio proceso de apertura electoral, democrática y política, la economía pudiera crecer de manera bien importante y pudiera de alguna manera, sentar las bases para que el año 2024 sea muy positivo. Por supuesto, debe darse un ajuste salarial importante, antes del tradicional 1 de mayo ya que esto permitiría cierta ampliación de la demanda solvente, ese sería un escenario optimista.

Hay un escenario intermedio en el que el Gobierno no avanza mucho en el cumplimiento de acuerdos para democratizar un poco el país, y el crecimiento sería de 1 % o 1,5 %.

En el escenario negativo en el que patea la mesa de Barbados, en el que los factores más antidemocráticos se imponen, de cero diálogo, cero acuerdo y confrontación más abierta, donde el Gobierno prohíba la participación política a opositores de mayor apoyo, podría venir un fuerte retorno a las sanciones, pueden ser sanciones más restrictivas, espantarían las tibias y pequeñas inversiones, habrá mayores dificultades para traer gasolina, revertir el crecimiento de 2023 y tener una caída drástica de 6 %.

Esto sería una tragedia que nadie quiere, pero algunos personeros del gobierno prefieren eso a abrir el abanico de posibilidades democráticas.-

Anaisa Rodríguez – Noticiero Digital

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