Opinión

Politología y Politólogos a 50 años

La ciencia política y el rol que puedan jugar los politólogos seguirá haciendo importantes aportes, al análisis del sistema político, a su democracia, al entorno internacional, porque de ella es su principal nutriente: su pluralismo y diversidad

Jesús Mazzei Alfonzo:

En el tiempo de cambio de autoridades rectorales, decanales y definición de rumbos que seguramente tendrá en lo particular, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, y las dos escuelas: Derecho y Estudios Políticos, Institutos y Coordinaciones internas de la Facultad, en los próximos días y estos 6 primeros meses, estos no dirán la trayectoria administrativa-académica de las nuevas autoridades, por ello, entre otras cosas, es oportuno mirar que camino se debe trazar en el futuro para tener unos estudios de ciencias políticas, aggionardos y puestos al día, teórica y metodológicamente, para el porvenir, sobre todo cuando nos acercamos a la tercera década del siglo XXI, ya que se están formando a los profesionales de los próximos 10 o 20 años.

En efecto, hace más de 45 años en marzo de 1978, para ser más exactos ingrese a la escuela de estudios políticos de la UCV, siendo director el profesor Hans Leu, en unas pocas páginas, es imposible agradecer lo que como ser humano y ciudadano, me dejó el paso por mi alma mater y lo que ella aún me deja en mi formación, gracias a la interacción con otros profesores, estudiantes, en mis estudios doctorales y la vida universitaria en general.

Efectivamente, está disciplina académica nació afines de la quinta década del siglo XX en la UCV, nace en medio de las crecientes dudas e incertidumbres que genera una nueva profesión, y en medio del advenimiento de la experiencia democrática del año 1958, entre otras cosas, porque tanto el Estado como y el sector privado reclutan a recursos humanos para nutrirse laboral y profesionalmente de las carreras tradicionales existentes para aquel tiempo: como derecho, economía, sociología, internacionalistas, periodistas, medicina e ingeniería, arquitectura entre otras. Encuentra la novel carrera, no obstante, una apertura de perspectivas y posibilidades intelectuales de progreso y desarrollo institucional, cuando egresa la primera promoción en marzo de 1978 y hasta hoy con la 85 promoción que egreso el pasado mes de julio, hay un campo abierto de posibilidades laborales en el sector público y privado en diferentes campos.

Por otra parte, cabe señalar que, en los años posteriores nacerán las escuelas de ciencia política en la ULA, LUZ, Universidad Fermín Toro, Universidad Rafael Urdaneta, la Universidad Valle del Momboy; en Valera, en la Universidad Bolivariana y se crearán estudios de Doctorado, Maestría, Especialización y Diplomados en la UCV, USB, LUZ, y en la UCAB, asimismo, se crea una maestría de políticas públicas en el IESA. Trayendo consigo una extensión y multiplicación en todo el país de la disciplina, con diversos campos transdiciplinarios. Han crecido tanto los estudiantes como la cifra de publicaciones especializadas, así como se han diversificado las líneas de investigación en esta disciplina. En la actualidad existen once publicaciones vinculadas a esa disciplina, encabezadas por la decana de las publicaciones venezolanas Politeia, con 51 años de fundada.

Ahora bien, el análisis de la actual estructura y entorno internacional, es un desafío y un reto, para este profesional, que apunta a una configuración hacia cinco procesos en desarrollo actualmente que pueden cambiar o mutuar, de acuerdo a las tesis del académico y politólogo brasileño José Ghillón Albuquerque, a saber: Despolarización, disociación hegemónica, transnacionalización, descontención y nueva vulnerabilidad del Estado, unido a un creciente proceso dinámico y rápido de difusión de ideas, valores, formas de producción y de comercio, procesos y productos, diseños organizativos y formas de conducta, a través de las fronteras nacionales, en síntesis un ambiente internacional más complejo, donde lo digital, la inteligencia artificial y la evolución de la globalización en su última fase, hace una dinámica más veloz y llena de incertidumbre hacia el futuro.

