El general Rafael Alfonzo Ravard (1919-2006): un servidor ejemplar (I Parte)
Rafael Alfonzo Ravard (1919-2006). “El mayor Alfonzo se encontraba en rebeldía dentro del Ejército desde el asesinato del coronel Delgado-Chalbaud, a quien conocía y admiraba, y su trágica muerte lo llenaba de indignación y de sospechas” (Tellería, 2014: 82)
Su desempeño como servidor público comenzó con la inscripción en la Academia Militar de Venezuela, en 1936, y concluye en 1983, cuando deja la Presidencia de PDVSA; es decir, 47 años al servicio del Estado venezolano; que ubica su trayectoria de funcionario público como una de las más extensas de nuestra historia. Un referente que todo venezolano debe conocer. Rafael Alfonzo Ravard ejemplo que exalta lo mejor de nuestro gentilicio.
Rafael Arráiz Luca:
En las líneas que siguen nos proponemos seguir los pasos de un caraqueño excepcional por donde se le observe: el general Rafael Alfonzo Ravard; uno de los más significativos servidores públicos con que ha contado Venezuela en todo su devenir republicano.
Nació el 17 de agosto de 1919 en Caracas y falleció en la misma ciudad el 22 de noviembre de 2006, habiendo alcanzado a vivir 87 años. Su desempeño como servidor público comenzó con la inscripción en la Academia Militar de Venezuela, en 1936, y concluye en 1983, cuando deja la Presidencia de PDVSA; es decir, 47 años al servicio del Estado venezolano. La cifra anterior ubica su trayectoria de funcionario público como una de las más extensas de toda nuestra historia, sin la menor duda.
“El desempeño del estudiante Alfonzo en la Academia Militar de Venezuela fue sobresaliente desde el inicio de su carrera, de lo contrario no hubiera integrado un grupo selecto de alumnos que fue escogido para formarse en Italia”
Los ámbitos de realización gerencial del general fueron el desarrollo hidroeléctrico del país en su epicentro guayanés, así como la creación de un conglomerado industrial a partir de esa fuente de energía y, también, la consolidación de la industria petrolera venezolana en manos del Estado, a partir de la creación de PDVSA en 1975. Pero en el caso de Guayana y la CVG veremos a lo largo de este trabajo como sus ejecutorias fueron mucho más allá de lo específico hidroeléctrico, adentrándose en el ámbito de la planificación urbana con todas sus implicaciones sociales y educativas, la siembra programada de un bosque de pinos, la creación de las primeras fábricas de aluminio, y el diseño de un nuevo marco para la industria del hierro.
La formación de un caraqueño (1919-1936)
De esta rama de los Alfonzo en Venezuela el primero en llegar de las Islas Canarias fue Francisco José Alfonzo, quien contrajo matrimonio en Caracas con Juana Estévez Caballero a finales del siglo XVIII. Es decir, los tatarabuelos de nuestro personaje, y padres de Francisco José Alfonzo Estévez, quien contrajo matrimonio con Isabel Machado Morales (bisabuelos), padres de Francisco de Paula Alfonzo Machado, quien casó con Dolores Rivas Martín (abuelos) y procrearon, entre otros, a Santiago Alfonzo Rivas, quien casó con Isabel Ravard Bauder en la iglesia de Santa Capilla el 7 de diciembre de 1912, y fueron padres de Santiago (1913), Francisco (1916), Miguel (1917), Rafael (1919), Isabel (1921) y Jorge Alfonzo Ravard (1924).
Los Alfonzo, en su mayoría, se habían dedicado al cultivo de la tierra y habían mejorado sus condiciones de vida. Ya el nieto del primero en llegar, Francisco de Paula Alfonzo Machado, abuelo de nuestro biografiado, vivió en la casa de una hacienda de su propiedad, “El Rodeo”, situada detrás del Embalse de Zuata en el estado Aragua, hasta que la desgracia tocó a su puerta. Una montonera en 1883 se presentó en las puertas de su casa y le prendieron fuego, junto con los sembradíos. Alfonzo y su mujer lograron huir y salvan la vida, pero pierden el trabajo de muchos años. Luego, lo vamos a hallar como administrador de tierras ajenas, ya que las suyas las había perdido. Primero administró la finca “Agua Fría” cerca de la Cortada del Guayabo, en las cercanías de Hoyo de La Puerta, y luego la hacienda “El Rosal” en el valle de Caracas, donde después se trazó la actual urbanización con el mismo nombre. Allí nació Santiago Alfonzo Rivas el 14 de mayo de 1886, mientras su futura esposa, Isabel Ravard Bauder, nació el 3 de enero de 1890, en la misma ciudad de Caracas.
