Visita de Milei al Papa: de la violencia verbal a la reconciliación pragmática
Después de la canonización de Mama Antula, Javier Milei se encontrará con el Papa en una audiencia oficial en el Palacio Apostólico a la mañana siguiente; dos encuentros que deberían de servir para pasar página
Frente a los ultrajes de Javier Milei, «el Papa ha demostrado que es capaz de perdonar, con un gran corazón», afirmó el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, durante un intercambio con periodistas en el Vaticano el 8 de febrero de 2024. La presencia del nuevo Presidente argentino en la canonización de la consagrada laica argentina Mama Antula, el 11 de febrero en la Basílica de San Pedro, le dará la oportunidad de saludar por primera vez al Papa Francisco, antes de una audiencia oficial en el Palacio Apostólico a la mañana siguiente. Estos dos encuentros deberían servir para pasar página a una campaña electoral marcada por los comentarios ofensivos del líder populista sobre el Pontífice.
Al igual que la visita de Donald Trump al Vaticano el 24 de mayo de 2017, la de Javier Milei los días 11 y 12 de febrero será analizada con especial atención, dado que su filosofía política parece ser la antítesis de la del Papa Francisco, al que insultó copiosamente a lo largo de la campaña presidencial de 2023.
En un programa de televisión, el candidato populista criticó al Papa por estar «del lado de las dictaduras sangrientas» de Cuba y Venezuela. También salieron a la luz unas declaraciones anteriores en las que Javier Milei calificaba al Papa de «comunista» e «hijo de puta». Sin embargo, se disculpó por sus faltas y cambió de tono tras su victoria electoral.
En una carta hecha pública el 11 de enero, el Presidente Javier Milei invitaba formalmente al Papa a visitar Argentina, al tiempo que le agradecía sus «sabios consejos» y sus deseos de «sabiduría» y «valentía» expresados durante la conversación telefónica que mantuvieron el 22 de noviembre. Para asombro del principal interesado, el Papa habría querido entonces establecer un contacto directo con el ganador de las elecciones presidenciales. Según el diario La Nación, el presidente electo respondió: «No me falta coraje, y estoy trabajando en la sabiduría».
Sin nombrar explícitamente a Javier Milei, el Papa dijo en una entrevista emitida por la televisión mexicana el 12 de diciembre de 2023 que «hay que hacer una gran distinción entre lo que un político dice durante la campaña electoral y lo que realmente hará después, porque después llega el momento de las acciones y decisiones concretas». Era una forma de tender la mano al nuevo presidente, mientras que en octubre, en una entrevista con el medio argentino Télam, el Papa parecía apuntar al candidato populista al denunciar el peligro que representaban los «payasos mesiánicos». En septiembre, después de que Javier Milei le insultara, los sacerdotes que trabajan en los barrios pobres de Buenos Aires celebraron una Misa en apoyo del Papa.
De la provocación a la conciliación
Javier Milei ganó las elecciones presidenciales argentinas con más del 56% de los votos en la segunda vuelta frente a su oponente peronista de izquierdas Sergio Massa. Hizo campaña con un programa ultraliberal, abogando por la supresión de numerosos ministerios, el Banco Central, la moneda nacional y las prestaciones sociales, y apostando por la libertad empresarial como motor del desarrollo económico.
Este economista, que será elegido diputado en 2021, ha tenido un ascenso meteórico en la política capitalizando el enfado de la población con las élites en un país marcado por una inflación del 140 % interanual y un fuerte aumento de la tasa de pobreza.
Desde su toma de posesión, el 10 de diciembre pasado, el Presidente Milei ha intentado aplicar rápidamente su programa radical de desregulación de la economía, pero se topa con la resistencia de los tribunales, los sindicatos y el Parlamento, donde su partido no tiene mayoría. Ante el riesgo de estancamiento y aislamiento, el nuevo Jefe de Estado ha adoptado un tono más conciliador con la Iglesia y el Vaticano, mientras que durante su campaña había planteado la posibilidad de romper relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
Buenas relaciones institucionales
«Para la canonización de Mama Antula, la presencia de Javier Milei como Presidente de la Nación, así como la de otros representantes del gobierno nacional, es importante para la Argentina», subrayó el Arzobispo de Buenos Aires durante su diálogo con los periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El 10 de diciembre de 2023, durante la celebración interreligiosa organizada en la catedral de la capital argentina con motivo de la toma de posesión de Javier Milei, el arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva invitó al nuevo presidente a «trabajar por el bien común».
