Lecturas recomendadas

Fidelidad matrimonial

Rafael María de Balbín:

 

El hombre es capaz -a diferencia de las bestias- de querer a las personas como tales personas. Y cuando el varón ama a la mujer, y la ama de veras, su querer es muy superior al amor-pasión que es solamente de orden sensible. La pasión o el sentimiento no trascienden lo más inmediato o material, lo placentero o agradable. Pero con la inteligencia  descubrimos a la persona y somos capaces de amarla como tal, por sí misma. El enamorado puede decir a su enamorada: <<¡Qué bueno es que existas!>>, en frase de Josef Pieper.

El matrimonio, institución estable por naturaleza, no se apoya en la pasión o sentimiento pasajero sino en la donación recíproca y libre que hacen un hombre y una mujer que se aman como personas. Sólo así se garantiza la fidelidad. “Para un ser como el hombre que vive en el tiempo, el único modo posible de realizar la eternidad es como fidelidad a lo largo del tiempo. La afectividad no puede asegurar el futuro, puesto que la afectividad es, como mantuvieron los clásicos, pasión, o sea, lo que a uno le pasa y nadie puede asegurar qué va a pasarle, porque está fuera del ámbito de su libertad. Pero la voluntad puede habérselas con el futuro, porque está en el orden de lo que el hombre hace y no de lo que le pasa, y lo que el hombre hace sí está en el ámbito de la libertad. Por eso, el matrimonio se funda no en el orden de la afectividad, sino en el de la voluntad, o sea, en la decisión libre de sacar adelante la unión amorosa de dos personas” (J.V. ARREGUI. Compromiso matrimonial: amor y tiempo. Pamplona, 1994. Pp. 115 ss.)  .

¿Por qué hay demasiados matrimonios jóvenes o no tan jóvenes que se desmoronan? Porque tratan de apoyarlos en la afectividad, que es cambiante, más que en el libre compromiso del querer voluntario que es estable. “El hombre es el animal que puede prometer y la fidelidad a las propias promesas implica realmente una autoposesión por encima de la temporalidad, un dominio de sí en el futuro, porque sólo un ser que es persona, o sea, dueño de sí, puede disponer de sí en el futuro. Desde este punto de vista, la fidelidad aparece no sólo como la virtud característica de un ser que es persona, sino como la muestra más clara de la libertad humana, puesto que ser libre es, en su sentido más radical, disponer de sí. En el fondo, la libertad es la capacidad de comprometerse y la fidelidad a la palabra dada viene garantizada por la fidelidad a sí mismo, porque supone que, pase lo que pase, yo seguiré siendo yo” (Idem) .

<<Descubrió que ya no estaba enamorado…>>;  <<Se enamoró de otra…>>. Es como querer basar el matrimonio en el terreno movedizo de los afectos cambiantes más que en el libre compromiso de la persona, que se proyecta en la honda plenitud de la fidelidad. “Ahora bien, el concepto de fidelidad, como ha señalado agudamente Thibon, se opone tanto al puro rechazo del cambio, al anquilosamiento, como a la inconstancia. La fidelidad no es ni fosilización ni volubilidad, sino el modo de realizar lo eterno en el devenir, la capacidad de mantener la identidad precisamente a través del cambio. <<La verdadera fidelidad  -escribe el filósofo francés- no consiste en la detención del cambio, consiste en impregnar de eterno el cambio>>, o, si se prefiere, es la <<forma de hacer explícito lo eterno a través del tiempo, lo inmutable a través del tiempo>>. Por eso, la fidelidad voluntaria es el único modo de realizar la pretensión de eternidad del enamoramiento afectivo” (Idem) .

Rompamos lanzas por la fidelidad y la hombría de bien. Dejemos a un lado el capricho del débil y del inmaduro. “Esta fidelidad no es puro anquilosamiento, porque el compromiso estriba precisamente en establecer la unidad de dos vidas. La verdadera fidelidad no  es, por tanto, pura inercia, ni mucho menos es pereza o miedo al cambio o a la novedad. La lealtad es dinámica o no es. La fidelidad a la persona amada, la perseverancia en el intento de llevar a cabo la unión de dos vidas no puede ser nunca parálisis porque paralizar una vida es matarla” (Idem) ..-

(rbalbin19@gmail.com)

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba