Testimonios

Salesiano en Ucrania: «Las iglesias están más llenas. En el frente de guerra hay capellanes con los soldados»

Se cumplen ya 15 meses desde que Rusia invadiera Ucrania y el sufrimiento continúa. Más de 200.000 personas han perdido la vida y 8 millones se han convertido en refugiados. Se han destruido 2.700 escuelas en los bombardeos y 500 menores han sido asesinados. Para paliar el dolor, en Ucrania trabajan más de 40 misioneros salesianos, para atender a las necesidades de la población

Acogida a los ucranianos. Mykhaylo Chabanes el superior de los salesianos en Ucrania. Él nació allí y lleva toda su vida dedicado a los demás, ahora más que nunca.

“Durante los primeros días recibíamos hasta 400 personas diarias en nuestras obras y todavía hoy un centenar de personas viven con nosotros porque lo han perdido todo«.

Nos explica que además de acoger, ayudan con alimentos a todos los que lo necesitan: «Todos los días damos alimentos unas 1.000 personas desplazadas que viven en Mariápolis». Y todo gracias a Misiones Salesianas que han enviado 650.000 euros de ayuda.

Mykhaylo nos cuenta que el dolor se mantiene día tras día.

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Mykhaylo estuvo recientemente en Madrid, donde habló de la labor de los salesianos en Ucrania.

«La gente intenta vivir su día la máximo, adaptándose a la situación. Donde es posible se va al trabajo y a la escuela pero todos los días pensamos dónde podemos refugiarnos si hay bombardeos. Vivimos con la esperanza de la victoria, pero no vemos un futuro cercano de paz«.

Capellanes en el frente

Una de las acciones que mantienen es la de ayudar en el mismo frente de combate.

«Dos salesianos van al frente de guerra para llevar alimentos y medicamentos a los combatientes. Darles consuelo».

Un  viaje en el que además aprovechan para ayudar a desplazarse «a mujeres y también a ancianos”.

El «oratorio sobre ruedas»

En Kiev, además, la comunidad salesiana continúa dando apoyo psicológico a quien lo necesita. Es el llamado Oratorio sobre ruedas. Un acompañamiento que se extiende además a los niños que han perdido a sus padres.

«La guerra nunca trae nada bueno», dice Mylhaylo, «lo único positivo es la unión del pueblo, la fuerza y el valor de defenderse hasta el final. La ayuda que nos damos unos a otros en un momento tan complicado».

«Las iglesias están más llenas»

A pesar del drama que viven las familias la fe se mantiene viva. En Ucrania el 80% de su población se declara creyente y «muchas personas en este momento están acudiendo a Dios pidiendo la paz».

«Nos hemos dado cuenta de que hoy las iglesias están más llenas. Incluso en el frente de guerra hay capellanes que permanecen al lado de nuestros jóvenes soldadosque están defendiendo nuestra nación«.

«Derretían la nieve para poder beber»

«Son muchas las historias que golpean el alma cada día». Situaciones difíciles que a veces no saben cómo afrontar. El dolor, el frío y el cansancio merman demasiado las fuerzas.

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En plena labor de atención a personas en Ucrania.

Este sacerdote ucraniano no piensa abandonar su país. Se apoya en Cristo y en las historias que contempla cada día. Sufre especialmente por los niños. Explica cómo le impactó la historia de 40 chavales que bebían gracias a la nieve.

«Al comienzo de la guerra acogimos en cuatro hogares familiares a 40 menores que antes de venir nosotros permanecieron escondidos en el sótano durante 40 días. Para conseguir agua tenían que derretir la nieve. Su dolor era enorme. Acababan de perder a un padre, una madre o un hermano», explica.

Sacerdotes salesianos como él les ayudaban a superar este momento. «Les acompañábamos par encontrar la serenidad y la paz interior«. Es su principal misión en este momento.-

Violeta Tejera – publicado el 26/05/23-Aleteia.org

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