Quién fue Alonso Andrea de Ledesma y por qué se le considera el Quijote caraqueño
“En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza y astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”.
Una década antes de que el escritor español Miguel de Cervantes Saavedra plasmara estas líneas en «El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha» y a más de 7.000 kilómetros de distancia, en la entonces incipiente Santiago de León de Caracas se desarrollaron unos sucesos que parecen salidos de alguno de los capítulos de la universal obra.
Los hechos tuvieron como protagonista a un conquistador español, de avanzada edad, llamado Alonso Andrea de Ledesma, quien se enfrentó solo a decenas de piratas ingleses que se abalanzaron sobre la hoy capital de Venezuela, para saquearla.
La misión suicida, con claros tientes de quijotada, ha hecho que con el paso del tiempo haya quienes afirman que el máximo exponente de la literatura hispana se inspiró en lo ocurrido en las entonces Indias (como entonces se conocía a las colonias españolas de América) para crear a su Alonso Quijano.
Para indagar sobre esto y sobre los hechos, no muy conocidos, la BBC conversó con historiadores y expertos en literatura.
La quijotada tropical
En mayo de 1595, 28 años después de la fundación de Caracas, el corsario Amyas Preston desembarcó por sorpresa en las costas de La Guaira (a unos 30 kilómetros al norte de Caracas). Preston era uno de los capitanes de la flota de Walter Raleigh y un importante miembro de la corte de Isabel I de Inglaterra.
Al enterarse de que el gobernador de la ciudad no se encuentra en ella, Preston decidió tomarla, asumiendo que estaría desguarnecida. Sin embargo, eso no fue así. Las autoridades fueron notificadas de la presencia pirata y armaron una tropa, integrada por soldados, hacendados e indios, para defenderla.
No obstante, los defensores cometieron un error y marcharon por el camino real (la principal vía que comunicaba a la ciudad con la costa).
Los piratas, por su parte, guiados por un español al que capturaron y que las crónicas identifican como Villalpando, tomaron otro sendero utilizado fundamentalmente por los indígenas y que era muy empinado, estrecho y peligroso.
El día 30 de mayo los hombres de Preston estaban a solo tres kilómetros de la ciudad.
En un intento por ganar tiempo y avisar a los defensores, los pocos hombres armados que quedaban en Caracas salieron a enfrentar a los invasores. Y entre ellos estaba Alonso Andrea de Ledesma, un conquistador y colonizador nacido en 1532 presumiblemente en la localidad salmantina de Ledesma, aunque también se sostiene que era originario de la extremeña ciudad de Trujillo, explica el historiador Juan Ganteaume, quien se ha dedicado a estudiar lo ocurrido en los siglos XVI y XVII.
El hombre “aunque de edad crecida (…) aconsejado, más por la temeridad, que por el esfuerzo, montó a caballo, y con su lanza, y adarga salió a encontrar al corsario, que marchando con las banderas tendidas, iba avanzando la ciudad”, relató el historiador neogranadino José de Oviedo y Baños, en su “Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela”, publicada en 1723.