El Mundo

Irán: 75 víctimas en 12 días y noches de protestas

Termina una nueva noche de protestas de mujeres y hombres en el país asiático, iniciada tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, detenida por la policía moral por llevar un pañuelo en la cabeza que no se ajustaba a las normas de la República Islámica. Ya son 75 las víctimas entre los manifestantes, según las organizaciones internacionales

En los pocos vídeos que consiguen salir de Irán, a pesar de los continuos apagones de Internet, y relanzados por canales de televisión de la oposición o con sede en el extranjero, se ve a una mujer sin velo agitando los brazos en el aire en el barrio de Narmak de Teherán, así como a otras mujeres en Sanandaj, capital de la provincia noroccidental del Kurdistán, donde nació Mahsa, mientras que en el sur, en Shiraz, un hombre protesta contra los dirigentes de la República Islámica.

A pesar de los llamamientos internacionales para que se ponga fin al uso de la fuerza, el gobierno iraní sigue utilizando la mano dura contra los manifestantes, a los que acusa de ser «alborotadores» que «atentan contra la seguridad y la propiedad pública». Esto ha provocado 75 muertes, según las organizaciones humanitarias (algo más de 40 admitidas por el gobierno), y 1200 detenciones oficiales, de activistas, abogados y periodistas. Según la versión de los hechos del gobierno iraní, las protestas han terminado, pero «los medios de comunicación occidentales que critican a Irán siguen hablando de un clima inflamado y llaman a personalidades conocidas a mantener viva la protesta».

La hija del ex presidente Rafsanjani también es detenida

El ministro de Sanidad acusó a los manifestantes de destruir 72 ambulancias, que según la oposición se utilizaban para transportar a las fuerzas de seguridad. También fue detenida la hija del ex presidente iraní Rafsanjani, Fazeh Hashemi, de 69 años, periodista y activista de derechos humanos. En una reunión durante la Asamblea General de la ONU, el Secretario General Guterres «subrayó al presidente iraní Raisi la necesidad de respetar los derechos humanos, incluida la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación». También pidió una «investigación rápida, imparcial y efectiva» sobre la muerte de Mahsa Amini.-

Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano/Vatican News

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