“Se gradúa de Ingeniero Civil en 1945 [en el MIT] y es ascendido a teniente el 5 de julio de 1944, ausente del país gozando de la licencia para efectuar sus estudios universitarios, pero oficial en ejercicio, tanto así que el 28 de noviembre de 1942 lo designan Oficial de Ala Izquierda del Batallón Ribas N°17, Brigada N°1”
De los Ravard sabemos que el padre de Isabel, Rafael Ravard de Gonell falleció en 1894 y la madre, Isabel Bauder Padrón, murió en 1891, lo que hace evidente la orfandad de los hermanos Ravard Bauder (Alfredo, Rafael e Isabel), al punto que la niña quedó huérfana cuando tenía 4 años. Rafael Ravard de Gonell era hijo de Pedro Ravard y de Vicenta Gonell Eraso. Intuimos que sus ascendentes eran franceses, catalanes y vascos, pero no tenemos pruebas documentales para certificarlo. Sabemos, eso sí, que la jovencita Isabel se educó en el Colegio San José de Tarbes de El Paraíso, con las hermanas tarbesianas, en el internado. Por su parte, de los Bauder hay muchas huellas en Venezuela desde que llegó el primero de ellos, Christian Wilhelm Bauder Hauk, procedente de Alemania a mediados del siglo XIX, ya que había nacido en 1820.
Don Santiago Alfonzo Rivas muere en Caracas el 13 de marzo de 1968, a los 82 años, después de haber cumplido una tarea empresarial notable y prolongada, que fue ejemplo para sus hijos. Funda la empresa Alfonzo Rivas & Cía. con el objeto de procesar maíz y ofrecerlo en el producto Maizina Americana. En esta empresa familiar, muchos años después, a partir de 1983, hallaremos a su hijo Rafael al frente de ella. Será con aquel joven empresario, decidido pero incierto a la vez, con quien contraerá matrimonio Isabel Ravard Bauder, a los 22 años. La familia Alfonzo Ravard vive en estos años iniciales de vida matrimonial en una casa entre las esquinas caraqueñas de Cárcel a Monzón, en ella verá la luz nuestro biografiado el 17 de agosto de 1919, siendo el cuarto hijo de la pareja.
El Colegio San Ignacio y la impronta de los jesuitas
Los jesuitas regresaron a Venezuela previa autorización del general Juan Vicente Gómez en 1916, y comenzaron las gestiones para la creación del Colegio San Ignacio en 1920. La institución abrió sus puertas el 8 de enero de 1923 en la sede de la esquina de Mijares, en los edificios donde antes habían funcionado el Hotel Caracas y el Hotel París. Al año siguiente la institución se extendió hacia la esquina de Jesuitas, ocupando la casa que fue del presidente Raimundo Andueza Palacio, conectándose las tres edificaciones. Esta esquina se denomina de Jesuitas porque para la fecha de expulsión de la Compañía de Jesús del Imperio de España, en 1767, allí quedaba la institución educativa que regentaban. Por supuesto, la tentación de volver a ocupar la esquina siglo y medio después era muy grande y, además, era la expansión natural de las edificaciones del colegio. Por eso no perdieron la oportunidad de comprar la casa a los herederos de Andueza Palacio. Por otra parte, el Colegio San Ignacio se mudó a su actual sede entre 1953 y 1954, de modo que la institución donde va a realizar todos sus estudios Rafael Alfonzo Ravard será la del centro de Caracas. Allí recibirá el grado de bachiller en 1936, a los diecisiete años.
