Mons. Peña Parra en la Basílica de la Chinita: “La paz crece con el perdón y la reconciliación”
Actualmente hay más de 100 países en conflictos armados. “Es por ello que, desde esta Basílica, pido por la paz en Venezuela y en el mundo, especialmente en aquellos lugares que más lo necesitan. La paz verdadera nace de la justicia, sin justicia no hay paz, esa justicia que tiene en Dios, su principio y su fin”, dijo
En horas de la tarde de este viernes 18 de noviembre de 2022, desde la plazoleta de la Basílica Ntra. Sra. Del Rosario de Chiquinquirá se realizó la celebración eucarística con motivo de los 313 años de la renovación milagrosa de la Virgen Morena, presidida por el Excmo. Mons. Edgar Peña Parra, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaria de Estado de la Santa Sede.
Estuvieron como concelebrantes Mons. José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo; Mons. Helizandro, Arzobispo Coadjutor de Mérida; Mons. Mariano Parra Sandoval, Arzobispo de Coro; Mons. Nicolás Nava, Obispo de Machiques; Mons. Ángel Caraballo, Obispo de Cabimas; Mons. Carlos Curiel, Obispo de Carora y Mons. Ubaldo Santana, Arzobispo emérito de Maracaibo.
Mons. Peña Parra durante la homilía expresó que “desde el año 1709 la presencia vigilante y amorosa de Ntra. Sra. de Chiquinquirá ha acompañado al pueblo maracaibero haciendo brotar la gracia en su divino hijo de la riqueza de la vida cristiana”
Dijo también, que “Cuando miramos la imagen de María de Chiquinquirá se nos presenta con el rosario en sus manos, con esto nos anuncia a Cristo y nos recuerda la importancia de la oración y del rezo del Santo Rosario cada día”
Destacó la importancia de la familia para la sociedad, recordando que «familia que reza unida, permanece unida», lo que representa una forma de defensa de nuestra familia, como institución, y de los lazos familiares que han sido y siguen siendo, lo más importante. “Algunas veces denigrados y marginalizados, pero siguen siendo el punto de referencia más firme y fuerte para la estabilidad de toda la comunidad humana y social”, enfatizó.
El Sustituto de la Secretaria de Estado de la Santa Sede pidió que se defienda a la familia: “pido a todos los presentes, que defendamos la familia, acerquémonos a este tesoro del amor, para hacer de esta humanidad, una humanidad más fraterna y más estable”
También hizo mención a la esperanza de la Iglesia, los jóvenes, “son el futuro de nuestro país, pido a María mucha fortaleza en la fe que les conduzca a Jesucristo”
Mons. Peña ante las dificultades y situaciones adversas que vive el mundo hoy, recordó las palabras del Papa Francisco, que con frecuencia nos recuerda “que vivimos en una tercera guerra mundial vivida a pedazos”.
Actualmente hay más de 100 países en conflictos armados. “Es por ello que, desde esta Basílica, pido por la paz en Venezuela y en el mundo, especialmente en aquellos lugares que más lo necesitan. La paz verdadera nace de la justicia, sin justicia no hay paz, esa justicia que tiene en Dios, su principio y su fin. La paz crece con el perdón y la reconciliación”
Finalmente agradeció como buen zuliano a la Madre de Dios “hoy quiero agradecer a la Virgen de Chiquinquirá por todas las bendiciones y gracias que ella procura para cada uno de nosotros cada día. Al celebrar hoy la renovación milagrosa de María Chiquinquirá, se nos invita a una profunda renovación espiritual y un esfuerzo por vivir con toda integridad los compromisos de fidelidad de nuestro bautismo”.
El número tres del Vaticano, pidió a la Virgen de Chiquinquirá por la sociedad venezolana “que crezca en todos la esperanza, la convivencia pacífica y se abran nuevos caminos de prosperidad para todos”.
Como dato importante de esta celebración, el Papa Francisco dio el reconocimiento «Rosa de oro», que es un homenaje muy antiguo a la reina del cielo que los pontífices otorgan eventualmente a advocaciones con inmensa devoción. “Este año, el Papa Francisco ha querido otorgar está distinción a María de Guadalupe, para honrar a todo el pueblo venezolano”
Previo al inicio de la eucaristía, la Arquidiócesis de Maracaibo obsequió anillos episcopales a Mons. Edgar Peña Parra y a Mons. Helizandro Terán, Arzobispo Coadjuntor de Mérida en ocasión de su visita a estas tierras y como signo de gratitud.
Fuente: Prensa CEV