En Bélgica no pueden cubrir la demanda de exorcismos: «Hago tres por semana»
En el interior del Brabante flamenco, la abadía premonstratense del siglo XII de Averbode se erige como foco de una amplia producción cervecera, gastronómica, lechera e incluso editorial. Pero hace días que es especialmente conocida por su cercanía a un nuevo epicentro o foco de posesiones e intervenciones demoníacas. Uno de los sacerdotes y exorcistas cercanos a la abadía relató recientemente a la televisión pública flamenca de Bélgica, VRT, un alarmante incremento en la solicitud de ayuda y liberaciones que se plasma en hasta 3 exorcismos semanales. «Y no pasa un solo día sin que me lo pidan», agrega.
Junto a su labor pastoral, el sacerdote debe escuchar en su día a día a decenas de personas que relatan sus afecciones y discernir si son casos de posesión o de otra índole.
Admite que su caso no es excepcional. «Con frecuencia escucho que en otras parroquias difícilmente pueden cubrir la `demanda´» y como él, tienen que retrasar e incluso «rechazar» algunas peticiones de ayuda, pues los sacerdotes autorizados son una minoría dentro del general, mientras los casos no hacen más que aumentar: hablando de la abadía, VRT recoge que se realizan hasta 1.000 exorcismos cada año.
Con todo, coincide con la mayoría de exorcistas en que muchos de quienes solicitan su ayuda no están realmente poseídos, aunque si puedan estar afectados por algún mal.
«Son personas que están estancadas en su vida, que sienten que no pueden seguir adelante y achacan el problema a que están poseídas por una fuerza sobrehumana. Vivimos tiempos inciertos y la gente tiene menos certezas a las que agarrarse», comenta.
Opresión, influencia y obsesión: «Están aumentando drásticamente»
El del exorcista belga no es el único lamento por el incremento de la actividad demoníaca. Recientemente, informábamos sobre la ponencia que pronunció el teólogo y fundador de la Doloran Fathers Society, Chad Ripperger, en la icónica Catedral de San Patricio de la ciudad de Nueva York.
El sacerdote mencionó cómo los casos de obsesión diabólica «están aumentando drásticamente», así como la opresión o influencia, en referencia a ataques que «descomponen el cuerpo» y se manifiestan, por ejemplo, con «enfermedades carentes de explicación natural».
En este sentido, explica que mientras que cada vez son más los que hacen el mal y que «todo pecado mortal es una puerta abierta a la posesión», los miembros de la Iglesia son «menos santos» y eso refuerza la influencia del mal.
Así, explica que si antes de comienzos de los años 60 «el tiempo medio para liberar a alguien de la posesión total era de uno a dos días o quizás una semana»; desde entonces no es raro que el tiempo necesario para la liberación supere los dos años. “El mundo es mucho más malvado y los demonios son mucho más poderosos», agregó.
Roma amplia la formación
El exorcista belga admite su deseo de poder acudir a Roma a ampliar su formación en los cursos oficiales que se desarrollan en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum. Hace unos años que se vienen desarrollando con más frecuencia. Ya en 2018, exorcistas italianos coincidían en un incremento que llega a triplicar las cifras de años previos. Como declaró el exorcista de Palermo (Sicilia), Benigno Palilla, cada año se registran 500.000 presuntos casos en todo Italia. Y su opinión sobre el ascenso es similar a la de Ripperger: cada vez son más los que frecuentan magos, hechiceros o lectores de cartas y tarot en lugar de la Iglesia.-