Entrevistas

Manuel Felipe Sierra: «Jóvito fue un apóstol de la democracia»

ENTREVISTA DE MACKY ARENAS

 

Encuentro Humanista presenta una entrevista inédita con Manuel Felipe Sierra, periodista especializado en los años de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y la lucha de los factores democráticos por salir de ella. También ha realizado importantes investigaciones sobre la consolidación de la democracia que Venezuela disfrutó durante más de cuatro décadas, tiempos en los cuales el brillante político Jóvito Villalba tuvo gran protagonismo y mérito indiscutible.

Con ocasión de recordar los hechos que rodearon la emblemática fecha del 30 de Noviembre de 1952, indagamos acerca de Villalba, al que ha definido como «un político desconcertante, de jugadas inexplicables” con quien la democracia estará eternamente en deuda. Principalmente porque Jóvito logró unir al pueblo frente a la pretensión dictatorial de los militares golpistas. Con sus votos y prestigio derrotaron a la dictadura. Le confiscaron los votos pero no el prestigio. Aquí comprenderemos por qué…

_Su prédica fue una perenne apuesta por la democracia, que siempre estará en deuda con Jóvito Villalba
_ El Pacto de Puntofijo llevó la impronta de Jóvito
_ Aquellos jefes políticos – Caldera, Jóvito y Betancourt- tuvieron la lucidez y el desprendimiento de identificar lo que los unía, más allá de cuanto los separaba. Era el planteamiento unitario de Jóvito
_ La prensa internacional lo llamó “el Mirabeau de América”, por su electrizante oratoria

_ En tiempos previos a la democracia, los líderes políticos se planteaban tareas fundamentales para la Venezuela que soñaban. ¿Cuál fue la de Jóvito?

_ La tarea de la construcción de la democracia. Jóvito se recuerda como estudiante de Derecho de la UCV cuando se producen las manifestaciones durante el año 1928, protestas políticas fundamentales contra Gómez. Aquello se considera la verdadera impugnación de la dictadura porque aglutinó la presencia de los jóvenes intelectuales, estudiantes y civiles en la calle. Allí es donde Jóvito se destaca por su oratoria.

_ Lo llegaron a llamar “el caudillo de América”…

_ También “el Mirabeau de América”. En el Panteón Nacional pronunció un discurso histórico, dedicado a Bolívar, una oración libertaria en nombre de los estudiantes que marchaban. Jóvito, Betancourt -y otros- son hechos presos, donde ambos comparten calabozo en el cuartel de El Cuño, antigua cárcel de La Pastora. A los 22 años comienza a manejar sus ideas democráticas y a diseñar un país.

_ Pero Betancourt sale a otro destino… ¿qué pasa con Jóvito?

_ Lo llevan al cuartel Libertador, donde permanecerá preso por 7 años. A la muerte de Gómez regresa y retoma su condición de gran líder estudiantil y pasa a ser el presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV), la única organización juvenil de calle para el momento, cuando comenzaba el gobierno de transición de López Contreras. Se mantenía, no obstante, la estructura gomecista, pues el dictador había muerto en diciembre y quien asumió la conducción del país era el General López. A principios de febrero se realiza una gran manifestación, con los estudiantes al frente, pidiendo la restitución de las garantías suspendidas por siempre y que se abra espacio para la participación política. Por eso, aquellos sucesos se consideran un hecho histórico. Se calculaba en 50 mil personas para un total de 300 mil habitantes. La explicación es que no sólo salieron los estudiantes sino el pueblo todo y, al frente, Jóvito Villalba.

_ ¿Qué edad tendría Villalba para esa época?

_ Unos 30 años. Y venía con el prestigio de sus 7 años de resistencia, con grillos en los pies, con gran coraje y convicción. Junto al rector Rísquez, de la UCV, encabeza esa marcha que llega a Miraflores. Puedo imaginar a López Contreras ante aquél gentío nunca visto. Expusieron sus demandas de restitución de garantías y algunas medidas que debían ser revocadas. López Contreras no tuvo otra opción que aceptar el pedimento. Allí podemos decir que comienza, si bien no la democracia, un momento importante, pues obliga al poder a rectificar.

_ Eran mandatarios que escuchaban al pueblo…

_ Claro, y allí comienza Jóvito a convertirse en una figura importante al tiempo que nacen los partidos políticos. Y comienza otra etapa que fue sumamente importante. Llegan los luchadores políticos exiliados de diversos signos y la FEV pasa a tener el papel protagónico porque aún no había partidos organizados y ella era el centro de la oposición, no necesariamente a López Contreras, sino al gomecismo que López encarnaba como transición y algunos de cuyos elementos estaba obligado a mantener.

_ ¿En qué momento comienza Jóvito a ser esa especie de personaje mítico, aquella figura inmutable cuya imagen la gente tenía en su casa, con una vela encendida, al lado de la Virgen de Coromoto y de otros santos?