En 1926 los jesuitas, siempre previsores en todas partes del mundo dadas las persecuciones de las que habían sido objeto, deciden crear una institución para adjudicarle los bienes del Colegio San Ignacio. Esta figura jurídica será la Sociedad Anónima de Educación y Cultura Religiosa. De esta institución elaboró los Estatutos Don Santiago Alfonzo Rivas, desde entonces de la mayor cercanía de los jesuitas en Venezuela. De todas estas vicisitudes nos informa Luis Ugalde, S.J, en su texto “Cátedra Fundacional Rafael Alfonzo Ravard”, recogido en el libro que la Universidad Católica Andrés Bello dedicó en homenaje a nuestro biografiado: Un hombre, una historia. Más aún, los jesuitas necesitan contar con laicos de la mayor confianza para adjudicarles la titularidad de las acciones de aquella empresa y escogen a Santiago Alfonzo Rivas, Andrés Sucre y José Ramón Ayala. Muchos años después, en 1972, Jorge Alfonzo Ravard asume el papel de su padre en esta Sociedad Anónima por 25 años más. Es evidente que la vinculación de Don Santiago y sus hijos con los jesuitas en Venezuela es de la mayor estrechez. Este vínculo no se detuvo en el padre, sino que continuó en sus hijos, como fue el caso de Isabel Alfonzo Ravard de Itriago y su trabajo con los padres Vélaz (José María y José Manuel) en la construcción de Fe y Alegría y el propio general Alfonzo, como veremos a lo largo de este ensayo biográfico.
Todo lo anterior lo referimos para dejar constancia de la importancia que tuvo en la vida del general Alfonzo la religión católica, y la formación que recibió de los jesuitas durante la totalidad de su escolaridad primaria y secundaria. Por otra parte, es evidente que en relación con sus creencias religiosas y la ética que estructuró la vida del general Alfonzo Ravard, la influencia de los jesuitas no fue la única. Pesó, y mucho, el ejemplo del padre. Veamos ahora la formación militar inicial del joven Alfonzo Ravard, tanto en Venezuela como en su paso breve por Italia.
La educación del militar (1937-1940) y la del Ingeniero Civil (1941-1945)
La Academia Militar de Venezuela en el siglo XX será fruto de la decisión del presidente Cipriano Castro, quien ordena su reorganización e instruye para que se construya en el lugar de La Planicie un edificio adecuado para tal fin. El 5 de julio de 1910 se inaugura la sede de la Academia Militar de Venezuela en La Planicie, pero ya Castro no está al frente de la Presidencia de la República sino su compadre y vicepresidente: Juan Vicente Gómez. Luego, en 1931, se trasladó la Academia al Cuartel José Antonio Páez de Maracay y regresará a su sede de La Planicie en febrero de 1937, por decisión del presidente Eleazar López Contreras. Hasta esta fecha en la Academia Militar de Venezuela la influencia de las enseñanzas del coronel chileno Samuel McGill era notable, lo que hacía del ejército venezolano uno de inspiración prusiana, a semejanza del chileno. No obstante, retirado McGill del panorama, la influencia inspiradora para la instrucción del Ejército Nacional provino de los Estados Unidos y de Perú, en particular de la formación impartida en West Point y en Chorrillos. Con esta última se llega a establecer un intercambio permanente de cadetes, lo que tuvo mucha incidencia en la visión militar que estos desarrollaron al regresar a Venezuela.
“Se ausentó del país con destino a Boston a finales de 1941, tomándole cerca de 3 años concluir sus estudios en el MIT. Su titulación sí es de 1945, y con fundamento en ella es que es designado Oficial del Servicio de Ingeniería, director de los trabajos de construcción de la carretera de El Junquito el 2 de agosto de 1945”
Será a esta Academia Militar de Venezuela, en el Cuartel de La Planicie, adonde ingrese el joven Alfonzo Ravard. El director de la institución entonces era el coronel Juan Jones Parra y la promoción de la que formó parte el joven Alfonzo fue la Simón Bolívar, de 1939.
En Torino en la Academia Real de Artillería e Ingeniería de Italia
El desempeño del estudiante Alfonzo en la Academia Militar de Venezuela fue sobresaliente desde el inicio de su carrera, de lo contrario no hubiera integrado un grupo selecto de alumnos que fue escogido para formarse en Italia, después de que el Reino de Italia le ofreciera al gobierno de Venezuela aceptar en sus instituciones educativas castrenses a un número de 12 estudiantes. En comunicación del entonces ministro de Guerra y Marina, Isaías Medina Angarita, del 17 de noviembre de 1938, dirigida al Canciller de la República, consta lo afirmado. Medina se dirige a Relaciones Exteriores solicitando auxilien a los cadetes en la Legación venezolana en Roma. En el oficio se lee en relación con el joven Alfonzo: “Cadetes Rafael Alfonzo Ravard y Alfonso Márquez Morales, para que hagan curso de tres (3) años en la Real Academia de Artillería e Ingeniería Militar de Turín y luego, un curso de aplicación de un (1) año en la misma ciudad de Turín” (Pérez Lecuna, 2000: 246).
