Miguel Truzman Tamsot:
Escribo estas líneas 21 años después que aquel horrible atentado terrorista suicida contra las Torres Gemelas, el Pentágono entre otros objetivos yihadistas, organizado por Al Qaeda causando la muerte de 3.000 civiles inocentes, incluyendo parte del valeroso cuerpo de bomberos de Nueva York, que simplemente de disponían a trabajar como cualquier otro días de su rutina.
EEUU sintió por primera vez en su alma nacional lo que Israel había venido sufriendo en su cotidianidad, desde antes de su conformación como Estado soberano reconocido por las Naciones Unidas.
También recuerdo los festejos y algarabías de parte del pueblo palestino ante la tragedia, el espanto y el horror que significaron esos actos criminales contra algunos de los símbolos más emblemáticos del pueblo norteamericano, al igual que festejan cuando en Israel asesinan en cafés, discotecas, teatros, centros comerciales, inclusive en bodas.
Israel ha sido objeto de ataques de milicias islámicas y movimientos terroristas bien estructurados y armados desde el Líbano, Gaza y a lo interno mismo de su territorio, por parte de árabes que aún siendo ciudadanos israelíes, desean tanto la destrucción de Israel como Hamas, Hezbollah o el mismísimo Irán, quien en definitiva es el padre que los protege, financia y organiza en gran medida todas las actividades de este tipo en el Medio Oriente.
Justo en este nuevo aniversario del ataque a EEUU, Israel a través del Shin Bet, emitió un informe sobre las diferentes actividades policiales realizadas para prevenir en lo posible eventos terroristas, como consecuencia del asesinato de 19 israelíes entre marzo y mayo de este año y en tal sentido han incursionado en las poblaciones palestinas de Nablus y Jenin, arrestando a 2.110 personas y evitando la comisión de 312 ataques terroristas de importancia, de acuerdo a las investigaciones y de declaraciones de los involucrados que ha llevado a desbaratar la cadena que va desde los cabecillas hasta los perpetradores.
Los grupos y movimientos aliados al Islam radical sin importar si son chiitas o sunitas, no descansan en su afán de causar terror en poblaciones que hacen vida en un estado objetivo, bien sea por pertenecer a la civilización occidental o inclusive por no ser lo suficientemente islámica, apartándose según ellos, de los verdaderos valores del Islam, en la ejecución de la sharia, guerra santa o sistema legal islámico, que se enfila contra los infieles y bueno, infieles podemos ser todos nosotros, por lo que de por sí somos un target.
Ahora bien, solo los terroristas son culpables de los intentos de asesinatos que prácticamente cometen a diario en diferentes países del mundo? Pues evidentemente no.
Tenemos en primer lugar parte de un liderazgo religioso que promueve en las mezquitas discursos de odio, capacitación de voluntarios en actividades ilegales, cobijo o traslado de personas en situación irregular, entre otras circunstancias non sancta, tal como lo podemos apreciar en el discurso del clérigo Sheikh Muhammad Sallah, quien exhortaba a que los jóvenes Cisjordania crearan escuadrones para apuñalear a judíos.
Por otra parte y en relación al liderazgo político palestino, podemos afirmar que refiriéndonos básicamente a su Autoridad Nacional, que es lamentable y triste como desaprovechan cada oportunidad para reprobar las acciones terroristas, en muchos casos, las alaban, inclusive hace pocos días que se cumplió un nuevo aniversario de la masacre de los atletas israelíes en las olimpiadas de Múnich, expresan que los mismos fueron legítimos y sus perpetradores unos héroes, inclusive y mucho más grave es lo que pasa con los textos escolares que utilizan los niños, niñas y adolescentes palestinos, que desde la más tierna edad, ya le van insuflando un odio visceral hacia el pueblo judío y el Estado de Israel.
En estos días podría firmarse un acuerdo sobre temas marítimos entre el Líbano e Israel, donde hay involucrados yacimientos gasíferos y petroleros de suma importancia y sería un precedente fundamental para las relaciones diplomáticas entre ambos Estados, cuya normalización ha sido torpedeada habitualmente por el movimiento terrorista Hezbollah, que forma parte del gobierno libanes. Esperamos que en esta oportunidad prevalezca la cordura y el bienestar de dicho pueblo, cansado de las arbitrariedades y formas de actuación de este grupo alineado con el terror.
Como podemos ver, el terrorismo tiene un engranaje que va desde el incitador bien sea religioso ó político hasta el perpetrador, siendo que dichos mensajes en muchos casos pueden ser transmitidos a través de las redes sociales, donde abundan las expresiones antisemitas.
El camino no es fácil y el mundo deberá aprender de Israel en esta dura y peligrosa tarea, de prevenir las actividades terroristas o una vez cometidas, detener a sus ejecutores hasta que en algún momento histórico, el ser humano pueda vivir con respeto hacia el prójimo diverso, aprovechando las fortalezas de cada uno, para entre todos hacer una humanidad más humana.
@migueltruzman
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