Opinión

¿Qué hacer? II

¿Sería posible, que ese sin número de aspirantes, nos digan para qué quieren gobernar a Venezuela? ¿Cómo lo piensan hacer?

 

Gloria Cuenca:

 

Con este artículo termino sobre lo que  he estado escribiendo. Sigo la orientación del inolvidable Maestro Kotepa Delgado, (QEPD): “Escribe que algo queda”. Si soy sincera, amables seguidores y contradictorios lectores, he llegado a dudar, de esa expresión. Me he preguntado en diversas oportunidades: ¿En verdad, queda algo? La respuesta -gracias Dios mío- ha venido de los contradictorios lectores y los amables seguidores. Algunos se comunican conmigo- para mi tranquilidad- y han dicho: ¿Por qué Ud. no escribe sobre qué hacer? No me siento una pitonisa.  Tampoco creo tener certeza para contestar a esa pregunta. Sin embargo, en medio de todo, de algo estoy segura: hay que tener un candidato único y hay que votar por él. De memoria se la cantidad de sandeces que dicen por el twitter y demás redes sociales. Ya les dediqué un artículo y basta de dar respuesta a quienes no tienen la mínima idea de lo que es la política, la democracia, la lucha ciudadana y la responsabilidad social del ser humano en la sociedad.

Algunos, sensatos, llegan a proponer; otros sugieren que se le pida a Lorenzo Mendoza, que se lance; también ha sonado, además de los que ya sabemos, Calderón Berti. Por otra parte, hay quienes plantean la posibilidad de buscar mediante, conversaciones entre todos, conocerlos mejor. ¿El consenso, tal vez? Se trata de escucharlos, oírlos y verlos-virtualmente-por supuesto, también para que, después de seleccionado el candidato de la unidad, no se echen para atrás.

Les cuento, que lo primero que se me viene a la mente es  la pregunta leninista: ¿Qué hacer? Honestamente, les digo a los candidatos de izquierda radical, que la experiencia traumática del socialismo del siglo XXI, difícilmente saldrá de nuestra memoria. De manera que, deberán restructurarse o volver a la social democracia, si llegaran a presentar algún líder. Hay que decirlo: la izquierda, también la radical, está rayada en Venezuela.

Me gusta el método socrático. Preguntar y repreguntar, hasta llegar a la repuesta concreta. Parte del criterio de que, todos sabemos las respuestas a las cuestiones que se formulan; el tema estriba en hacer la pregunta adecuada y dejar que afloren las posibilidades, para que, de ese diálogo, fecundo, se extraiga lo mejor. Requiere la decisión de escucharse, unos a otros. Esto es fundamental. ¡Ah! Que importante sería preguntar a los candidatos, conocer sus intenciones, sin límite de tiempo.

En oportunidades, he escrito que el poder lo tiene quien escucha. Entre nosotros, a menudo, se piensa que quien habla es quien posee poder. Las discusiones, sobre quien habla primero, segundo o al final, en asambleas o mítines, a veces requieren de partes negociadoras, para establecer el orden. “Si tu empiezas, yo termino” o viceversa. La cuestión es que hoy se sabe: quien escucha atentamente, lo que dicen los demás, al final es quien sabe lo que quieren conseguir, por ende, es el dueño del poder. Lo demás dependerá de su capacidad de liderazgo, de encontrar las verdaderas necesidades sentidas y acercarse, a quienes requieren de su orientación.

He escrito -en otra oportunidad- sobre la trascendencia, la preparación, la eficacia, la honestidad, la responsabilidad,  el compromiso, la decisión de servir, que requiere un líder para este difícil momento de nuestra historia. Estamos, como si, hubiera ocurrido una guerra, sin que haya sucedido. Se han corrompido, en todos los sentidos que pueda ser usada esa expresión, los sectores del gobierno, (ejecutivo, legislativo y el judicial), sin que podamos hacer algo por modificar la situación, si no,  cambian los personajes. También una parte del pueblo, – esto es fundamental-ha caído en la ausencia de ética y valores. Quienes han usurpado el poder, arruinaron al país. Transformaron una nación, con múltiples potencialidades, en un desastre. Lo más malo de todo: han degradado nuestra educación a niveles inauditos, al eliminar valores para mantener a la población con acciones y costumbres, que estimulan el robo, la avaricia, la corrupción, la mentira, la injusticia, entre otros males, haciendo creer, ver y confiar que esa es la verdad, la realidad, lo necesario, lo justo. ¿Puede haber algo peor?

A pesar de este panorama, muchos aspiran a lanzarse en la contienda pre electoral, las primarias y luego seguir adelante, hacia las presidenciales.

Tenemos algunas peticiones: ¿Sería posible, que ese sin número de aspirantes, nos digan para qué quieren gobernar a Venezuela? ¿Cómo lo piensan hacer? ¿Con cuales instrumentos, formación, preparación, cultura, entre otros aspectos, cuentan para ello? ¡Ah, creen que lo que pasó, puede volver a pasar! ¡Ni lo esperen i La desgracia, el karma, las brujerías, no se repetirán nuevamente! ¡Dios y la Virgen nos acompañen, a los demócratas! También, nos amparen y protejan del tipo de gente que ha gobernado, por más de dos décadas, a nuestro desdichado país.-

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