La permanente actualidad de uno de los grandes maestros del siglo XX: Jacques Maritain
Con inteligencia y finura crítica, Maritain percibió que la crisis del mundo contemporáneo, tanto a nivel personal como a nivel cultural era, sobre todo, una crisis de la verdad
María Ángeles Vitoria/Revista SIC:
Maestro de la verdad transmitida en modo amable
Convertir la enseñanza en paideia requiere la capacidad de transmitir la verdad de manera personal y vital, haciendo de cada lección un verdadero y propio encuentro. Así lo hizo Jacques Maritain, conjugando magistralmente las dos dimensiones –académica y familiar– que juntamente constituyen la fórmula de una enseñanza eficaz.
Sobre la base de la mejor preparación que pueda adquirir en la propia disciplina, Maritain expresa con claridad cuáles son las actitudes esenciales de un maestro:
[Todo profesor] debe tener gran respeto y profunda amistad por las personas a las que enseña. Lejos de mantener con respecto a ellos una actitud glacial, como sucede demasiado frecuentemente en Europa, el profesor debe tratar de estimular la actividad personal de los alumnos, su inclinación a investigar; les debe escuchar y ayudar. Para hacer esto, necesita amarlos. Enseñe ortografía a niños, o matemáticas a los jóvenes, o teología a futuros sacerdotes, él servirá de instrumento a una fuerza invisible, la del amor a la verdad que comunica y comparte con ellos12.Aunque Maritain ha tratado siempre de realizar este ideal en su actividad docente, la experiencia de Meudon (1922-1938) y, seguidamente, la vivida en Manhattan, son un ejemplo paradigmático. Los testimonios son numerosos.
Después de la Primera Guerra Mundial, los estudiantes del Instituto Católico de París, amigos de los Maritain, buscan cada vez más asiduamente su compañía. “Nuestra vida se complica –escribe Raïssa– Jacques está cada vez más solicitado: visitas frecuentes y correspondencia abundantísima”13. Antes del otoño de 1919 comenzaron a tener encuentros más regulares para examinar la doctrina de Santo Tomás en un clima de libertad, confrontándola con los problemas de actualidad. La sede de estas reuniones fue la casa de los Maritain, primero en Versailles y, después, en Meudon, en la periferia de París14.
Las reuniones de Meudon duraron hasta 1939, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. En esos años, el Círculo de Estudios Tomistas animó la vida social y cultural de la capital francesa, siendo uno de los centros intelectuales más brillantes de la época. En recuerdo al trabajo que se realizó allí, el 12 de junio de 1971, el ayuntamiento de Meudon hizo colocar una lápida en la casa donde vivieron los Maritain con el siguiente texto: “De 1923 a 1939, Raïssa y Jacques Maritain, y Vera, hermana de Raïssa, vivieron en esta casa abierta a todos, viniesen de donde viniesen, para buscar la verdad en común amistad”15.
El 4 de enero de 1940, apenas iniciada la Segunda Guerra Mundial, los Maritain viajan a América con un encargo del Departamento de relaciones culturales de Francia, para impartir una serie de conferencias en Montreal, Toronto y en otras universidades americanas. A causa de la ocupación alemana de Francia, permanecerán en América hasta 194516.
Además de dar vida a este círculo intelectual, artístico y espiritual de alto nivel, Maritain se ocupaba personalmente de movilizar a todas las personas con las que estaba relacionada para salvar a los exiliados. Se esforzó para colocar a los recién llegados en las universidades americanas, guiándoles en los primeros pasos y ayudándoles a reencontrar la confianza. También aquí, a través de su amistad, se convirtieron muchos intelectuales. Gustav Cohen, profesor de Historia y de Literatura medieval en la Sorbona, que había sido expulsado de la universidad por su ascendencia hebrea, deseaba hacerse católico, pero dudaba pensando que debía permanecer solidario con los judíos perseguidos. En la relación intelectual y de amistad con los Maritain encontró ayuda para tomar la decisión de bautizarse, y Jacques y Raïssa fueron sus padrinos.
