El Mundo

El Operativo «Esperanza» y la articulación entre militares e indígenas colombianos para hallar con vida a los cuatro niños desaparecidos en la selva

Misión cumplida: "¡Milagro, Milagro!"

Colombia está de fiesta tras el hallazgo de los cuatro niños que permanecieron desaparecidos en las selvas del Guaviare y el Caquetá durante 40 días, luego de sobrevivir a un accidente aéreo. Un acontecimiento que llenó de esperanza al país cambiando el sombrío panorama informativo de los últimos días.

 

Un equipo integrado por militares especializados y miembros de las comunidades indígenas lideraron el operativo “Esperanza” que finalizó este 9 de junio con el hallazgo de los cuatro menores sanos y salvos.

 

Ahora deberán iniciar el proceso de recuperación de su salud y la restitución de sus derechos fundamentales.

 

Colombia está de fiesta tras el hallazgo de los cuatro niños que permanecieron desaparecidos en las selvas del Guaviare y el Caquetá durante 40 días luego de sobrevivir a un accidente aéreo. Un acontecimiento que llenó de esperanza al país cambiando el sombrío panorama informativo de los últimos días.

Un equipo integrado por militares especializados y miembros de las comunidades indígenas lideraron el operativo “Esperanza” que finalizó este 9 de junio con el hallazgo de los cuatro menores sanos y salvos. Ahora deberán iniciar el proceso de recuperación de su salud y la restitución de sus derechos fundamentales.

 

Niños rescatados de la selva

Un signo para Colombia

«Con inmensa alegría recibimos la noticia del hallazgo de los niños que estaban extraviados en la selva después del accidente aéreo sufrido el pasado 1 de mayo,” afirmó Mons. Luis José Rueda, presidente de la Conferencia Episcopal colombiana.

Para el prelado este es un momento para pensar en la vida y agradecerle al Dios de la misericordia y a todas las personas que hicieron posible la búsqueda y hallazgo de los menores, entre los que se cuentan las fuerzas militares, policía, indígenas, campesinos y todos los que de una u otra manera colaboraron orando por esta intención y haciendo un trabajo efectivo para dar con el paradero de los niños.

“Es un verdadero milagro de la vida y agradecemos al Señor. Es un signo para toda Colombia para que luchemos y defendamos la vida en todas sus etapas: desde el vientre materno hasta la muerte natural”, agregó el también arzobispo de Bogotá al abogar para que Colombia sea un país que defienda la vida, la dignidad de los niños y el cuidado de todos,” confiando en que Dios extenderá su bendición en esta obra maravillosa que llena de esperanza el país.

El hallazgo de Lesly Jacobo Bonbaire (13 años), Soleiny Ranoque Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neryman Ranoque Mucutuy (1 año), es un milagro de la vida, un motivo para agradecer a Dios tras semanas de angustia e incertidumbre.

 

Niños rescatados de la selva

Las reacciones

María Fátima Valencia abuela materna de los menores se mostró complacida por la noticia, asegurando que cuando los vea no se cohibirá en expresarles su cariño. «Doy gracias a mi Dios, cuando los vea voy a abrazarlos a los cuatro, ahora que ya recuperé los huesos de mi hija, los voy a animar», indicó.

El presidente Gustavo Petro destacó la unión entre las fuerzas militares y los miembros de las comunidades indígenas que permitió el rescate de los menores sanos y salvos, el fruto de un proceso de construcción colectiva.

Por el momento, los menores se hallan internados en el Hospital Militar de Bogotá. El mayor general Carlos Rincón, médico al frente del equipo interdisciplinario de pediatras que atiende a los menores, aseguró que las condiciones de los niños son de normalidad, pese a la crítica situación que enfrentaron. Dando curso a los procedimientos de rigor se adelantan los exámenes diagnósticos y el tratamiento de soporte nutricional y psicológico para acompañar a los menores.

La niña de un año es la que según el médico necesita más atención, por su edad, lo que implicará un proceso a mediano y largo plazo descartando cualquier evidencia que ponga en riesgo la vida de los niños. En este momento el compromiso es nutricional y de lesiones en tejidos blandos y piel por la picadura de insectos. De acuerdo con el proceso los niños aún no recibirán alimento por vía oral porque no hay tolerancia al mismo y se calcula que permanezcan hospitalizados durante tres semanas.

 

Accidente de avioneta

Hasta el fin del mundo

Por su parte Astrid Cáceres directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) dijo que uno de los aspectos más relevante de esta historia son los aprendizajes que dejó y que se iniciaron desde la búsqueda de la avioneta, el cambio frente a la naturaleza de esa búsqueda, cuando se supo que habían sobrevivientes y eran menores, luego el mandato de la familia indígena al presidente Gustavo Petro para que las tropas estuvieran acompañadas por los “sabedores” los que le hablan a la selva porque la conocen.

Sin ellos, sería imposible que las tropas hallaran a los menores, un camino nuevo para unos y otros pero el objetivo era el mismo, conscientes de los peligros que la selva representa para cualquier niño. Relaciones que empezaron a tejerse y en las que fueron testigos del intercambio de saberes. Las tropas aprendiendo de los pueblos nómadas y ellos descubriendo la lógica de la vida militar, a lo que se unieron a las herramientas que proporcionaron instituciones como Parques Nacionales de Colombia que con mapas digitalizados permitieron conocer la zona que tenían por explorar.

La cooperación, la unión y la apertura para aprender del otro hizo que la capacidad de respuesta del estado colombiano aumentara, ratificando que niños y niñas deben ser el corazón de un país. Luego vinieron los momentos de incertidumbre los días que pasaban y los niños que no aparecían, pero tanto militares como indígenas sabían que mientras no hallaran cuerpos los niños estaban vivos y como dijo uno de los militares, si usted fuera el papá de alguno de esos niños de ser necesario iría hasta el fin del mundo por ellos; es así que nunca se pensó en detener búsqueda, más bien se idearon los medios para enriquecerla con recursos hasta lograr el objetivo trazado.

 

Hechos del avión

Los hechos

Ahora, la invitación es a dar gracias, recibirlos con alegría y tras la recuperación de su salud, celebrar unidos su vida y el cumpleaños que a dos de ellos este año les llegó en medio de la selva y lejos de sus padres. No obstante su búsqueda y posterior hallazgo le devolvió la esperanza a millones de colombianos.

El 1 de mayo la Aeronáutica civil confirmó el accidente de la Avioneta Cessna 206 con matrícula HK2803 durante su paso sobre el río Apaporis, un territorio ubicado entre los departamentos de Guaviare y Caquetá. La ruta era Araracuara -San José del Guaviare.

La tripulación alcanzó a notificar una falla en el motor, pronto se declaró en emergencia a tan solo 175 kilómetros de San José del Guaviare dejó de comunicarse.

La aeronave estaba ocupada por 7 personas, tres de las cuales murieron: el piloto Hernando Murcia, Herman Mendoza Hernández director de la Fundación de Profesionales Indígenas y Magdalena Mucutuy, la madre los niños. –

 Paola Calderón/RD

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