También contamos con el Informe del director de la Escuela Militar en el año de 1939, el coronel Juan Jones Parra, donde afirma: “El 28 de septiembre regresaron de Italia, donde cursaban estudios militares los cadetes Salomón Vivas Briceño, Rafael Alfonzo Ravard, Humberto Ruíz, Alfonso Márquez Morales y Rafael Ramírez Arostegui. Los cuatro primeros fueron incorporados al Cuarto Año y el último al Tercer Año, habiendo presentado exámenes especiales de las materias que estudiaron en el exterior en los cuales obtuvieron muy buenas calificaciones” (Pérez Lecuna, 2000: 362).
Como vemos, la permanencia en Italia del cadete Alfonzo Ravard y sus compañeros fue de 10 meses, abortándose el proyecto inicial que suponía una estadía de cuatro años. ¿La causa? El estallido de la Segunda Guerra Mundial. Recordemos que el 1 de septiembre de 1939 las tropas alemanas inician la invasión de Polonia, día en que oficialmente suele considerarse el del inicio de la conflagración. Antes, por su parte, Italia ha invadido Albania el 8 de abril, avizorándose en los hechos la alianza que viene tejiéndose entre Adolf Hitler y Benito Mussolini desde hace tiempo. De modo que la decisión de abandonar Italia y regresar a Venezuela era la opción lógica, y había que hacerlo cuanto antes, ya que el desarrollo de la conflagración podía acelerarse sin previo aviso. De tal modo que al cadete Alfonzo lo tenemos de vuelta en Caracas a finales de septiembre de 1939.
El subteniente es destacado al Batallón Rivas Dávila, en Mérida y luego a los Batallones Boyacá y Avendaño, en Caracas
Reconocidos, pues, los estudios en Italia del cadete Alfonzo, se gradúa en la primera promoción Simón Bolívar, la de 1939, como vimos antes. En 1940 lo hallamos en Mérida, ya graduado de subteniente, asignado al Batallón Rivas Dávila. Entonces, le fueron encomendadas tareas vinculadas con el contrabando de extracción, así como con la ubicación y desmantelamiento de alambiques clandestinos de aguardiente. Estando en Mérida decide inscribirse en la Universidad de Los Andes para estudiar Ingeniería. Está unos meses en la ciudad andina, pero su destino militar es cambiado a Caracas, cuando es designado comandante del segundo pelotón de la Segunda Compañía del Batallón Boyacá N°14, el 31 de octubre de 1940.
Luego, la Dirección de Guerra del Ministerio de Guerra y Marina, a cargo de Juan de Dios Celis Paredes, instrumenta una decisión el 26 de marzo de 1941 en nombre del jefe de Estado. Esta Resolución del presidente de la República, Eleazar López Contreras, ocurre un mes antes de la transmisión de mando presidencial, que ocurrirá a partir del 28 de abril de 1941, cuando el Congreso Nacional elija a Isaías Medina Angarita como presidente de la República y López Contreras pase a retiro.
“El 10 de julio de 1946 es designado jefe de la Cuarta Sección del Estado Mayor General. Era evidente que en su ascenso se juntaban dos factores: su altísimo desempeño profesional y el conocimiento que tenía de él el ministro de la Defensa: el comandante Delgado-Chalbaud”
El Batallón estará acantonado en el Cuartel Urdaneta, en Catia, y allí prestará servicio el subteniente Alfonzo hasta que, de común acuerdo con su padre, le pidan una audiencia al presidente de la República, Isaías Medina Angarita, ya posesionado del cargo a partir del 5 de mayo de 1941. ¿El objeto de la audiencia? Solicitar la autorización del jefe de Estado para que el oficial Alfonzo se ausente del país para estudiar Ingeniería en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Boston, asumiendo los costos el padre del joven, Don Santiago Alfonzo Rivas. Por supuesto, el general Medina concedió el permiso.
Alcanzando un anhelo: en el MIT de Boston
Suponemos que el subteniente Alfonzo comienza estudios en el MIT en septiembre de 1941, pero no podemos asegurarlo. También es posible que haya iniciado en el semestre de comienzos de 1942. En todo caso, lo que sí hemos comprobado en los registros de la universidad norteamericana es que se gradúa de Ingeniero Civil en 1945 y es ascendido a teniente el 5 de julio de 1944, ausente del país gozando de la licencia para efectuar sus estudios universitarios, pero oficial en ejercicio, tanto así que el 28 de noviembre de 1942 lo designan Oficial de Ala Izquierda del Batallón Ribas N°17, Brigada N°1, seguramente en licencia por estudios.