Durante la estancia en América, los Maritain tuvieron un influjo relevante en la literatura, a través del Grupo de Princeton, compuesto por Allen Tate, Caroline Gordon, Flannery O’Connor y Francis Ferguson. El encuentro de los Maritain con el matrimonio Allen Tate y Caroline Gordon ayudó a madurar su conversión religiosa. Jacques Maritain escribió a Journet:
El buen Dios nos ha hecho un regalo esta Navidad: Raïssa y yo hemos sido los padrinos de Allen Tate, poeta crítico de gran valor, que se ha bautizado el viernes antes de Navidad. Su mujer se había convertido ya hace algún año, y su hija, que acude a la catequesis, recibirá el bautismo dentro de algunos meses17.
Nota de la autora:
- He tenido presentes en este artículo algunas partes de dos escritos que he trabajado anteriormente: La figura del maestro Maritain (2016), publicada en: L. Leal – M. Mira (eds), L’insegnamento superiore nella storia della Chiesa: scuole, maestri e metodi. Roma: Edusc, pp. 301-352; con el mismo título, introduciendo algunas modificaciones: La figura del maestro Jacques Maritain, en: Búsqueda y transmisión de la verdad. El temple de tres grandes maestros, Universidad de La Sabana (Colección Cultura Insitucional), Chía, Colombia 2919, pp. 16-107.
Notas:
- La edición definitiva de las obras de Maritain comprende XVII volúmenes de unas 1.200 páginas cada uno, que no incluyen la abundante correspondencia del filósofo con numerosos personajes del mundo de la cultura y de la Iglesia (Etienne Gilson, cardenal Montini, Charles Journet, Julien Green, Jean Cocteau, Saul Alinski, Georges Bernanos, Max Jacob, Emmanuel Mounier, Gino Severini, Yves Simon, etcétera. MARITAIN, JACQUES et RAÏSSA: Oeuvres Complètes. Saint Paul (Paris)-Éditions Universitaires (Fribourg-Suisse). 1982-2007.
- PAOLO VI, Regina Caeli, 29 aprile 1973: Insegnamenti di Paolo VI, XI (1983). P. 382.
- Réponse à Jean Cocteau: ŒC III, 724.
- MARITAIN, R., Les grandes amitiées: ŒC XIV. P. 686.
- Ibid., pp. 691-692.
- Le philosophe dans la cité: ŒC XI. P. 27.
- MARITAIN, R. Les grandes amitiées: ŒC XIV. P. 757.
- Carnet des notes, ŒC XIII. P. 152.
- MARITAIN, R., Les grandes amitiées: ŒC XIV. P. 779.
- “Agradezco a Dios que me puso en el corazón un gran deseo de verdad cuando, sin conocer la Verdad divina, vivía entre escépticos y ateos. Este deseo que la verdad de las ciencias físicas no pueden satisfacer, porque son parciales, y que las filosofías modernas desautorizaban totalmente por su relativismo, fue saciado por la revelación de la doctrina católica y por la filosofía tomista” (Journal de Raïssa, Anotación del 16 de julio de 1919: ŒC XIV. P. 256).
- Le Docteur Angélique: ŒC IV. P. 96.
- Carta a Mons. Macchi, secretario de Pablo VI, fechada el 3 de noviembre de 1965. EL texto de la carta lo he tomado de VIOTTO, P. (2015): Pablo VI – Jacques Maritain. Un’amicizia intellettuale. Roma: Studium. P. 235.
- Journal de Raïssa. Anotación sin fecha, probablemente de marzo de 1921: ŒC XIV. P. 266.
- LACOMBE, O. Le foyer de Meudon, “Cahiers Jacques Maritain”, 4-5 (1982). Pp. 85-87. POSSENTI, N. Au foyer de Meudon, “Cahiers Jacques Maritain”, n. 51 (2005). Pp. 11-32. Cfr. ZITO, M. (1990): Gli anni dio Meudon. Napoli: Istituto Universitario orientale. BARRÉ, J.L. Jacques et Raïssa Maritain. cit. Pp.198 e ss.
- VIOTTO, P. Raïssa Maritain. cit. P. 40.
- FOUCARDE, M. (1996): “Jacques Maritain et L’Europe en éxil (1940-1945)”. En: AA.VV., Jacques Maritain en L’Europe. La réception de sa pensée. Paris: Beauchesne. Pp. 281-320; VIOTTO, P., Introduzione a Maritain. Ob. cit. Pp. 61-101.
- Carta de Jacques Maritain a Charles Journet, 8 de enero de 1959, tomada de: VIOTTO, P. Grandi amicizie. cit. Pp. 321-322.
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