Una amenaza en tu bolsillo
Inés Muñoz Aguirre:
Reconozco que duermo muy mal. El mínimo sonido en medio de la noche me despierta. Uno de los que me sorprende tiene que ver con el WhatsApp, porque es asombrosa la dinámica de los usuarios de esta aplicación.
¿Alguien se acuerda cuando nos comunicábamos a través del teléfono de CANTV? Nadie se atrevía a llamar a una “casa ajena” después de las nueve de la noche. Se consideraba una falta de respeto. Un repique después de esa hora asustaba, porque se asumía como una emergencia.
Esos límites se han perdido con la invasión tecnológica que derriba puertas y ventanas. No hay espacio ni tiempo que marque periodos lógicos. Todos escriben, preguntan, saltan, se enredan y desenredan a cualquier hora del día y de la noche.
Amigos, familiares y extraños, todos con el mismo derecho de invadir tu espacio cuando quieran.
Somos culpables. Difícilmente en la actualidad consigues a un inocente que diga sobrepasarse como consecuencia del desconocimiento. No importa, no hay razones, excusas, motivaciones, cuando esa rotura de los límites se ha vuelto una costumbre.
Una de las acciones más asombrosas del WhatsApp es …… Sigue leyendo aquí https://pasionpais.net/404-2/
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