Un venezolano y un colombiano se convirtieron en “humildes instrumentos de la salvación” en Tierra Santa
El sacerdote venezolano Rito Mendoza se formó en varios países latinoamericanos antes de completar sus estudios en Tierra Santa. Profesó solemnemente sus votos en 2020 y luego fue ordenado diácono

Tres frailes de la Custodia de Tierra Santa (CTS), entre ellos un venezolano y un colombiano, fueron ordenados sacerdotes el 29 de junio. Se trata de Fr. Rito José Mendoza y Fr. Juan David Rodríguez, quienes recibieron el ministerio sacerdotal de manos del Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén.
A los nuevos sacerdotes sudamericanos les acompañó Fr. Saturnin Sadrac, originario de la República Centroafricana. La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de San Salvador de Jerusalén, en el marco de la solemnidad de San Pedro y San Pablo.
“Numerosos hermanos y fieles locales participaron en este momento de gracia, marcado por una profunda reflexión sobre la vocación sacerdotal y el servicio en Tierra Santa”, asegura la CTS en su página web oficial.
En medio de la celebración, el patriarca pidió a los nuevos sacerdotes que “no se hagan protagonistas” de su ministerio, sino más bien “humildes instrumentos de la salvación, que sólo está en Cristo».
El sacerdote venezolano Rito Mendoza se formó en varios países latinoamericanos antes de completar sus estudios en Tierra Santa. Profesó solemnemente sus votos en 2020 y luego fue ordenado diácono.
Por su parte, Fr. Juan David Rodríguez nació en Bogotá y se formó como arquitecto. Actualmente es ecónomo adjunto de la Fraternidad San Salvador, miembro de la Comisión Arqueológica y activo en los servicios pastorales de Jerusalén.
El Cardenal Pizzaballa alentó a los tres sacerdotes a “poner en el centro de su vida no a sí mismo, sino su relación con Cristo”, sosteniéndose en la oración, la celebración digna de los sacramentos y el testimonio vivido.
«Los sacramentos no son propiedad ni privilegio vuestro; pertenecen a Cristo y a la Iglesia. Deja que la persona de Cristo y la belleza de la Iglesia brillen en tu ministerio”, dijo el patriarca.
A ejemplo de San Pedro, también les animó a ser rocas en sus comunidades, que “tomarán la forma de Cristo sólo si ustedes son su imagen”.
“Se construirán sobre la roca de Pedro si ustedes permanecen unidos y fieles a esa roca. No hay otros caminos. Cualquier otra referencia en su ministerio sacerdotal, si no está centrada en Cristo, será vanidad y permanecerá estéril”, comentó el Cardenal Pizzaballa.
“Habrá días en los que este ministerio que hoy les llena de alegría se volverá pesado, en los que pesarán la soledad y la fatiga. Llegará vuestro propio tiempo de Pasión (…), pero se convertirá en camino de salvación si se inspiran no en la carne y la sangre, sino en Dios, si dan espacio a su Palabra de vida, si los sacramentos que celebran los nutren primero a ustedes, antes que a sus comunidades, si su vida sacerdotal se construye sobre una relación fiel con Jesús”, agregó.
El cardenal concluyó su homilía encomendando el sacerdocio de estos tres hombres a la Virgen Inmaculada y les invitó a rezar siempre “por esta pequeña Iglesia de Jerusalén”, sin importar a donde los lleve su misión.-