A nuestro estudiante del MIT han debido reconocerle asignaturas aprobadas en Venezuela, ya que lo advertimos de vuelta en Venezuela, designado comandante de la Sección de Artillería, adscrita a la fortaleza de La Guaira, el 5 de julio de 1944. Estas fechas llevan a creer que se ausentó del país con destino a Boston a finales de 1941, tomándole cerca de 3 años concluir sus estudios en el MIT. Su titulación sí es de 1945, y con fundamento en ella es que es designado Oficial del Servicio de Ingeniería, director de los trabajos de construcción de la carretera de El Junquito el 2 de agosto de 1945. Veamos esta próxima etapa de cuatro años prestando servicios en su país, en medio de las turbulencias de dos cambios políticos: el golpe civil-militar del 18 de octubre de 1945 y el golpe militar del 24 de noviembre de 1948.
El teniente y capitán Alfonzo en servicio (1945-1949)
A su regreso de Boston el teniente Alfonzo es destinado a la región de El Junquito, donde le toca dirigir los trabajos de construcción de la carretera, ya en su condición de ingeniero. Aquella zona alta y boscosa era de las preferidas por el presidente Medina para descansar, de hecho, allí se ubicaba una casa presidencial destinada a tal fin. Entonces, se construía la carretera desde La Yaguara a El Junquito y de este pueblo a la Colonia Tovar. En estas tareas estaba el ingeniero Rafael Alfonzo Ravard durante el año de 1945.
Oficial del Servicio de Ingeniería, director de los trabajos de construcción de la carretera de El Junquito
Allá estaba también cuando los sucesos del 18 de octubre de aquel año decisivo, lo que nos lleva a preguntarnos sí formaba parte de la conspiración que interrumpió el gobierno de Isaías Medina Angarita. La respuesta nos la ofrece Tomás Pérez Tenreiro en su libro Relatos de mi andar viajero. En el texto explica los sucesos y la conspiración previa y al referirse a su compañero Alfonzo señala: “Con relación a Rafael, es bueno contar que Morales y yo recibimos instrucciones de hablarle, pues se pensaba que la claridad de su ideario y sus capacidades podrían ser útiles…” (Pérez Tenreiro, 1988: 167).
“En los primeros meses de 1949 el capitán Alfonzo, por expresa sugerencia del presidente Delgado-Chalbaud, viaja a París a completar su formación militar en la Escuela Militar de Francia. Allí concluye sus estudios de Oficial de Estado Mayor con las más altas calificaciones”
Luego, refiere detenidamente que viajaron a lomo de mula a la Colonia Tovar con el objeto de relatarle el proceso conspirativo y enrolarlo en él, pero cuando estaban sentados a la mesa se acercó uno de estos personajes impertinentes criollos y se instaló con ellos y le impidió a Pérez Tenreiro explicarle a Alfonzo Ravard el proyecto en marcha. Finalmente, apunta Don Tomás que no pudo hablarle a Alfonzo, pero que este se olía algo por todos los rumores que circulaban. Este testimonio revela que no formaba parte de la conspiración, que sí tuvieron la intención los conjurados de incorporarlo, pero no se pudo. Recordemos que la incorporación traía consigo la firma de un documento que comprometía al conjurado. Esto no llegó a ocurrir por las razones que señala Pérez Tenreiro.
