Venezolanas y venezolanos…¡de valía!
Madrid, para los venezolanos, se está convirtiendo en lo que ha sido Miami para los cubanos. Más que un lugar de residencia, un lugar de renacimiento de sueños, con una clara explosión de posibilidades creativas, gracias a lo que la libertad puede producir positivamente en los seres humanos
Marcos Villasmil:
En los días navideños circuló por las redes sociales un excelente video de la modelo, conductora de televisión, reina de belleza (la cuarta venezolana en ganar “Miss Internacional”) y periodista Goizeder Azúa. En ese video podían verse diez grandes logros de venezolanos en España -fundamentalmente en Madrid- durante 2022.
Azúa (nacida en San Felipe, Yaracuy, y con orígenes vascos) actualmente tiene un programa de Tv semanal donde entrevista a ciudadanos venezolanos residentes en España, que cuentan los esfuerzos y logros de una muy exitosa emigración de compatriotas que están dejando una huella importante en la Madre Patria.
La comunidad venezolana -ya la ciudadanía extranjera más numerosa en Madrid- está convirtiendo esa ciudad en un equivalente en muchos aspectos a lo que significó y significa Miami para decenas de miles de cubanos que tuvieron que huir de la tiranía castrista.
Madrid, para los venezolanos, se está convirtiendo en lo que ha sido Miami para los cubanos. Más que un lugar de residencia, un lugar de renacimiento de sueños, con una clara explosión de posibilidades creativas, gracias a lo que la libertad puede producir positivamente en los seres humanos: un claro contraste con las restricciones y violencias de todo tipo de una dictadura de inspiración comunista, como son la cubana y la venezolana. Así como los cubanos fueron decisivos para el crecimiento del condado de Miami-Dade en todos los órdenes, la presencia latinoamericana, con los venezolanos en un papel fundamental, está haciéndose sentir cada día más, cuantitativa y cualitativamente, en la capital española.
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¿Quiénes son, qué hacen algunos de los triunfantes que se pueden ver en el video mencionado? seguramente muchos lectores debe conocer al menos uno, porque están apareciendo en todo tipo de esfuerzos: gastronómicos (¡la mejor pizza de España!), comerciales, musicales, educativos, ecológicos, artísticos (algunas de las mejores exposiciones del 2022).
Fuera de España también miles de compatriotas (médicos en varios países suramericanos, por ejemplo) están haciendo valer la calidad de sus orígenes y el imparable impulso de sus sueños. Imposible no mencionar a muchos científicos (tantos que se requeriría el espacio de una nota solo para mencionarlos, incluyendo a varios en la NASA) así como meritorios deportistas, encabezados por Yulimar Rojas y las decenas de jugadores de las Grandes Ligas de béisbol que son estrellas claramente reconocidas.
Mención aparte merecen los miles de técnicos, ingenieros, economistas, y otras ramas especializadas en petróleo y energía. La grave pérdida para Venezuela ha sido ganancia para el mundo.
Todos ellos pueden verse representados en la figura digna de ese gran venezolano, Premio Cervantes en 2022, a sus 92 años, Rafael Cadenas.
Como dice con entusiasmo Azúa, es que son numerosos los venezolanos que están haciendo cosas maravillosas en el mundo.
Veamos un video promocional de su programa:
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Así como recibimos con alegría estos triunfos de compatriotas que con pujanza, constancia, esfuerzo y sueños están haciendo -o rehaciendo- su vida en otras latitudes, lo cierto es que también hay decenas de historias de lucha, aguante y superación aquí en la tierra patria.
Las condiciones no son fáciles. Todo empuja hacia lo opuesto. Porque la destrucción material por todos conocida y vivida se ha unido a un ataque sostenido contra todos los valores éticos y culturales del pueblo venezolano. Lo que promueve el gobierno es un sálvese quien pueda, es la transformación de los ciudadanos en mendigos, en receptores pasivos de las dádivas que con desfachatez la cúpula gobernante distribuye de vez en cuando. La tiranía necesita individuos aislados sin conciencia ciudadana.
Pero el venezolano no se rinde. Allí están los educadores a todos los niveles de enseñanza, sobreviviendo al asedio constante de la sombras socialistas; las enfermeras y médicos que con sueldos miserables deben tratar de hacer milagros atendiendo como pueden a pacientes y salvando vidas en hospitales y centros de salud absolutamente destruidos.
Son centenares las protestas que se siguen dando en todo el territorio nacional. Son miles de compatriotas que vencen el miedo y dan la cara para que se conozcan sus necesidades, sus angustias, exigiendo que alguna voz se haga empáticamente presente.
Y son muchas las organizaciones que ofrecen auxilio, con valentía frente a las persecuciones -allí están las oenegés que defienden los derechos humanos, a los presos políticos; allí está el ejemplo digno de Javier Tarazona-.
Ello, no obstante, no basta. Porque no se trata de la supervivencia en medio de un régimen cada día más cínico e inhumano. No se trata de resignarse a que Venezuela siga viviendo esta tragedia que ya está por cumplir veinticuatro años.
Juntos, la diáspora y los locales debemos mantener viva la esperanza de un futuro mejor. Hay que superar todos los desalientos, aflicciones y abatimientos, y darle un nuevo rostro al liderazgo que nos guiará por la senda democrática, que traerá nuevos alientos de libertad y de justicia.
Son millones de compatriotas los que representan con su ejemplo no solo las luchas del presente sino asimismo los triunfos del futuro.
En el caso madrileño han florecido porque han contado asimismo con la ayuda de un gobierno con rostro humano, encabezado por esa defensora constante de las instituciones de la libertad -hoy asimismo bajo ataque por el desgobierno socialista de Pedro Sánchez y el chavismo podemita- llamada Isabel Díaz Ayuso, una amiga incansable de la Venezuela democrática.
Pero, por desgracia entre los miles de venezolanos notables que generan esperanzas y que encarnan lo mejor del ser venezolano dentro y fuera del país no se encuentran muchos representantes de la política.
Tanto los liderazgos del régimen tiránico como los de las franquicias en manos de las supuestas oposiciones alacranas o del llamado G-3 representan desunión, ambiciones ciegas, mediocridad en todos los órdenes, falta de empatía. Coinciden dichos liderazgos en que la política y la ética pueden marchar separadas.
En claro contraste, los verdaderos dirigentes demócratas deberán siempre ofrecer respuestas humanistas y éticas, centradas en la absoluta defensa de la dignidad de la persona humana. Hay que encontrarlos con urgencia, promover su aparición. En ellos estará la conducción política del futuro democrático en nuestra querida patria.-
América 2.1