_ Sobre todo los margariteños. Su capacidad oratoria tuvo mucho que ver en eso, desde las manifestaciones del año 28. Él representa ese año clave, justamente por eso. De allí que lo elogiaran hasta las publicaciones de prensa internacional. Era el gran orador.

_ De hecho, la gente se sabía sus discursos de memoria. ¿Cuál era la magia política de la oratoria en aquellos tiempos?

_ Sobre todo en América Latina, la oratoria era el verdadero instrumento de comunicación de los políticos con la gente. De allí los mítines. El mitin se hace porque la gente reconocía en Jóvito esa facultad y la apreciaba. Durante toda aquella compleja transición que conduce López Contreras, Jóvito participa en esa lucha por la profundización de la democracia. Ello generó la famosa medida que expulsa por un año a más de veinte dirigentes, aplicándoles el inciso 5 de la Constitución. Muchos deben salir del país y Jóvito no lo hace, logra quedarse acá. Factores de los llamados de izquierda en aquél momento, en realidad democráticos pero más avanzados, constituyen el PND (Partido Nacional Democrático), que es la génesis de Acción Democrática, siendo Jóvito Villalba su primer Secretario General y no Betancourt. Betancourt fue el Secretario de Organización. Allí ves tú la diferencias entre los dos liderazgos: Jóvito es la imagen, el verbo y Betancourt es la organización, la construcción.

_ Luego sabemos que es electo al Senado, donde ya se abre más el juego entre los grupos políticos, ¿continúa él siendo una referencia?

_ Por supuesto, porque Jóvito fue fundamentalmente un predicador de la democracia, de los conceptos básicos del sistema de libertades.

_ Dicen que el Pacto de Puntofijo lo arma él y se fundamentó en su constante inclinación por ponderar la tolerancia y a su habilidad de unificador. ¿Comparte esta afirmación?

_ Si, de hecho, durante su paso por el Congreso, se destaca por su discurso sobre la democracia y sus valores. Para ese momento, se inspiraba mucho en la democracia norteamericana, insistiendo en el papel de los consejos municipales -que desde la colonia eran instituciones fundamentales- en la consolidación de la democracia; también planteaba la importancia de los jueces de paz y la elección directa de los gobernadores. Todo ello acompañado de una serie de reformas muy novedosas para la época que se concretaron sólo 60 años después, pero que la visión de Jóvito las situaba como esenciales para el pleno funcionamiento de la democracia. Por eso se dice que Jóvito fue un gran constitucionalista. Tardíamente, se gradúa de abogado pero, aún como estudiante, la gente iba a la universidad a escuchar sus clases y planteamientos. Insisto en que el valor fundamental de la figura de Jóvito es su apego y constante prédica de la democracia como concepto, más allá de lo coyuntural. Más allá de liderazgos y partidos, su norte era que Venezuela tenía que avanzar hacia la democracia, que no era otra cosa sino Instituciones.

_ En aquellas épocas oscurantistas, a nadie se le enseñaba democracia…¿fue el haber vivido tanto tiempo bajo la opresión lo que incide en esa pasión suya por la democracia y sus instituciones?

_ Y el estudio. Él parecía un soñador margariteño predicando la democracia americana entre el enjambre de partidos que surgían con una tendencia leninista de organización. La descentralización hoy es algo de referencia cotidiana, pero pocos dicen que se planteó por primera vez en tiempos nada propicios para ello. Fue la gran labor de Villalba. Un predicador de la democracia conceptual.

_ Y por su convocatoria permanente a la unidad, tan necesaria en estos tiempos de liderazgo banal …

_ Exactamente. Pero hay que decir que cuando se produce la caída de Medina, él venía vinculado a ese presidente justamente porque lo consideraba un paso hacia la democracia. López Contreras fue importante en la difícil transición. Pero la verdadera transición, no contra el gomecismo sino hacia la democracia, fue la etapa de Medina aunque quedó trunca con el tema de la elección presidencial. Al derrocar a Medina y comenzar los cinco años del gobierno de Betancourt, Jóvito inicialmente rechaza el golpe de Estado y es detenido unos días, aunque fuera amigo entrañable del presidente. Pero Betancourt da pasos realmente firmes para abrir las puertas a la democracia con la legalización de los partidos y la convocatoria a la Asamblea Constituyente de 1947 que decreta la democracia con la nueva Constitución, que garantiza el voto a la mujer, a los analfabetos y diversas medidas de participación del campesinado.