Un proceso, por lo tanto, que está conduciendo a una mayor y creciente y cada vez mayor articulación e interdependencia de todas las sociedades, que se conoce como globalización y, que el politólogo tiene que no solo conocer sino además, saber moverse, describir y analizar en ese nuevo ambiente para interpretarlo y analizarlo adecuadamente, porque el profesional de esta carrera en el siglo XXI, le corresponderá como función analítica entre otras cosas lo siguiente: observar, diagnosticar, describir, evaluar los componentes de la realidad socio-política que enfrenta y finalmente, intervenir en el mejoramiento de los cursos de acción de las estructuras estatales que las adoptan. Esto es las políticas públicas, para proponer alternativas viables, razonables y plausibles para mejorar los procesos de toma de decisiones. Lo mismo se puede aplicar al rol del politólogo en la sociedad civil.

Por otra parte, los fundadores de los estudios politológicos que colocaron la primera piedra en 1958 y luego en 1973, con apertura de la escuela, no buscaron crear unos funcionarios tecnocráticos, como institución pionera sino formar un individuo con los conocimientos adecuados para poder interpretar y analizar los complejos y dinámicos fenómenos políticos de su tiempo y devenir histórico, con una educación plural y democrática. Por ello, el politólogo, tiene un interesante espectro laboral, por sus habilidades y competencias. Como funcionario público en un abanico amplio que abarca los siguientes campos: Seguridad y defensa, política internacional, área socio-administrativa, gerencial, coordinación y planificación, asesores, en la empresa privada como consejeros y asesores de los grupos de interés, en los servicios de estudios, periodismo de opinión y el periodismo político, la política activa o el político práctico con ello, se busca elevar el debate y las cualidades de una persona para la praxis política, con ello se genera, potencia y difunde una mejor cultura política. Se sitúa en el espacio que comunica e intercepta, al hombre de acción con el hombre de reflexión.

Cabe señalar, que los estudios de ciencia política y sus herramientas de análisis pasan por un proceso de aggiornamento de su matriz curricular, que tendrá que adaptarse a nuevas reformas curriculares para seguir no solo en una virtuosa combinación de los enfoques neo-institucionales e históricas-institucionales, sino en enfoques inter- y transdisciplinarios de comprensión de las nuevas complejidades de la realidad, con las de tipo estructural y sociológica.

De esta manera, la ciencia política y el rol que puedan jugar los politólogos seguirá haciendo importantes aportes, al análisis del sistema político, a su democracia, al entorno internacional, porque de ella es su principal nutriente: su pluralismo y diversidad. Al politólogo, a fin de cuentas, le corresponde la proyección de nuevas ideas y la creación de un ambiente propicio para el desarrollo de una conciencia social y la construcción y robustecimiento democrático de nuestras sociedades.

Por último, sintetizaré algunos retos, que tiene esta joven, pero ya madura carrera académica con un recorrido y una impronta en el quehacer venezolano: una actitud científica, se deben impulsar las explicaciones predictivas, es decir la a formular tendencias, sobre todo en eventos macro, las ideologías no son modelos de interpretación son objetos de estudios, ver por qué las democracias están en crisis en estas décadas, por otra parte, y a partir de presupuestos científicos, del análisis del pasado y la investigación presente, puede identificar las causas de aquello que políticamente no funciona bien o que pudiera funcionar mejor, y ofrece alternativas, se deben desterrar las posiciones pseudocientíficas, se debe fomentar la replicabilidad, es decir; la replicabilidad confirma hallazgos y permite identificar errores; así avanza la ciencia. Así mismo, se deben fomentar la responsabilidad científica mediante valores democráticos uno va con lo otro, y, por último, hay que fomentar la divulgación de la ciencia política, es decir, la aplicabilidad de la ciencia política no reside solo en el descubrimiento de la verdad, sino también, en su contribución al mejoramiento de la sociedad, y ello se puede hacer si se difunde el conocimiento politológico.-

jesusmazzei@gmail.com 

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