¿Qué diría el padre Félix Varela ante la guerra mundial a pedazos?

«El pensamiento del padre Félix Varela sigue vigente en este mundo convulso». Aleteia conversó con el profesor Eduardo Torres-Cuevas, profesor Ordinario de Ciencias Históricas de la Universidad de la Habana experto en el pensamiento del sacerdote cubano, patriota y puente entre Cuba, España y Estados Unidos. Un sacerdote que combinó en su vida ciencia, fe y espiritualidad.

La Pontificia Universidad Lateranense de Roma ha organizado el 18 de noviembre una jornada académica dedicada a «Padre Félix Varela: permanencia de su legado y elementos en su causa de beatificación». Su beatificación está en proceso y podría llegar a ser una realidad en el primer semestre de 2023 con la aprobación del milagro y la firma del decreto por parte del Papa Francisco.

En la Jornada académica intervino a través de un vídeo-mensaje, el presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba, monseñor Emilio Aranguren, y en presencia el postulador, el arzobispo Vincenzo Paglia, el doctor René Juan Mujica Cantelar, embajador de la Republica de Cuba ante la Santa Sede,  además del prof. Torres-Cuevas.

Félix Varela y Morales (La Habana, Capitanía General de Cuba, 20 de noviembre de 1788 – San Agustín, Florida, Estados Unidos, 25 de febrero de 1853) también conocido como el Padre Varela, fue un sacerdote, maestro, escritor, filósofo y político cubano que tuvo un importante desempeño en la vida intelectual, política y religiosa en la Cuba de la primera mitad del siglo XIX. El padre Varela es considerado uno de los forjadores de la nación cubana.

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El profesor Eduardo Torres-Cuevas aseguró que Varela era un defensor de la libertad del individuo y creía en la nación como espacio vital para crecer junto a los demás.  El primero que ha dado forma al proceso del siglo XIX en el que se formó la ciudadanía y la democracia en Cuba. Una conciencia para la ciencia, el intelecto y una espiritualidad con los pies en la tierra, sostuvo el profesor de Ciencias Históricas de la Universidad de la Habana.

La virtud es el camino para la verdad. El camino que lleva al bien. Estos valores católicos fueron promovidos por el padre Varela, que citaba la teología de San Agustín para formar una nación fuerte en las virtudes de la fe.

Una visión única de patriotismo cubano. No un mal entendido concepto de patria. El concepto de Félix Varela es el concepto del amor por la patria que se proyecta en la humanidad entera. El filosofo como cosmopolita, pero patriota. La patria es humanidad, la atención por los otros pueblos. Patria para padre Varela es la «fusión dulcísima, de amores y de esperanzas».

La Cuba de Varela estaba conformada por 85 etnias africanas desarraigadas bruscamente, europeos (españoles, italianos, suecos). Y promulgaba las fronteras abiertas, el corazón abierto para una convivencia pacífica y armoniosa entre los hombres diversos pero bajo el mismo suelo.

En 1822 dicta las clases de derecho en la universidad y profesaba que los pueblos no se corrigen con leyes injustas. No se trata de que las ideas se sometan a la naturaleza. Se trata de que las ideas se sometan a la naturaleza. El pensamiento de Varela es la búsqueda del bien. Por eso, su pensamiento busca una coherencia entre la teología católica, la filosofía y la ley que erige la patria, abundó el profesor Torres-Cuevas.

El historiador considera que la importancia de la herencia del padre Varela hoy está precisamente en los principios universales y permanentes de hacer el bien. Pueden cambiar los contextos y los lugares. Pero preocuparse por los demás y por el destino de la humanidad es un principio que ennoblece.

Desarrollar espiritualmente a la persona y no sólo por el sentido práctico del saber por saber o poseer es una preocupación del padre Félix Varela. Esto es porque la pérdida de los valores puede llevar a las peores consecuencias y actos inhumanos; guerras, esclavitud, perder el sentido de la vida misma, de la dignidad y de la libertad.

Aleteia conversó con el profesor Eduardo Torres-Cuevas después de su ponencia en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma sobre la aplicación del pensamiento del padre Varela en nuestros días.

–Hoy en un mundo fragmentado, como dice el Papa Francisco, golpeado por la tercera guerra mundial a pedazos, ¿cómo la búsqueda de valores universales cristianos por parte del Padre Félix Varela, nos puede ayudar como ciudadanos del mundo, con pies en la tierra y pero con la mente en el cielo, a buscar la fraternidad y la paz?

En ningún momento de la historia humana ha sido tan necesario tener una visión que trascienda el odio, que trascienda los rencores, para que los hombres no vuelvan a matarse unos a otros. Ahí está la Biblia y la historia humana que muestran las consecuencias que tienen esas posiciones.