_Y es cuando se fundan partidos como Acción Democrática y Unión Republicana Democrática, cuya dirigencia asume Jóvito …

_ Y URD se define como partido liberal. Hoy el calificativo está en desuso pero en aquél momento representaba la lucha de liberales contra el militarismo. Era gente de pensamiento avanzado, aunque arrastró siempre la herencia del medinismo, al menos en sus comienzos. No obstante, URD fue un gran partido, un partido de abogados impulsado por el prestigio de Jóvito. Hay que decir que el partido no era de masas, Jóvito sí era un líder muy popular. Pero URD saltará a ser un partido de masas por la aparición en escena de Larrazábal, ya a comienzos de la democracia. Jóvito siempre fue un hombre de gran instinto político, con un increíble sentido de la oportunidad, un fino olfato político, gran negociador y una referencia, siempre apegado a los principios e instrumentos de la democracia.

_ ¿En qué punto se distancian Jóvito y Betancourt? ¿Fue un problema de liderazgo o de fondo?

_ De liderazgo y de visiones personales de la política. Digamos que la de Jóvito era más constitucional y de allí que se opusiera al golpe de Estado. Una visión más legal y formalista de la democracia. Esa época fue interesante. Caldera funda Copei, los comunistas se unifican en un solo partido y Jóvito lleva adelante una gran labor al frente de URD. Hay esos tres años de democracia que permiten la Constituyente donde Jóvito destacaba como uno de los parlamentarios más importantes.

_ Derrocan a Gallegos y entra un período intermedio…

_ Un paréntesis que se frustra cuando asesinan a Delgado Chalbaud, lo cual fortaleció la tesis de que ese militar era un obstáculo para el plan militarista, dictatorial y radical de Pérez Jiménez y Llovera Páez. Todo cambia, se convoca una Constituyente en circunstancias muy difíciles y se destaca el planteamiento de Jóvito con esa obsesión democrática, el voto. La conquista del voto, según él, definía la democracia para el futuro. Sostenía que había que votar, sin importar las condiciones. Llama a votar, contrariando la línea abstencionista de AD. No era una definición conceptual de ese partido por la abstención, sino coyuntural por la situación que enfrentaban de ilegalización y persecución. Las garantías para ir a una elección libre eran nulas.

_ Se confirmaba en el 52 la tesis de que en dictadura no vale votar. Sin embargo, votaron, se robaron el proceso, terminan emboscando a Jóvito y él queda como quien entregó las elecciones…

_ Pero quedó deslegitimada la dictadura, evidenciando su perversidad y malas artes. Aunque es cierto que fue la tarjeta y los votos de Jóvito los que derrotaron a Pérez Jiménez en 1952.

_ Y siguieron diez años de oprobio, así que siempre parece el instrumento para cambiar las cosas…

_ No es lo mismo luchar en buena lid que contra una dictadura. Eso está claro. Puedes dar un golpe de Estado y permanecer años en el poder, pero el origen siempre será ilegítimo, lo cual pesa y pasa factura. Y luego, lo que significó como movilización del país en busca de un cambio que fortaleció en la gente la inspiración democrática y llevó a una larga pero exitosa lucha por recuperar la libertad.

_ En tiempos de exilio, ¿siguió Jóvito su prédica por la libertad?

_ Constantemente. Una temporada estuvo en Trinidad y luego en Nueva York, donde sobrevivió gracias a la generosidad y el compromiso democrático de Don Heraclio Atencio, quien literalmente le entregó las llaves de su casa en la Gran Manzana a cambio de la simbólica cantidad de $1 diario. Eso te dice mucho del desprendimiento del venezolano a la hora de unirse para rescatar a la nación. Desde el exilio, Jóvito hizo mucho lobby moviendo recursos y abogando por la libertad de Venezuela. Son momentos en que se reconcilia con Betancourt, olvidando sus diferencias por una causa patriótica común. También en Venezuela se trabajaba por la unidad en la lucha desde una resistencia montada sobre una estructura unitaria. Era la visión de Jóvito. Hasta que se llega a la Junta Patriótica que nace en la casa de Fabricio Ojeda, dirigente de URD y amigo de Jóvito. De todas partes se anexan miembros a la Junta que coordina el tramo final del esfuerzo por salir de Pérez Jiménez. Ello lleva la impronta de Jóvito e inspira el Pacto de Puntofijo, consolidado luego con AD y Copei. Era un convencido de que a la democracia había que cuidarla cada día.

_ ¿Por qué no se presenta Jóvito como candidato presidencial, cuando parecía el más idóneo?

Pudiendo lanzarse él de candidato presidencial es Jóvito quien, con una impresionante visión y tino, propone a Wolfgang Larrazábal que se convierte en un fenómeno de masas, en el ídolo de la calle. Logra una gran votación. Pero el Pacto de Puntofijo fue clave para sostener los inicios de la democracia que disfrutamos por más de 4 décadas. Se forjó poco antes de la caída de Pérez Jiménez y se formalizó luego. Pero hay que destacar que aquellos jefes políticos – Caldera, Jóvito Y Betancourt- tuvieron la lucidez y el desprendimiento de identificar lo que los unía, más allá de cuanto los separaba. Era el planteamiento unitario de Jóvito.-

Ene 18, 2024 / Encuentro Humanista

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