En su carta de invitación al Papa a visitar Argentina, Javier Milei agradeció a la Iglesia católica local su «colaboración» y su «labor en el ámbito social». «Las relaciones con el nuevo Gobierno son buenas y cordiales; son relaciones institucionales», afirma monseñor García García Cuerva, aunque se muestra cauto ante el riesgo de instrumentalización.
El Presidente Javier Milei, que visitó Israel antes de regresar a Roma, realizó una visita privada a la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén el 7 de febrero. Esto puede sorprender en un hombre que es católico de nacimiento, pero que ha emprendido un viaje de conversión al judaísmo.
El Presidente Milei también ha adoptado una postura de apoyo unilateral al gobierno de Netanyahu y ha anunciado el traslado de la embajada argentina en Israel a Jerusalén, estableciendo así el reconocimiento de la Ciudad Santa como capital del Estado judío. Se trata de un tema especialmente sensible para la diplomacia papal, siempre partidaria de una solución de dos Estados y de un estatuto especial para Jerusalén, y podría formar parte de las conversaciones entre el presidente argentino y el Papa Francisco, así como con responsables de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
¿Hacia una futura visita papal a Argentina?
En una reciente entrevista en la televisión italiana, el 14 de enero, el Papa Francisco explicó que este viaje a Argentina era una mera «hipótesis», sin fecha precisa por el momento. Varias fuentes apuntan a finales de año, en noviembre o diciembre, después de la segunda asamblea del Sínodo sobre el futuro de la Iglesia. La hipótesis más mencionada es que la gira incluirá también Uruguay, Brasil y las Islas Canarias, con una escala dedicada a los emigrantes.
Sin embargo, además de la frágil salud del pontífice de 87 años, este proyecto podría verse comprometido por el riesgo de que la imagen del Papa Francisco sea utilizada con fines políticos por el presidente Milei, cuya carta de invitación al Papa tomó la forma de una petición de validación de su política de desregulación liberal.
A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco ha visitado 12 países de América (Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Cuba, Estados Unidos, México, Colombia, Perú, Chile, Panamá y Canadá), pero nunca ha regresado a su país de origen.
La «realpolitik» del Papa Francisco
Desde su elección a la Sede de Pedro, el Papa Francisco ha recibido a varias personalidades de todos los bandos de la vida política argentina, como los presidentes peronistas de izquierda Cristina Kirchner (2007-2015) y Alberto Fernández (2019-2023), así como los ex presidentes Carlos Menem y Eduardo Duhalde, y el liberal Mauricio Macri (2015-2019), que se unió al equipo de campaña de Javier Milei entre las dos vueltas.
Durante su visita en 2016, la frialdad del contacto entre el Papa Francisco y Mauricio Macri fue constatada por los observadores, que recordaron las malas relaciones entre ambos cuando eran arzobispo y alcalde de Buenos Aires, respectivamente. El actual arzobispo de la capital argentina relativiza estas interpretaciones de la política local, señalando que todos los políticos argentinos reconocen la talla del Papa como «líder mundial».
El Papa Francisco también es conocido por su gran desconfianza ante los riesgos de instrumentalización. Así, quedaron sin respuesta las peticiones realizadas por Cristina Kirchner en 2013 para la mediación papal en favor del reconocimiento de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, escenario de una guerra perdida por Argentina frente al Reino Unido en 1982.
Rompiendo con los códigos habituales de la política argentina, el Presidente Milei podría quizás encontrar algunos puntos de convergencia con un Papa anticonformista. A lo largo de su pontificado, Francisco ha sabido forjar relaciones de confianza con personalidades a priori alejadas de su visión de la política, como la actual primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que a su vez recibirá al presidente Milei el 12 de febrero, pocas horas después de su visita al Vaticano.-
I.Media – publicado el 10/02/24-Aleteia.org