Las iglesias europeas reivindican el valor cristiano de la hospitalidad frente al odio al refugiado
Concluye hoy la Asamblea del Consejo Mundial de las Iglesias
«Cada ser humano ha sido creado a imagen de Dios. Por lo tanto, el extranjero en la teología cristiana no es un enemigo, ni un oponente, sino un semejante, un hermano o hermana, independientemente de su origen o religión»
Gabriel, de la Iglesia Ortodoxa Griega, subrayó cómo las iglesias «han desempeñado un papel esencial en la acogida, el acercamiento inicial y la facilitación de la integración de los refugiados» en Lesbos, adonde han llegado más de un millón de personas huyendo de la guerra y el hambre desde 2015
Hospitalidad frente a odio. Las iglesias europeas, reunidas en la 11 Asamblea del Consejo Mundial de las Iglesias, han hecho un llamamiento a reafirmar los valores cristianos de la acogida y el respeto al diferente como respuesta a la actual crisis humanitaria en Ucrania y, en general, al drama de millones de refugiados en todo el mundo.
Durante un taller de trabajo celebrado en Karlsruhe, responsables de migraciones de Grecia, Baviera o la Comisión de Iglesias para los Migrantes en Europa ofrecieron sus experiencias en materia de acogida integración de refugiados, así como las dificultades políticas, sociales y culturales con las que, en la mayor parte de los casos, se enfrentan.
Así, el Metropolitano Gabriel, de la Iglesia Ortodoxa Griega, subrayó cómo las iglesias «han desempeñado un papel esencial en la acogida, el acercamiento inicial y la facilitación de la integración de los refugiados» en Lesbos, adonde han llegado más de un millón de personas huyendo de la guerra y el hambre desde 2015. El objetivo, añadió, no es otro que el de «lograr una coexistencia pacífica de forma mutuamente beneficiosa para ellos y la sociedad de acogida».
El Metropolitano Gabriel compartió que los proyectos de apoyo a los refugiados están profundamente arraigados en los fundamentos teológicos de la tradición ortodoxa griega. La iglesia proporciona asistencia legal y psicosocial, así como albergues para menores no acompañados.
«Cada ser humano ha sido creado a imagen de Dios. Por lo tanto, el extranjero en la teología cristiana no es un enemigo, ni un oponente, sino un semejante, un hermano o hermana, independientemente de su origen o religión», culminó el líder ortodoxo.
Por su parte, Michael Martin, del Oberkirchenrat de la Iglesia Luterana de Baviera, recalcó que «la iglesia de hoy y de mañana es una iglesia consciente de su diversidad». «La concepción sobre la migración y la huida es un elemento importante de esta concepción, ya que abre la vista a percepciones, análisis y concreciones que resultan consecuentemente de la promesa de vida de Dios a todas las personas», incidió, recordando que «la vida de la Iglesia en la sociedad de la inmigración es la de una comunión inclusiva».
Finalmente, Andrej Jevtic, de la Iglesia Ortodoxa Serbia, en representación de la CCME, compartió en el taller la «declaración de Pascua» de las organizaciones, que afirma el compromiso de Europa con los refugiados. Así, destacó que el documento reconoce la respuesta de las iglesias, organizaciones, individuos y grupos europeos a la guerra en Ucrania, manifestando empatía y solidaridad con los refugiados que huyen de la guerra. La declaración del CCME también señala cómo la UE ha activado programas y legislaciones, que son bastante acogedores y generosos con los refugiados de Ucrania.
Sin embargo, la declaración también expresa su «remordimiento» por el hecho de que «algunos de los refugiados ucranianos hayan sido discriminados por su etnia, religión y origen». Frente a ello, Jevtic reivindicó cómo en una Europa secularizada los llamamientos de los líderes cristianos, para ser efectivos, deben ser «afectivos», y combatir el racismo o el mero asistencialismo.-