La Corriente Social Cristiana, laicos para la vida pública: «Queremos influir y dar esperanza»
Remigi Palmés explica esta iniciativa y su encuentro abierto del 3 de febrero en Barcelona
El sábado 3 de febrero, por la mañana, tiene lugar en el Aula Magna de la Universidad Abat Oliba de Barcelona un gran encuentro de la Corriente Social Cristiana (en catalán es masculino, el Corrent Social Cristià, elcorrent.org), una nueva iniciativa de laicos que busca participar en la vida pública, social y política, desde la Doctrina Social de la Iglesia.
En su web, ponen algunos ejemplos: reclamar una ley que ayude a los enfermos de ELA, impulsar un congreso de «cultura cristiana», pedir una ley catalana de promoción de la familia o cambiar la ley electoral catalana para que sea menos partitocrática y haya una elección más directa de representantes.
A medida que más personas se incorporen, la Corriente podrá ir planteando más temas y proyectos. Invitan a acudir al encuentro en la Universidad Abat Oliba a todas las personas que piensen que hay que trabajar por mejorar la sociedad, y estén dispuestas a participar en estos temas.
ReL habla de este proyecto con uno de sus impulsores, Remigi Palmés, de Igualada, profesor de Comercio y Dirección de Empresas en universidades y escuelas de negocios. Hace pocos años fue responsable de la Asociación Guías y Scouts de Europa en toda España. Y es delegado de Evangelización en la diócesis de Vic.
– No sé yo si uno puede dedicarse a la evangelización y también a la acción social cristiana en la vida pública…
– ¿Por qué no? La acción social cristiana también es evangelización.
– ¿Qué busca esta Corriente Social Cristiana?
– Es un movimiento de laicos que busca transformar la sociedad, uniendo a cristianos y a otras personas de bien que acepten los valores cristianos y de la doctrina social de la Iglesia. No somos un partido político pero sí queremos influir en la política, en lo social y lo cultural. Nace en Cataluña, que es un ámbito complejo para empezar, pero tiene vocación de llegar más allá de Cataluña.
– ¿En qué se diferencia de otras iniciativas como Polis, en Toledo, Cristianos en Democracia, en Andalucía, o Neos?
– Veo algunas diferencias. Polis está integrado en la diócesis de Toledo y se dedica a formar personas que quieren participar en política. Es diocesano y muy orientado a formar. Cristianos en Democracia está directamente orientado a la acción en política, sin una base explícita en la doctrina social de la Iglesia. Y Neos trata algunos temas que no son de doctrina social. Por ejemplo, tiene una visión concreta sobre España que otros cristianos no tienen por qué compartir. Para nosotros, la doctrina social es la base en la que pueden confluir personas de distintos espacios políticos.
– En Cataluña está implantado desde hace 25 años E-Cristians, que trabaja la acción en la vida pública…
– E-Cristians colabora en impulsar la Corriente Social, pero aquí buscamos ampliar la base, digamos, incluso atraer personas que quizá no son cristianas o católicas, pero que aceptan la doctrina social de la Iglesia y los valores sociales cristianos.
– Díganos algunos temas que se van a trabajar en esta Corriente Social…
– Fomentaremos temas como el apoyo a las familias, el principio de subsidiariedad, la defensa de la vida desde la concepción a la muerte natural, facilitar el apoyo a los ancianos dentro de la familia… Y nos interesa cambiar la ley electoral catalana, quizá con mecanismos de elección directa, que sea menos partitocrática. La doctrina social de la Iglesia da una luz general, pero no marca las soluciones concretas. Eso es lo que vamos a trabajar.
– ¿Ve a los políticos catalanes muy abiertos a escuchar?
– El contexto en Cataluña es muy complejo, evidentemente. Hay políticos muy cerrados, pero podemos proponerles nuevas formas de hacer política. Queremos ofrecer contenidos, de forma propositiva, no a remolque de los acontecimientos. Y no sólo queremos ir a los políticos, sino a toda la sociedad, llegar a la prensa, las redes sociales, etc… Queremos influir, mostrar que hay otras formas de actuar y dar esperanza.
– ¿Quién debería asociarse a la Corriente Social? ¿Ex-políticos?
– Por ahora, se están apuntando laicos de todo tipo, profesionales, pero casi ningún expolítico, excepto Josep Miró, de E-Cristians. Nosotros animamos a que se apunten personas de bien que crean en los valores cristianos, no necesariamente personas católicas. Cada uno apoyará participando en proyectos, o difundiendo en redes sociales, o apoyando económicamente, cada uno según sus intereses y posibilidades.
– Cataluña es especialmente compleja. Además del eje izquierda-derecha está el otro eje, españolismo-independentismo, con todos sus puntos intermedios. ¿Cómo pueden trabajar unidos cristianos de opciones políticas muy diversas?
– Nos unirá poner en el centro la doctrina social de la Iglesia, que ayuda a muchos a matizar sus posiciones. Nos parece muy importante que podamos escucharnos y entendernos.
»Por ejemplo, si hablamos del Bien Común, la doctrina social dice que hay que tener presentes a todos los demás, incluso a las generaciones futuras. La doctrina social es nuestra gran herramienta, y la ofrecemos a gente con buena fe que tenga ganas de transformar la sociedad.
»Aquí aplicaremos lo que decía San Agustín: unidad en lo esencial (que es la doctrina social de la Iglesia), libertad en lo opinable y siempre caridad. Podemos ser fuertes con las ideologías, pero amables y suaves con las personas: esa será nuestra forma de trabajar.
»Por ahora, al acto del día 3 se está apuntando mucha gente llena de ilusión y todos, desde distintas opciones políticas nos dicen que era muy necesario crear algo así y unir a las personas en este proyecto.
– ¿Y qué hacen los obispos catalanes? ¿Acompañan a los políticos, participan en el debate público? ¿Ayudan a los cristianos a organizarse?
– En los últimos años, la situación política en Cataluña ha sido complicada y los obispos, y otros religiosos, han intentado ser prudentes. No tienen por qué posicionarse en temas políticos que son opinables. En la vida cívica cotidiana los obispos acuden a actos públicos, inauguraciones, actos de patrimonio… Quizá no visitan mucho a los políticos por esa prudencia. Pero ahí estamos los laicos, para entrar nosotros en ese ámbito.
Aula Magna de la Universidad Abat Oliba de Barcelona, que acogerá el encuentro de la Corriente Social Cristiana el sábado 3 de febrero.
– ¿Quién debería venir al acto del sábado 3 de febrero en Abat Oliba?
– Han de venir las personas que ven que es necesario trabajar por mejorar esta sociedad. Animamos a esas personas a que se hagan socios, pagando su cuota, colaborando de distintas formas y ya irán surgiendo distintos ámbitos de actuación.
– Habrá quien diga: «la causa es buena, pero yo esperaré 3 años y luego ya veré si les apoyo»…
– Todos los cristianos tenemos cierta obligación de participar en la vida pública. Yo diría lo que Juan Pablo II: «No tengáis miedo«. Y este es un buen momento para dar el paso e implicarse. –