El mismo relato refiere que enterados los oficiales acantonados en El Junquito de lo que sucedía, bajaron el 19 de octubre a Caracas. Muy pronto el teniente Alfonzo es llamado a un nuevo destino. El 1 de noviembre de 1945 es designado director de Transporte del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Director de Transporte del Ministerio de Obras Públicas
Entonces, el ministro era el dirigente de Acción Democrática, Luis Lander, quien seguramente recibió las mejores recomendaciones acerca del teniente e Ingeniero Alfonzo Ravard, quien a su vez va a ser ascendido a capitán en los primeros días de enero de 1946. No debe extrañarnos que la sugerencia de su nombramiento en el MOP se deba al recién designado ministro de Guerra y Marina, el comandante Carlos Delgado-Chalbaud, quien para entonces conocía el trabajo y el carácter de Alfonzo porque habían estado juntos en el Batallón Avendaño cuando este se creó en 1941, con una élite escogida de los mejores oficiales. Más aún, abundan testimonios familiares acerca de la amistad que creció muy pronto entre Delgado-Chalbaud y Alfonzo Ravard. En verdad, no puede extrañarnos, ya que eran afines en sus maneras de ser, con amigos comunes y procedencias familiares similares. Esto no solo lo señalan sus familiares sino también lo afirma el memorioso José Antonio Giacopini Zárraga en un libro de entrevistas que sostuvieron con él Héctor Castillo y Ofelia Paredes, intitulado Un testimonio en el tiempo. Visión de José Antonio Giacopini Zárraga acerca de la historia de Venezuela, 1830-1958. Allí, afirma Giacopini: “Es bueno señalar que Carlos Delgado, a pesar de aquella preparación tan estupenda, porque por lo que les he dicho, se darán cuenta de lo que valía Delgado intelectual y profesionalmente. Pero como había caído en paracaídas en la institución armada, Delgado no tenía una fuerza militar propia. Yo voy a señalar a dos oficiales que fueron verdaderamente delgadistas y que estaban dispuestos a jugársela con él: mi pariente, el coronel Tomás Pérez Tenreiro y el hoy general Rafael Alfonzo Ravard, esos eran dos hombres muy leales a Carlos Delgado, y muy dispuestos a ir con él a cualquier parte. Pero en el resto de la institución, Delgado no tenía el ascendiente que debería tener por su preparación” (Castillo, Paredes, 2014:317-318).
No estuvo mucho tiempo el capitán Alfonzo al frente de la Dirección de Transporte del MOP ya que lo ubicamos designado el 4 de abril de 1946 como jefe de la Sección de Operaciones, Abastecimientos y Evacuaciones de la Cuarta Sección del Estado Mayor General del Ejército. Y pocos meses después es ascendido de nuevo, lo que indica a todas luces que estaba desempeñando una carrera de gran eficiencia y a gran velocidad. El 10 de julio de 1946 es designado jefe de la Cuarta Sección del Estado Mayor General. Era evidente que en su ascenso se juntaban dos factores: su altísimo desempeño profesional y el conocimiento que tenía de él el ministro de la Defensa: el comandante Delgado-Chalbaud. De lo contrario no se explica que cargo militar tan significativo lo desempeñara un capitán y no un mayor o un teniente coronel. Por otra parte, también ayudaba la circunstancia que se presenta a partir del 18 de octubre de 1945, cuando muchos oficiales de la “vieja guardia” pasan a retiro y se requieren oficiales jóvenes para desempeñar tareas que antes desempeñaban los de mayor graduación. No obstante, es evidente que se van a seleccionar a los mejor preparados, y allí tiene espacio y pertinencia la hoja de vida del joven capitán Alfonzo Ravard.
Jefe de la Cuarta Sección del Estado Mayor General
Desempeñando estas tareas transcurre el año 1946 y 1947. En estos dos años tienen lugar las elecciones de Diputados a la Asamblea Nacional Constituyente. Estos sufragios ocurrieron el 27 de octubre de 1946 y fueron los primeros universales en toda la historia de la República. La Asamblea se instaló el 17 de diciembre de 1946 y el 5 de julio de 1947 se sancionó la nueva Constitución Nacional que convocó a elecciones para el 14 de diciembre de este mismo año. Entonces, Rómulo Gallegos ganó con el más alto porcentaje alcanzado hasta ahora por candidato presidencial alguno en Venezuela: el 74,47% de los votos.
El 24 de noviembre de 1948
Contamos con el relato de Giacopini Zárraga acerca de los hechos a partir del 22 de noviembre de 1948. Refiere el relator que almorzó en casa del capitán Alfonzo ese día, buscando información de parte de un oficial que estaba dentro de las Fuerzas Armadas. Refiere que esa misma noche fue invitado por el comandante Delgado-Chalbaud a participar en una reunión en casa de Alfredo Machado Gómez, su primo, en El Paraíso, donde se hablaría de lo delicada que estaba la situación castrense en relación con el presidente Gallegos. Giacopini recuerda las palabras textuales que le dijo su amigo Alfonzo durante el almuerzo: “Yo pude captar, por los primeros contactos que tuve con militares y civiles, que había la preocupación de que pudiera presentarse en Caracas algo parecido a lo que ocurrió en Bogotá (el 9 de abril), cuando el asesinato del doctor Gaitán. Que podía presentarse un choque sangriento entre civiles y militares, y eso era lo que yo percibía tanto en civiles como en los militares. Aquí la situación es muy difícil, tenemos quince días de acuartelamiento. Todo el mundo está con los nervios de punta. Anoche el capitán Barberii se pegó un tiro en el cuartel Urdaneta y no se mató sino que quedó ciego. De manera que estamos viviendo una situación muy difícil” (Castillo, Paredes, 2014:308).
