Dos misiles cayeron en la parroquia latina de Jersón, con muchos parroquianos… pero no explotaron
El obispo de la diócesis católica de rito latino de Odesa-Simferopol, Stanislav Szyrokoradiuk, ha difundido un acontecimiento que a muchos españoles les hará recordar el Pilar de Zaragoza y la Guerra Civil, cuando unas bombas cayeron en el templo pero no explotaron, y hoy se exponen en el santuario aragonés.
Algo similar sucedió este 23 de diciembre ante muchos testigos en la parroquia católica latina de Jersón, ciudad reconquistada hace unas semanas por los ucranianos y desde entonces bombardeada con asiduidad por la artillería rusa.
Al ser el día antes de Nochebuena, dos sacerdotes y muchos parroquianos de todas las edades, también niños, estaban en el templo decorándolo, limpiándolo y preparándolo para la Navidad latina.
Los rusos bombardearon entonces y dos misiles cayeron sobre la parroquia y dejaron dos agujeros en el techo. Después, uno cayó al suelo y se rompió. Otro quedó atascado en la pared. Y ninguno de los dos explotó.
El obispo Szyrokoradiuk lo contó al día siguiente con detalle en la misa de vigilia de Navidad en Odesa y lo difundió el servicio de prensa de los católicos de rito latino de Ucrania.
Muchos hablan de un milagro. Otros, lo achacan a la mala calidad o el mantenimiento deficiente de las municiones rusas. Otros imaginan que quizá algún artillero deliberadamente usó munición sin carga. Todas estas hipótesis son compatibles. Los parroquianos se sienten aliviados y protegidos por Dios.
Pero la diócesis recuerda que al día siguiente, Nochebuena, los bombardeos rusos contra en Jersón y alrededores mataron a 10 personas e hirieron a 55.
La diócesis latina de Odesa cubre un territorio grande (del tamaño de Castilla y León y Aragón juntas) pero cuenta con apenas unos 18.000 católicos. La mayoría de los católicos de la zona son de rito bizantino.
Audiencia del miércoles: el Papa ora por «la martirizada Ucrania»
En la audiencia pública del miércoles 28, el Papa recordó la situación en Ucrania en sus saludos públicos. «Que el Niño de Belén les de su luz y su consuelo. Que Él conceda a la martirizada Ucrania, oprimida por la brutalidad de la guerra, el anhelado don de la paz», dijo en italiano.
Y en su mensaje a los fieles polacos añadió: «Que el amor de Dios revelado en Belén traiga consuelo a nuestros corazones, turbados por el drama de la guerra en Ucrania y en otras partes del mundo», dijo. «Recordemos que en la historia de la humanidad la última palabra pertenece a Dios, porque ‘todo pertenece al amor’«. Especificó su bendición a todas «las familias polacas y ucranianas que se encuentran actualmente en vuestra patria».
El cardenal Krajewski, limosnero pontificio, con desplazados en Ucrania en Navidad.
Octava oleada de bombardeos: Leópolis sin electricidad
En la mañana del viernes 29 de diciembre, Rusia lanzó su 8ª oleada de misiles de larga distancia contra distintas ciudades ucranianas. Ucrania detalla que fueron 69 misiles de crucero y misiles transportados S-300, de los cuales las autoridades ucranianas dicen que lograron interceptar 54.
El alcalde de Leópolis, la ciudad y región con más presencia católica, muy lejos del frente y llena de desplazados, afirmó que el bombardeo dejó sin electricidad al 90% de la urbe. El bombardeo dejó también sin electricidad a un 40% de los habitantes de Kiev, según su alcalde, quien detalló que entre los heridos hay un niño. En Kiev estos días la temperatura oscila entre los 5 y los -1 grados centígrados.
Misas navideñas sin electricidad del cardenal Krajewski, limosnero del Papa
El cardenal Krajewski, limosnero del Papa, ha estado en Ucrania desde el 19 al 27 de diciembre, y ha pasado allí la Nochebuena y Navidad, celebrando misas sin electricidad, a veces con velas, a veces con generadores que funcionan con combustible. Acudió con unas furgonetas llenas de generadores y de camisetas y ropa térmica, para afrontar el frío. La campaña de la Limosnería Pontificia para conseguir esta ropa ha recaudado 230.000 euros de 2.200 pequeños donantes en dos semanas.
“En Leópolis traje tantos generadores y camisetas térmicas como pude. Luego con el auto lleno de ropa térmica llegué a Kiev y entregué todo a Cáritas. Han comenzado a distribuir en varias partes de Ucrania, especialmente en zonas de guerra”, detalló a su vuelta a Roma.
Celebró la Nochebuena con unas 300 personas, con los dominicos de Fastiv, a 80 km de Kiev, que acogen a numerosos refugiados. Conoció allí a 150 voluntarios de distintas naciones y religiones.
«Estábamos en la Iglesia con los generadores, no había luz, nos cuesta entender esto… Cuando no hay luz, no hay calefacción, no se puede cocinar. Afortunadamente, con el dinero enviado hace mes y medio al nuncio desde la Limosnería, en nombre del Santo Padre, se compraron los grandes generadores. Usamos uno de estos para celebrar la Misa y dar luz a la casa donde están los refugiados”. A las once de la noche todos debían estar en casa por los toques de queda.
En Kiev el cardenal Krajewski estuvo con las Misioneras de la Caridad, las religiosas ‘calcutas’ de la Madre Teresa, que gestionan alojamiento para 30 personas, y reparten comida para 150 personas 3 o 4 veces por semana. “Celebré la Misa con ellos, luego almorcé en la Nunciatura y por la tarde fui a visitar otras comunidades religiosas: las Capuchinas, las monjas de la familia de Nazaret. Los ruidos de los generadores se escuchan por todas partes. Muchos han venido de Italia gracias a la increíble generosidad de la gente. Todos los que hemos traído, ya han sido repartidos y funcionan».
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218