Opinión

El profundo sueño dela CPI

Egildo Luján Nava:
La Corte Penal Internacional es un organismo con jurisdicción obviamente  internacional, que fue  fundada el 18 de junio de 1998, con un propósito casi idílico: impartir justicia en relación a los CRIMENES DE LESA HUMANIDAD.
Nació como un ente  dependiente de la Asamblea de los Estados Partes (AEP), encargado de supervisar su gestión. Asimismo, integrado por representantes de 123 países a nivel mundial, que se expresaron inicialmente como  firmantes del Estatuto de Roma.
Dentro de pocos días, exactamente el 28 de mayo del 2023, se cumplirán 108 años desde que se utilizó el término de «Lesa Humanidad» por primera vez para tipificar CRIMENES cometidos contra la humanidad. Fue un término empleado inicialmente en la Declaración que emitieran, en conjunto, Francia, Inglaterra y Rusia el 28/5/1915 con motivo de la masacre de más de Un Millón de Armenios en Turquía, durante la Primera Guerra Mundial.
Sin duda alguna, fue -y es- evidentemente buena y plausible la acción e intención de esos 123 países integrantes de la (AEP), hace ya casi 25 años al fundar un organismo internacional que extiende el brazo de la justicia supra-autoritaria y extra territorial, sobre los organismos de justicia internos de cada país en resguardo y defensa de sus habitantes.
Pero ¿qué ha sucedido realmenrte?. Su función o finalidad es juzgar personas, independientemente de su rango o jerarquía oficial, inclusive, y muy especialmente a Presidentes de Estado o personajes de alto rango que, valiéndose de sus roles, poder o influencia, abusan o logran eludir la justicia local.
Es igualmente importante que esos 123 países integrantes de la Asamblea de Estados que la conforman, le pidan a la Corte Penal Internacional QUE RINDA CUENTA DE SU GESTIÓN. Sobre todo, «EN LO POSIBLE», que establezca lapsos prudenciales para juzgar o finalizar un juicio.
Al indagar en «Google» en procura de información sobre el tema, la Corte Penal Internacional, en 25 años de funcionamiento, ha iniciado solamente 22 casos judiciales y, de ellos, siguen abiertos 4 casos. Hasta el presente, han decretado 33 órdenes de detención, de los cuales únicamente han podido arrestar 16 acusados , y podido materializar sólo tres comparescencias.
Ante tales descripciones, y como simple habitante del Planeta, los ciudadanos  se preguntan: ¿Cuál es el costo económico y el rendimiento anual de este PARAPETO, y que tiene como única función juzgar crímenes de Lesa Humanidad, y que, en 25 años de funcionamiento, en promedio, no ha logrado producir NI UNA SENTENCIA ANUAL?.
¿De igual manera que, en ese lapso, únicamente, ha logrado sentenciar y arrestar a 16 personas, en un mundo en el que se cometen miles de crímenes de Lesa Humanidad cada año, y que en sus archivos reposan miles de denuncias, y por cuyas consecuencias sufren millones de personas en el mundo en espera de corrección y justicia?.
Como ciudadano venezolano interesado en la utilidad y eficiencia de este organismo internacional, surge otra inquietud del máximo interés de la población: ¿QUÉ HA PASADO CON EL JUCIO RELATIVO AL CASO VENEZUELA y el cual  lleva años «cocinándose a fuego lento»?.
Hace año y medio, después de varios lapsos de espera,  en noviembre del 2021, la ciudadanía recibió la visita del Fiscal de la CPI, Karim Khan, con grandes expectativas. Lo cierto es que tal funcionario ya ha recibido miles de denuncias adicionales de todo tipo, y aún no se sabe si la ciudadanía logrará ver algún resultado de su trabajo
Existe una realidad acusadora ante tal escenario. Y es que en el país hay más de 30 MILLONES de ciudadanos que están a la espera de una respuesta: ¿HAY O NO HAY CULPABLES,  Sr. FISCAL KARIM KHAN?
Hay otro caso emblemático y es el ARCO MINERO DEL ORINOCO. Se trata de un tema  que ha sido motivo de toda clase de denuncias por una monstruosa destrucción de la naturaleza, con prácticas salvajes y rudimentaria explotación minera. Los señalamientos precisan que se han  cometido abusos y crímenes de Lesa Humanidad contra personas. Además, todo ha sido  catalogado como un desastre planetario en pleno desarrollo, y cometido abusivamente y con toda ilegalidad por organizaciones delictivas, a la vista del mundo entero por intermedio de visualizaciones presenciales e internacionalmente vía satelital.
Sin embargo, todo ha terminado en un hecho referencial  y nada más. Y  lo que esto traduce, es que se está destruyendo y eliminando un gran pulmón oxigenador del planeta. Asimismo, que se están erosionando grandes extensiones de bosques y de fauna, contaminando ríos y grandes reservas acuíferas  importantes de la región, en proporciones territoriales que sobrepasan el tamaño de varios países del mundo.
Desde luego, lo descrito no  puede ni debe  ser considerado como sólo un problema local de Venezuela. Es un caso de destrucción que afecta al planeta, y que se registra en momentos cruciales para la sobrevivencia, al generar cambios drásticos climáticos, grandes sequías e inundaciones y hambre a nivel mundial.
Lo antes expuesto, sin duda alguna,  constituye actualmente el caso más grande del mundo de LESA HUMANIDAD. Señores de la «CORTE PENAL INTERNACIONAL’, ya es hora de cumplir con su obligación y deber eficientemente y sin demoras ni excusas. De igual forma se le exige  a ese otro organismo «JARRÓN CHINO», «La Organización de Naciones Unidas», que cuesta tanto dinero mantenerlo y que por cierto, Venezuela tiene invalidado su voto, por Mora en sus cuotas. Que cumpla con su finalidad de velar por la justicia y paz en el mundo.-

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