El Papa

Papa Francisco: Cristo nos pide un espíritu fuerte y no tímido

El Papa Francisco celebró el sábado una Misa para el Cuerpo de la Gendarmería Vaticana en la que les invitó a renovar constantemente su vocación para no caer en la tibieza, y señaló que Cristo pide a sus discípulos un espíritu fuerte y no uno tímido.

La Eucaristía fue celebrada en la Gruta de Lourdes de los Jardines Vaticano tras la fiesta de San Miguel Arcángel, patrono de la Gendarmería Vaticana.

En su homilía, el Santo Padre invitó a los gendarmes a renovar su vocación de servicio. “Esta es una celebración para rezar de tal manera que el Seño reavive la vocación de cada uno de nosotros, hoy la de ustedes gendarmes, y la haga crecer”, señaló.

En ese sentido, el Papa Francisco explicó que “cuando una cosa no se reaviva, se apaga; cuando una cosa no crece, no se mueve, se corrompe”.

Sin embargo, alertó el Pontífice, “como sucede también a nosotros los sacerdotes, a todos, uno se acostumbra; y cuando uno se acostumbra, en vez de crecer, va hacia abajo, desciende, desciende…y ahí nace es cosa tan fea en nuestra vida de sacerdotes, que es de servicio: nace la tibieza, el ser tibios”.

Por ello, dijo que es necesario reavivar la vocación y hacerla crecer todos los días. Francisco invitó a los gendarmes “a renovarse: todos los días ser mejores, todos los días dar un paso adelante en la propia vocación a la cual hemos sido llamados”.

Tres cosas importantes

En su homilía, el Santo Padre recordó que San Pablo pide a su discípulo que renueve y se haga cargo del don que le ha sido dado.

En ese sentido, llamó a los gendarmes a hacerse cargo de sus propias vocaciones “no con espíritu de timidez”, sino “con espíritu de fe, de caridad y de fuerza. Tres cosas que son importantes”.

“Nuestra vida, si no la vivimos a la luz de la fe, es mejor dedicarse a otra labor. Mi vida, la vida de todos los sacerdotes, y la de ustedes de gendarmes”, dijo el Papa, que indicó que es importante vivir la fe en un “verdadero servicio”.

Asimismo, el Papa Francisco animó a no temer a los errores. “¿Y si me equivoco? Pido perdón y sigo adelante, porque el error no es definitivo. Todos nos equivocamos, ¡todos! Si alguien no se equivoca que alce la mano, porque así lo hago venir a predicar”.

“Todos nos equivocamos. Y no tengan temor de esto, sino andar con fuerza en el servicio, y siempre adelante. Reavivar su vocación de servicio, de gendarmes”, alentó.

Finalmente, el Pontífice pidió a San Miguel Arcángel, para todos los gendarmes, “la gracia de poder reavivar la vocación”.

Fuente: ACI Prensa

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