«Ser católico no significa estar a la defensiva, sino proponer los valores del Evangelio»
Entrevista a Lydia Jiménez, Co-fundadora y Directora General de la Cruzadas de Santa María
Los cristianos no podemos vivir a la defensiva, ni dejarnos deslumbrar por ideologías pasajeras. Son palabras a Aleteia en esta entrevista de la directora del Instituto Secular Cruzadas de Santa María, Lydia Jiménez, quién ha sido la encargada de presentar el Congreso Católicos y Vida Pública que organiza el CEU en Madrid cada noviembre.
La 24 edición del congreso que anualmente organiza la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU lleva por título “Proponemos la fe, transmitimos un legado”. El Congreso se celebrará los días 18, 19 y 20 de noviembre, en la Universidad CEU San Pablo en Madrid.
– ¿Los católicos no están suficientemente presentes en la vida pública española?
Efectivamente, es necesario impulsar una presencia más incisiva de los católicos en la vida pública española. A través de plataformas culturales y propiciando que los centros educativos de titularidad católica, mantengan esa identidad como la mejor apuesta de evangelización y de alumbrar una sociedad más justa, impregnada de Evangelio.
– ¿Ser católico significa estar a la defensiva en una sociedad poco proclive a los valores del Evangelio, o ser propositivo?
Por supuesto, no significa estar a la defensiva, sino proponer los valores del Evangelio, con una apuesta creíble de humanización y de valoración de la persona en todas sus dimensiones.
– ¿Usted es una mujer de esperanza, o siente nostalgia por un pasado más sólido, religiosamente hablando?
Me parece que el momento histórico que vivimos es apasionante y los retos que se nos presentan, no pueden afrontarse con actitudes nostálgicas porque en todos los momentos de la historia ha habido problemas, a los que han dado respuesta los líderes indiscutibles que tiene la sociedad, que son los santos.
– ¿Cómo se puede evangelizar a un mundo que no sabe ni quiere ser evangelizado?
El papa Benedicto XVI, en el Jubileo del año 2000, habló a los catequistas de la actitud y el método que hemos de utilizar hoy para evangelizar. Empieza hablando de la conversión y apunta que para ser creíbles hemos de proponer con humildad y que hemos de ser conscientes de que los grandes movimientos de evangelización empiezan con pequeñas realidades. Él habla del «grano de mostaza».
El testimonio de la coherencia
Hemos de evangelizar por contagio. Hemos de ser personas creíbles por nuestra coherencia de vida. Y hemos de despertar interrogantes en nuestra manera de actuar y que nuestra propuesta sea siempre valiente y respetuosa con los que no comparten nuestra fe.
– ¿Las ideologías que reclaman sociedades más permisivas, inclusivas, progresistas… dejan hueco a la propuesta de la religión?
Los cristianos no podemos vivir a la defensiva, ni dejarnos deslumbrar por ideologías pasajeras. Retroceder ante las dificultades no da resultado. Al cristiano le es constitutiva la esperanza, la magnanimidad contra todas las dificultades y los reveses y la confianza de que “todo es posible al que cree” .
– Me preguntas si crecen los católicos no practicantes.
Sí. Crece lo que en sí mismo es una contradicción. En el origen está la devaluación de la razón, que se niega a buscar la verdad y a vivir de forma coherente. El católico no practicante es como el que se dice futbolista y nunca ha jugado al fútbol. Un contrasentido, una sinrazón.-
Miriam Díez Bosch – publicado el 11/11/22-Aleteia.org