Francia: los jóvenes católicos de Trappes no dudan en mostrar su fe en un entorno de amplia mayoría islámica
Famille Chrétienne ha publicado un amplio reportaje sobre Trappes, una localidad cercana a París donde los jóvenes cristianos desafían los estereotipos y demuestran su fe con orgullo en una comunidad mayoritariamente musulmana
Trappes es una ciudad ubicada en la región de Île-de-France, al oeste de París. Pertenece al departamento de Yvelines y se encuentra a unos 25 kilómetros de la capital francesa. Es conocida por su diversidad cultural y ha sido mencionada frecuentemente en discusiones sobre la integración social y urbana en Francia.
Precisamente en esa población la fe católica está experimentando un renacimiento notable. A pesar de los desafíos y la percepción negativa que a menudo enfrenta el suburbio, marcado por historias de radicalismo y desempleo, la iglesia de San Jorge, fundada en el año 1003, se erige como un faro de esperanza y unidad para sus 32,000 habitantes.
La parroquia de San Jorge no es solo un lugar de culto, sino un crisol de nacionalidades y culturas, con fieles de 45 diferentes nacionalidades que están presentes en una comunidad con un 70% de musulmanes.
Segun relata Famille Chrétienne, los jóvenes cristianos de Trappes son particularmente visibles y expresivos sobre su fe. «No tienen vergüenza de decir a sus amigos que son católicos», explica la Hermana Germaine, religiosa de la Congregación de las Hijas del Corazón Inmaculado de María, quien inicialmente se mostraba reacia a su entorno. Es la responsable de la pastoral juvenil en la parroquia:
«Nuestros jóvenes no tienen complejos. No les da vergüenza decirles a sus amigos que son católicos. Llevan rosarios, sudaderas de la hermandad o camisetas con las palabras ‘¡Amo a Jesús!’»
Además asegura que la participació de los jóvenes en actividades de la iglesia, como el coro Olé Coro y grupos de danza religiosa, es alta.
Esta comunidad católica ha desafiado las expectativas, no solo manteniéndose firme en su fe sino también creciendo en número y espíritu. «Los musulmanes no dudan en mostrarse, ¡nosotros tampoco!», declaró el Padre Étienne Guillet, destacando la resiliencia y el deseo de los jóvenes de vivir su fe abiertamente. La iglesia regularmente se desborda de fieles, con una edad media de 30 años y se producen muchos bautismos.
El compromiso de la Iglesia en Trappes con la formación y el apoyo a los fieles es fundamental. «La fe de nuestros jóvenes no viene de la nada. Tienen detrás a unos padres sólidos», afirmó el Padre Étienne. Además, programas de formación y eventos interreligiosos ayudan a los jóvenes a entender y articular su fe en un contexto predominantemente musulmán.
Trappes es por tanto un ejemplo de cómo la fe que da testimonio al mundo une a los fieles, proporcionando a sus jóvenes un sentimiento de pertenencia a una comunidad cristiana, independientemente de los desafíos externos.-
(FC/InfoCatólica)