¿Un milagro del Papa Benedicto XVI?
El Papa Benedicto XVI falleció el 31 de diciembre de 2022 y el 5 de enero de este año fue sepultado en el Vaticano. Solo unos días después algunos ya hablan de un presunto milagro obrado por su intercesión.
El Papa Benedicto XVI falleció el 31 de diciembre de 2022 y el 5 de enero de este año fue sepultado en el Vaticano. Solo unos días después algunos ya hablan de un presunto milagro obrado por su intercesión.
Diversas publicaciones en redes sociales hablan de un “hermoso milagro” al recordar la historia del P. Peter Srsich, de la Arquidiócesis de Denver (Estados Unidos).
El cáncer y la “lejanía” de Dios
“Descubrimos que era un linfoma de Hodgkin en etapa cuatro, que era un tumor, y también vimos otros tumores en el sistema sanguíneo”, contó el sacerdote.
“Es una de esas cosas que parecen que pesan una tonelada de ladrillos cuando tienes 16 años” pero “tenía mi fe, así que comencé con una buena mentalidad, un buen deseo de sufrir bien, y lo tiré por la ventana casi de inmediato cuando comencé a sufrir de verdad”, recordó el P. Srsich.
Para combatir el cáncer, Srsich tuvo que soportar inicialmente siete rondas de quimioterapia y 21 días de radiación.
“El cáncer realmente no me afectó mucho, pero la quimioterapia fue lo que me derribó y me golpeó”, recordó.
“Entonces, mientras pasaba por eso, la pérdida de cabello, los efectos secundarios, todo eso, fue cuando decidí que Dios no existía y que todo lo que aprendí y creía eran una tontería, pero fue en esos momentos en que Dios decidió abrirse paso”.
Aún enfermo pero ya con 17 años la fundación Make a Wish le ofreció cumplirle un deseo y él pidió ver al Papa Benedicto XVI.
Pese al sufrimiento su inquietud vocacional seguía en pie y ahora quería ver al Santo Padre.
“Tuve como 30 segundos o un minuto para hablar con él, así que le dije lo básico de mi historia: ‘tenía cáncer, quería ser sacerdote, ¿Me puede dar su bendición?’”, relató el joven presbítero.
“Me dio su bendición. Fue un gran regalo poder conocer al Santo Padre, estrechar su mano y recibir su bendición. Fue una poderosa experiencia conocer al Papa”, dijo Srsich.
Benedicto XVI lo bendijo colocando su mano derecha en el pecho del joven, sobre el lugar donde estaba ubicado el tumor.
“Es una gran vida ser sacerdote”, resaltó el P. Srsich. “Todas las pruebas, todos los sufrimientos valieron la pena”, concluyó.