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Kajovka, Ucrania: Con el tiempo se comprenderá la tragedia

El padre Ivan Talaylo director de la organización de Cáritas en Kryvyi Rih, relata las consecuencias del derrumbe de la presa: "Cada vez será más difícil y peligroso vivir en la región de Kherson", dice

 

«Ayer fuimos a Kherson. El agua parecía haberse detenido, ya no subía y en algunos lugares empezó a retroceder», cuenta a Vatican News – Radio Vaticano el padre Ivan Talaylo, sacerdote greco-católico y director de la oficina de «Cáritas Ucrania» en Kryvyi Rih, en el sureste del país, hablando de las consecuencias de la explosión en la planta de agua de Kakhovka durante la noche del 6 de junio.

“También fuimos a los pueblos cercanos a Kherson y allí planeamos crear un centro para llevar ayuda a la gente. No podemos hacerlo en Kherson, porque es una zona muy peligrosa debido a los ataques de los rusos, incluso ayer murió una persona. Y también debemos intentar proteger a nuestros empleados y voluntarios”

El compromiso de Cáritas

El sacerdote explica que «Cáritas Ucrania» ha creado un centro de operaciones para supervisar la situación relacionada con la explosión en la planta de agua, que causó grandes inundaciones en varios asentamientos de la región de Kherson.

“He visto que muchas organizaciones están llevando artículos de primera necesidad y también estamos distribuyendo agua potable a varios pueblos de la región”

“Pero también queremos vigilar bien la situación, para ver qué necesitará la gente dentro de un par de semanas, cuando habrá picos de necesidad. Por ejemplo, ayer, en un pueblo cercano a Kherson, vi con mis propios ojos una casa particular completamente destruida por las inundaciones. Era una casa bastante vieja, con cimientos no muy sólidos, y se derrumbó”.

“Aquellas personas se quedaron sin nada. En una hora llegó el agua a ese pueblo y huyeron de la casa con sus documentos y una pequeña bolsa. Así que lo necesitaban todo”

El padre Ivan explica también que incluso ahora la policía, la defensa civil y los voluntarios están intentando evacuar a personas y animales de los lugares inundados.

“Pero la gente no quiere alejarse mucho de sus casas y prefieren quedarse en los pueblos cercanos, donde tienen amigos, conocidos, etc., y esperar a que baje el agua para volver. Incluso así, la zona sigue siendo muy peligrosa, porque los rusos la atacan constantemente. Por ejemplo, cuando estuvimos en Kherson, los drones sobrevolaban nuestras cabezas, se oían disparos, así que intentamos tener mucho cuidado. Pero los que viven allí se han acostumbrado a todo esto. Y eso es malo, porque la gente ya no percibe el peligro y, por desgracia, a veces pierden la vida”

El padre Ivan Talaylo, director de la oficina de Cáritas Ucrania en Kryvyi Rih
El padre Ivan Talaylo, director de la oficina de Cáritas Ucrania en Kryvyi Rih

El enfriamiento de Zaporizhzhia

Entre las consecuencias de las inundaciones, según el director, estarán los daños en los edificios de la ciudad de Kherson.

“Hablamos con un ingeniero local que nos dijo que los edificios de cinco plantas, por ejemplo, tienen unos cimientos muy débiles, que el suelo está absorbiendo tanta agua, que lo más probable es que, como mínimo, tengan grietas muy grandes, y que será peligroso vivir en ellos”

Las imágenes difundidas por los medios de comunicación también hablan de los esfuerzos de los ucranianos por salvar a los animales, lamentablemente muchos se ahogaron. También esto, según el padre Ivan, podría crear un problema sanitario. Y no se pueden calcular los daños en la orilla izquierda del río Dnipro, ocupada por el ejército ruso. El sacerdote informa de que allí hay cementerios inundados y que muchos campos de minas han sido arrastrados por el agua.

 

«Creo que sólo con el tiempo podremos evaluar el alcance de la tragedia», señala con tristeza. Sin embargo, las consecuencias del derrumbe también se están dejando sentir en otras regiones vecinas, ya que el nivel de agua del embalse de Kajovka, que es una importante fuente de agua para uso potable e industrial, y que también es la fuente de agua utilizada para los sistemas de refrigeración de la central nuclear de Zaporizhzhia, está bajando.

Un futuro mucho peor

El padre Ivan concluye explicando que ya hay problemas con el agua potable en Kryvyi Rih y los pueblos vecinos. «Si no se encuentra alguna solución en un mes y medio – advierte – cuatro barrios de la ciudad (unos 300.000 habitantes en total), que solían tomar agua del embalse de Kajovka, corren el riesgo de quedarse sin agua».

“Ya ahora la presión del agua en los bloques de apartamentos de esos barrios es más baja y, para ahorrar dinero, la administración ha pedido que se interrumpa el suministro de agua durante unas horas por la noche. Hemos recibido llamamientos de habitantes de algunos pueblos de los alrededores de Kryviy Rih, que nos han informado de que el agua de sus pozos ha desaparecido y nos piden agua potable”

«Nosotros, como Cáritas de Kryvyi Rih, se la llevamos. Por eso intentamos comprar la mayor cantidad posible de agua potable, porque sabemos que la situación empeorará en un futuro próximo», concluye.-

Svitlana Dukhovych – Ciudad del Vaticano/Vatican News

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