Un memoriam: Pbro. Aurelio Ferrín López
Cardenal Baltazar Porras Cardozo:
El Padre Aurelio Ferrin falleció en la Casa Sacerdotal de Caracas el domingo 3 de marzo 2024, tercer domingo de cuaresma. Sus restos fueron velados el lunes 4 de marzo en la capilla de la Casa Sacerdotal San José y San Isidro, en El Retiro, al lado de la Iglesia San José del Ávila. La misa exequial fue presidida por los Obispos Auxiliares con buena asistencia de hermanos sacerdotes. Predicó el R.P. Oscar Buroz, sj, quien perteneció al grupo juvenil de Cumbres de Curumo siendo el P. Ferrin párroco de dicha comunidad.
Nació en La Habana el 2 de diciembre de 1943, parroquiano de la iglesia Nuestra Señora de la Caridad donde Mons. Boza Masvidal era párroco. De allí su amistad con él que lo acompañó toda su vida. Estudió en las Escuelas Pías de la Calle San Rafael de La Habana. Ingresó al Seminario en Cuba y le tocó emigrar junto con los otros seminaristas expulsados por el régimen de Fidel Castro. Cursó la filosofía en el Seminario de Valencia, España, a donde fueron enviados varios de sus compañeros. Otros, los ubicaron en el Colegio Hispano Americano de Madrid y otro grupo en el Colegio Santa María de Guadalupe de la Universidad Pontificia de Salamanca. En esos años tuvo ocasión de conocerlo y tratar al numeroso grupo de seminaristas cubanos que en la orfandad les tocó vivir aquellos duros años sin contacto ni noticias de sus familiares. Desde entonces cultivamos una amistad que nos unió hasta el presente. Al concluir la filosofía cursó dos años en Bélgica, pasando luego a Venezuela para estudiar la teología en el Seminario Interdiocesano de Caracas de 1966-1970. Fue ordenado sacerdote en Los Teques por Mons. Eduardo Boza Masvidal, su tutor y padrino, el 15 de junio de 1969.
Ejerció como Capellán del centro penitenciario La Planta, donde realizó un incansable trabajo con una gran entrega hacia los privados de libertad. También fue Rector de la Capilla San Andrés Apóstol, ahora parroquia, en El Placer de Baruta; párroco de La Ascensión del Señor, en Cumbres de Curumo, donde desarrolló un excelente trabajo, en la promoción de la catequesis y con los movimientos de apostolado. Allí lo recuerdan con cariño y agradecimiento. Posteriormente fue párroco de San Pablo Apóstol, en Colinas de Bello Monte, hasta que por motivos de enfermedad fue trasladado a la Casa Sacerdotal, donde falleció la mañana del domingo 3 de marzo de 2024.-
Con motivo de su fallecimiento se recogieron sentidos testimonios de sus hermanos sacerdotes. El Padre Jesús Enrique Hernández, del clero marabino, fue uno de sus compañeros en sus años de teología en Caracas. Años más tarde, siendo rector el P. Chulique del Seminario Interdiocesano de Caracas, escribió que iba con frecuencia a celebrar en Cumbres de Curumo donde fue atendido con gran cordialidad y amistad sacerdotal. Fue testigo de su brillante labor en la formación de sus catequistas y ocasión para recordar a los sacerdotes cubanos que han servido en nuestra patria, entre ellos el P. García Cuenca, Adalberto Zayas y el inolvidable Mons. Eduardo Boza Masvidal, agradeciendo a los actuales sacerdotes cubanos su entrega a nuestra iglesia venezolana. Gloria eterna para nuestro querido amigo el P. Aurelio Ferrin, concluye el testimonio del P. Hernández. Su sacerdocio lo ejerció en nuestra tierra con la que se consustanció hasta su muerte. Sus restos reposan en el panteón sacerdotal de la Arquidiócesis de Caracas en el Cementerio del Este. Descanse en paz.
8.- 11-3-24 (3495)