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Nueva Ley de Comunicación castigará a la disidencia por uso de redes sociales

El objetivo del castrismo es cercenar cualquier ápice de libertad de expresión que quedaba en la isla. Sobre todo en plataformas digitales que sirvieron en el año 2021 para difundir las protestas que hicieron temblar a Miguel Díaz-Canel

No conforme con gobernar un país con falta de derechos fundamentales y de cometer al menos nueve actos de represión diarios, la dictadura cubana aprobó la Ley de Comunicación Social para castigar a todo aquel que difunda o interactúe con contenidos que no agraden al régimen.

La nueva legislación controlará todo el espectro comunicacional: desde la libertad de prensa, pasando por la divulgación de información de parte de ciudadanos, hasta el derecho a producir contenidos independientes del aparato estatal incluyendo redes sociales. Todo será vigilado, sancionado y coartado luego de la votación de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), la cual solo está integrada por el Partido Comunista de Cuba (PCC) debido a que es la única agrupación política reconocida legalmente en ese país.

En lo referido a redes y de acuerdo a portales como 14 y Medio, bastará hacer un comentario o reaccionar a favor de una publicación que se considere que tiene el “objetivo de subvertir el orden constitucional” o “instigar el terrorismo y la ciberguerra” para contradecir la ley. Sin embargo y como todo lo que implica la participación de la dictadura de la isla, no queda claro qué tipo de penalización se aplicará.

Adiós, libertad de expresión

El objetivo del castrismo es cercenar cualquier ápice de libertad de expresión que quedaba en la isla. Sobre todo en plataformas digitales, que sirvieron en el año 2021 para que ciudadanos informaran al mundo sobre las protestas que hicieron tambalear al mandato de Miguel Díaz-Canel. Desde ese momento, no paran de difundirse videos de otros abusos o crisis, como la falta que gasolina que actualmente ahoga a Cuba.

Teniendo en cuenta ese punto, se prevé además la censura de la difusión de protestas, “una actividad señalada por la prensa oficial y los propios tribunales por intentar ‘desestabilizar el orden social’”, apuntó el medio cubano.

Por si fuera poco, “también podría considerarse potencialmente dañino compartir o interactuar con la publicación de fotografías o mensajes que revelen carencias del Estado (que el régimen considera que intentan denigrar a la Revolución), como ha ocurrido con hospitales, escuelas y otras instalaciones en malas condiciones”. Es que en su artículo 51 sobre “el ciberespacio” indica que cualquier persona “debe responder por los contenidos que generan, seleccionan, modifican, interactúan y publican”.

Para el programa regional Demo Amlat, la nueva Ley de Comunicación “no considera legítimo el ejercicio de las libertades de expresión y prensa de las y los ciudadanos que colaboran con los medios independientes”. Llegar a ese objetivo tampoco fue fácil para los diputados de la dictadura, la legislación tuvo 33 versiones anteriores a la definitiva, con un total de 69 cambios de contenido.

Hipocresía del castrismo

La aprobación de la Ley de Comunicación cubana se hace bajo el mismo modus operandi donde el régimen simula una participación popular que en realidad no existe. En marzo pasado se celebraron las elecciones parlamentarias para “elegir” 470 diputados que solo obedecen a ese partido. Para mayo de 2022, la ANPP aprobaba el nuevo Código Penal para recrudecer la represión y septiembre de ese año se dio luz verde al Nuevo Código de Familias para apegarse al progresismo de moda y venderse internacionalmente como un modelo “democrático”.

Se trata de construir un muro cada vez más alto para terminar de someter a la isla. Tras más de 60 años y con las plataformas digitales cambiando la forma de comunicarse, la dictadura se vio en la necesidad de poner manos a la obra. Y aunque muchos países en el mundo están regulando el funcionamiento de redes sociales por casos de violencia, el castrismo solo busca disminuir y castigar su uso.

No obstante, la hipocresía sale a relucir. Mientras acallan a la disidencia en Internet, desde La Habana crearon todo un aparato que ayuda a impulsar conversaciones a favor en plataformas como Twitter. Tal como se hizo para las elecciones legislativas. Según el observatorio Probox, del 1 de febrero al 31 de marzo hubo 31 etiquetas posicionadas como tendencia en Cuba sobre este proceso, a favor de los candidatos comunistas. En total, se acumularon alrededor de 1.223.481 tuits. La etiqueta más repetida fue #MejorEsPosible y al menos el 62,95 % de los mensajes “fueron realizados de forma coordinada o por posibles bots”.

Esa y otras tendencias “fueron promovidas por el régimen cubano y uno de sus principales aliados comunicacionales: el oficialismo venezolano”.-

Panam Post

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