“Pérez Jiménez encontró una salida al ofrecerle, a sabiendas de su pasión por tema, que se encargara de formar una comisión para desarrollar el sur del país. Alfonzo Ravard puso sus condiciones, entre las que se encontraban autonomía plena para seleccionar a su equipo y libertad de acción, y logró que se las concedieran”Rodolfo Tellería en su libro “Historia del Desarrollo del Servicio Eléctrico en Venezuela, 1880-1998”
Por otra parte, refiere Giacopini que a la reunión en casa de Alfredo Machado Gómez en el callejón Machado de El Paraíso, afirma que primero llegaron Eduardo Mendoza Goiticoa y él y que luego se sumaron Carlos Delgado-Chalbaud y Luis Felipe Llovera Páez acompañados por los capitanes José Joaquín Jiménez Velásquez y Rafael Alfonzo Ravard. En aquella reunión quedó aclarada la posición del presidente Gallegos: ninguna transigencia con las peticiones de los militares. Transcurrió el 23 de noviembre y el 24 tuvo lugar el golpe militar. Entonces comienza el gobierno de Carlos Delgado-Chalbaud, cuyo fin tendrá lugar con su magnicidio el 13 de noviembre de 1950.
En París, completando la formación militar (1949-1953)
En los primeros meses de 1949 el capitán Alfonzo, por expresa sugerencia del presidente Delgado-Chalbaud, viaja a París a completar su formación militar en la Escuela Militar de Francia. Allí concluye sus estudios de Oficial de Estado Mayor con las más altas calificaciones. ¿Cuándo concluyó el curso? No lo sabemos con exactitud y no ha sido posible ubicar los registros; lo que sí sabemos que es que el magnicidio de su amigo el presidente Carlos Delgado-Chalbaud ocurre cuando Alfonzo Ravard está en París. Para entonces, ya ha sido ascendido a mayor (el 1 de enero de 1950). También sabemos, por testimonio de Ramón Urdaneta, entonces funcionario diplomático en la Embajada de Venezuela en Francia, que el mayor Alfonzo era Agregado Militar en la delegación venezolana para 1951, lo que nos lleva a barruntar que regresó a Venezuela este año o, a lo sumo, en 1952.
En cualquier caso, el asesinato de Delgado-Chalbaud fue devastador para el ánimo del mayor Alfonzo, ya que había trabado amistad muy estrecha con el comandante. Fue tanta su molestia que en su fuero interno rechazó la idea de regresar a las Fuerzas Armadas venezolanas al volver de París. Su psique se lo impedía. Una molestia mayúscula le impedía regresar a sus filas como si no hubiera pasado nada, como si su amigo no hubiese sido asesinado por Rafael Simón Urbina y su pandilla. De allí que el mayor Alfonzo pida un permiso temporal y se separe de la institución. No solicita la baja, se separa. Entonces funda una compañía de ingeniería en Caracas con Mario Biferali y Luis Damiani. Comenzaron a hacer trabajos de ingeniería civil en la ciudad, pequeñas construcciones. Pasaba el mayor Alfonzo por un período de readaptación a su país. Se había ido en una situación y regresaba en otra muy distinta. Para 1952, fecha en que lo hayamos de socio en la compañía constructora, es un hombre de 33 años, soltero, y ahora con una formación excepcional adquirida en el curso de Estado Mayor en Francia. Su preparación era de tal excelencia entonces que en Francia certifican que está preparado para manejar “cualquier Estado Mayor”. En otras palabras, que es capaz de manejar situaciones organizativas y logísticas complejas y de gran envergadura. Casualmente, eso será lo que el destino le tiene reservado, pero no en el área militar, como veremos luego.
