Informe Open Doors 2024: 365 millones de cristianos sufren persecución, más que nunca antes
Más países con "persecución extrema"
La ONG internacional Open Doors ha presentado su informe anual sobre persecución contra cristianos en todo el mundo, que analiza el periodo de octubre de 2022 a septiembre de 2023.
En Italia la presentación se hizo en la sala de prensa de la Cámara de Diputados por invitación del Intergrupo para la protección de la libertad religiosa de los cristianos en el mundo, representado para la ocasión por el diputado Emanuele Lopérfido. También estuvieron presentes Timothy Cho, activista norcoreano, y Cristian Nani, director de Porte Aperte/Open Doors desde 2015. “En 31 años de investigación hemos registrado un aumento constante de la persecución contra los cristianos en términos absolutos. Y 2023 ha sido un año récord”, afirmó Nani.
(En España no se espera que el Parlamento o sus diputados se hagan eco de la persecución a cristianos o el informe Open Doors).
Open Doors realiza su informe a partir de los datos de una red de informadores locales y monitorizando la situación en más de 70 países cuya situación es variable. Ayudan también expertos, y en total participan en el análisis unos 4.000 informadores y expertos. Hay cerca de 100 países que tienen «potencial» para albergar persecución, y de ellos sale la lista de los 50 peores casos. El informe estudia la persecución sólo contra cristianos, pero de todas las denominaciones y confesiones.
Hay 365 millones de cristianos que sufren persecución: son 1 de cada 7 de los cristianos del mundo.
Por continentes, la situación es así:
Asia: son perseguidos o gravemente discriminados 2 de cada 5 cristianos;
África: sufren persecución o discriminación 1 de cada 5;
América Latina: sufren persecución o grave discriminación 1 de cada 16 cristianos (se mencionan los casos de Cuba y Nicaragua -con sus dictaduras comunistas-, y Colombia y México -con la presión de grupos armados y criminales-)
Los actos hostiles incluyen agresiones, torturas y secuestros; en casos extremos, asesinatos. Pero no se trata sólo de violencia física: también hay maltrato y presiones cotidianas en el lugar de trabajo, en el acceso a la atención de la salud, en la educación y en los lugares de culto, y una burocracia a menudo asfixiante.
Países con persecución y discriminación a cristianos según el Informe OpenDoors 2024: el rojo es más grave que el naranja; el número es su situación en la lista (el 1 es el peor).
Más países con «persecución extrema»
Los países que registran un «nivel extremo» de persecución han pasado de 11 a 13 desde el último informe.
Los tres países con más persecución son la férrea dictadura comunista de Corea del Norte y dos países musulmanes y pobres que son Estados fallidos y casi sin Gobierno, Somalia y Libia, donde las dinámicas tribales, el «extremismo activo» y la «inestabilidad endémica», obliga a los cristianos a vivir su fe en secreto.
En Asia encontramos otros países de gran persecución y peligro para los cristianos: Yemen, Pakistán, Irán, Afganistán, India, Siria y Arabia Saudita.
A nivel global se observa una creciente inestabilidad en el África subsahariana, con un aumento de la violencia perpetrada por motivos religiosos. Sin embargo, a nivel mundial en este informe han disminuido los asesinatos de cristianos (de 5.621 a 4.998) porque aunque en Nigeria aún ha habido muchas masacres, las víctimas fueron menos que en el año anterior.
Ataques a templos, matrimonios forzados, vigilancia digital…
El informe intenta medir también las víctimas cristianas de «abusos, violaciones y matrimonios forzados»: 3.231 personas según sus datos.
También se verificó un aumento «sin precedentes» de los ataques (pintadas, cierres, destrozos) contra iglesias: de 2.110 a 14.766.
Por otra parte, varios países están aprendiendo formas de «persecución digital» que se aplican en China. Y los ataques violentos de grupos políticos o fanáticos hindúes en la India han ido aumentando al acercarse las elecciones.
Entre los actos de persecución más relevantes se encuentran «las repatriaciones forzosas de prófugos norcoreanos por parte de China», explica Open Doors, que la configuran como un país en el que «ser descubierto como cristiano es a todos los efectos una sentencia de muerte».
Pakistán, país que se mantiene estable en los primeros puestos de la lista desde hace muchos años es, después de Nigeria, «el segundo país del mundo donde se produce la mayor violencia anticristiana», explica el informe. Muestra de ello es el atentado que ocurrió en Jaranwala en agosto de 2023.
Cristianos clandestinos en Irán y Afganistán
Le sigue Irán en noveno lugar, que ha bajado una posición respecto al informe de 2023. Aquí los cristianos, «ciudadanos de segunda», se ven obligados a «reunirse en pequeños grupos en sus casas» debido a que el régimen islámico percibe a las iglesias como «amenazas», señala Open Doors.
En décimo lugar se encuentra Afganistán, donde se registró un descenso en la «puntuación relativa a la violencia contra los cristianos» debido a que los talibanes están dedicando más atención a consolidar su poder.
India, en cambio, se mantiene estable en el undécimo lugar. “Llevamos años denunciando el retroceso en las libertades fundamentales de la minoría cristiana en la India, que es objeto de violencia y discriminación”, comunica Open Doors.
En duodécimo lugar le sigue Siria, país donde «los desafíos a los que se enfrentan los cristianos siguen siendo numerosos y graves» y a continuación Arabia Saudita, en el decimotercero.
Aquí el «pequeño número de cristianos saudíes ha ido creciendo lentamente», explica el informe, pero «al precio» de los maltratos y el acoso, incluso contra los más jóvenes, porque la conversión del Islam al cristianismo se considera «inaceptable».
El informe incluye también la persecución en Nicaragua del Estado sandinista contra las distintas iglesias, aunque en comparación con la situación en Asia, es una persecución mucho más limitada.-
Imagen referencial: El señor Piyasena es un cristiano de 80 años que vive solo, en Sri Lanka, rechazado por su familia que no acepta su cristianismo