Yo creo que ahora más que nunca es necesario volver a esas ideas limpias, a esas ideas que ayudaron a forjar las naciones, que lograron unir gentes. Y ese es el principio para evitar las divisiones.

Hay factores materiales que llevan a veces a las peores consecuencias. Pero también hay que lograr que la gente reconozca que no es solo en lo material, en lo que está la felicidad. Eso hay que enseñarlo, educarlo, inculcarlo y para que, especialmente los jóvenes descubran este otro ángulo del ser humano. Y creo que es ahí donde está ahora nuestra situación a nivel mundial.

–Padre Varela hizo una labor pedagógica a favor de los derechos y de la dignidad de cada persona, incluso para abolir la esclavitud y salir de los colonialismos. 

El padre Varela es de inspiración para nosotros como educadores y para los jóvenes. Pero yo te diría que es con los jóvenes con quien más hay que conversar.

Hay jóvenes que, en fin, siguen dando esperanza a la humanidad. También hay que pensar en los que hay que rescatar, en los que hay que ayudar, en los que están perdidos, en caminos que son tremendamente complicados.

Yo creo que ustedes los jóvenes tienen que pensar en encontrar y ayudar a encontrar esos caminos y tienen al padre Félix Varela y tienen las ideas que el propio Papa Francisco está difundiendo con esperanza por el mundo.

De manera contraria, sería el fin, pues puede quedar el planeta e incluso el aspecto material del ser humano. Pero sí ese ser humano se destruye por dentro, ya eso no tendrá nada de humanidad y eso es lo hay que salvar.

-Si usted estuviera aquí de frente a un joven y tuviera un minuto para explicarle en cinco puntos qué es lo que de la vida virtuosa de padre Varela tiene que observar y de pronto inspirarse. ¿Qué le diría? 

Primero, reitero, la idea del bien, buscar la satisfacción haciendo el bien. Padre Félix Varela es un sacerdote cubano que a final del siglo XVIII explora el llamado ‘pensamiento moderno’ entre ciencia, conciencia y espiritualidad. ¿De qué valen las ciencias sino están acompañadas de valores, de una razón de ser y que satisfaga por hacer el bien?.

Segundo, el cultivarse a sí mismo. Tú puedes tener muchos maestros, pero el principal maestro de ti, eres tú mismo. Yo te puedo indicar una lectura, la puedes hacer o no, o puedes hacerla sin mucha penetración. Pero si tú eres el guía de tu propia lectura, buscando el bien, buscando las razones y sobre todo, desarrollar tu espíritu, eso sería lo esencial.

El tercer punto. Buscar los elementos de la historia humana que de verdad te permiten entender por qué estamos aquí hoy y a partir de ahí, entender el camino para un futuro. La construcción de tu propia vida, dentro de un conjunto que te acompaña. Y eso te lo da la propia civilización humana.

Y cuando digo civilización humana, eludo la definición cerrada de pensar en la civilización occidental, valorando todas sus manifestaciones que son enormes y que ayudan a comprender a los pueblos y, a partir de ello, el joven puede darse cuenta de la dimensión que le corresponde como ser humano.

Es decir, yo creo que todo hombre cree; tenga una creencia u otra. Creer lleva a tener fe. Y la vida sin esperanza y sin fe no tiene sentido. Es nacer y morir. Pero la fe es la que le da sentido, permanencia a la vida.

Y el 5.º punto. Para nosotros en Cuba, Félix Varela es el santo sacerdote. Hay otra santidad que no es la que necesariamente va a otorgar la Iglesia.

Entonces yo creo que eso es saber también algo que muchas veces se pierde, que uno necesita figuras que le sirvan de ejemplo. Y buscarlas, porque son figuras que te ayudan a comprender mejor tu propio destino. Y eso es muy importante en el caso del padre Félix Varela.

– ¿Y cuales son esas figuras de referencia que forjaron a padre Varela? -Usted mencionó a San Agustín…

Pero también hay un pensamiento hacia el mundo laico, es decir, en las leyes, en la filosofía, ya no hablando en un plano netamente teológico, ya en un plano científico. Claro, ahí sí hay una importancia de Immanuel Kant, del propio Voltaire, que era el más mesurado de los ilustrados del 18 francés.

Pero que esas son figuras que tuvieron una importancia enorme en la proyección de padre Félix Varela. Pero, bueno, San Agustín, sin duda tuvo un papel importante en la vida del santo sacerdote. Recomiendo para cualquiera leer La ciudad de Dios (22 libros, realizada en 15 años) y las Confesiones de San Agustín es un modo de abrir la mente también.

AWR | ALETEIA // Ary Waldir Ramos Díaz – publicado el 22/11/22