Cuando Marcos Pérez Jiménez asume la Presidencia de la República en 1953 le insiste al mayor Alfonzo que regrese a las Fuerzas Armadas, pero este no está convencido, hasta que le ofrecen una tarea que supone la puesta en práctica de sus conocimientos de ingeniería y los recientemente adquiridos de Estado Mayor. Además, la oferta tiene un añadido que para las personas emprendedoras es difícil no aceptar: la creación de un organismo desde cero, levantar un edificio cuya altura no tiene techo fijado y todo depende de su capacidad de trabajo y organización. La molestia y el dolor por la muerte de Delgado había ido metabolizándose con el paso del tiempo, que sabemos todo lo matiza, y Alfonzo ya estaba en condiciones anímicas de regresar a las Fuerzas Armadas, así fuese destacado a una tarea especial que no supusiese el mando de tropa sino la creación de una oficina del Estado para los estudios de factibilidad de la energía hidroeléctrica.
Sobre los intríngulis de esta designación Rodolfo Tellería en su libro Historia del Desarrollo del Servicio Eléctrico en Venezuela, 1880-1998, es muy explícito sobre el particular. Afirma: “A cargo de la misma se nombró al entonces mayor Rafael Alfonzo Ravard en unas circunstancias bastante curiosas. El mayor Alfonzo se encontraba en rebeldía dentro del Ejército desde el asesinato del coronel Delgado-Chalbaud, a quien conocía y admiraba, y su trágica muerte lo llenaba de indignación y de sospechas. Pero Pérez Jiménez encontró una salida al ofrecerle, a sabiendas de su pasión por tema, que se encargara de formar una comisión para desarrollar el sur del país. Alfonzo Ravard puso sus condiciones, entre las que se encontraban autonomía plena para seleccionar a su equipo y libertad de acción, y logró que se las concedieran” (Tellería, 2014: 82).
Continuará el domingo 22 de enero de 2023.
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Documentos:
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-Informe Anual 1982. PDVSA. Gráficas Armitano, Caracas, 1983.
-Informe Anual 1983. PDVSA. Refolit, Caracas, 1984.
-Alocuciones Presidenciales de Año Nuevo (1901-1971). Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1971.
-Ceremonia conjunta de ascenso y retiro de oficiales de las Fuerzas Armadas, 1971. Ministerio de la Defensa, Caracas, 1971.
-La Ciudad. CVG Informe Anual 1969. Separata. CVG, Caracas, 1969.
-Transcripción de entrevista en el Programa Primer Plano (RCTV) de Marcel Granier con el general Rafael Alfonzo Ravard. Caracas, 11 de mayo de 1981.
-Transcripción de entrevista en el Programa Primer Plano (RCTV) de Marcel Granier con el general Rafael Alfonzo Ravard. Caracas, 6 de septiembre de 1982.
-Telegrama de paso a retiro, 30 de diciembre de 1971. Enviado por el General de Brigada Luis Ferrero Tamayo.
-General Rafael Alfonzo Ravard. Un venezolano ejemplar. Discursos con motivo de conferírsele el Premio de Las Américas en 1983.
-Rafael Alfonzo Ravard, 17 de agosto 1919-22 de noviembre 2006. Folleto publicado con motivo de su fallecimiento. Caracas.
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Entrevistas:
-Corina Wallis de Alfonzo, Rafael Alfonzo Hernández, Rodolfo Wallis Corao, el 23 de febrero de 2015.
-Corina Wallis de Alfonzo, Rafael Alfonzo Hernández, Rodolfo Wallis Corao y Edgardo Tenreiro Degwitz el 16 de marzo de 2015.
-Edgar Leal, 17 de abril de 2015.
-Fernando Falcón Veloz, 25 de abril 2015.
-Pedro Mario Burelli, 3 de abril 2015.
-Gustavo Coronel, 29 de abril 2015.
-Corina Wallis de Alfonzo, 1 de junio de 2015.
-Efraín Carrera Saúd, 12 de junio 2015.
-Marcel Granier Haydon, 23 de junio de 2015.
-Rafael Mendoza Olavarría, 26 de junio de 2015.
-Luis Xavier Grisanti, 14 de julio de 2015.
-Enrique Tejera París, 17 de julio de 2015.
-Rafael Alfonzo Hernández, 27 de julio de 2015.
-Mercedes López de Acosta, 27 de julio de 2015.
-Enrique Itriago Alfonzo, 30 de julio de 2015.
-Santiago Alfonzo Madrid, 31 de julio de 2015.
-Guido Conterno Bugini, 31 de julio de 2015.
-Francisco Abascal, 10 de septiembre de 2015.
-Guillermo Machado Mendoza, 22 de septiembre de 2015.
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