Sobre Gramsci y su influencia en la revolución cultural de nuestro tiempo
Francisco Javier Vargas Galindo:
La filosofía de Gramsci está más vigente que nunca y es la base ideológica del Foro de Sao Paulo, ex OLAS (Organización Latinoamericana de la Solidaridad, ambas organizaciones creadas por el finado Fidel Castro). Ésta era partidaria de la vía armada para llegar al poder, en cambio, FSP., después del fracaso de la anterior, siguiendo a Gramsci, es partidario de la vía electoral, para lograr primero, el gobierno, y luego, a través de resquicios legales, plebiscito, Asamblea Constituyente, cambio de Constitución, “lavado del cerebro” con su revolución cultural (lleva su tiempo aplicándola), lograr el poder total controlando todas las Instituciones. Y es precisamente lo que pretendió la Sra. Michelle Bachelet y su combo.
El pensamiento de Antonio Gramsci (AG) entendió muy bien lo que Carlos Marx nunca logró materializar a través de su teoría revolucionaria sobre la lucha de clases: los desafíos para imponer una corriente marxista y establecer un cambio social, dentro de una constante confrontación ideológica y cultural.
AG “sostenía que ninguna ideología podía imponerse por la fuerza”, contrario a lo que sugería Lenin con sus bolcheviques comunistas, por ello, éstos lo combatieron tenazmente, posteriormente el siniestro Fidel Castro, cuando al abandonar su abusiva estadía en Chile, declara…” que se va más revolucionario que nunca….que la revolución armada es la única solución”.
Asimilando el axioma de Lenin: hay que sustituir el asalto por el asedio, Gramsci reflexionó sobre el mantenimiento del control político sobre la sociedad identificando dos vías de dominio. Una, directamente relacionada a la coerción física por medio de la fuerza; la segunda y la más crucial, un control ideológico a través del consentimiento social. De aquí germinará la catequesis de su término Hegemonía Ideológica. Ningún régimen podía auto-sustentarse sólo a través del poder organizado y la fuerza. En el largo plazo, necesitaba poseer apoyo popular y legitimidad para mantener su estabilidad. Aquí es donde la hegemonía ideológica entra en acción infiltrando a todo el sistema social a través de sus valores, actitudes, creencias y moral, provocando así un status quo dentro de las relaciones del poder y cimentando, a través del diario vivir, un consenso.
Para dicho fin, la instrumentalización de instituciones públicas como las iglesias, los partidos políticos, movimientos culturales, los medios de comunicación social, clubes y colegios contagiarían con el gramscismo a todos los miembros de la sociedad.
La transformación del capitalismo hacia el socialismo requería conquistar la participación popular, y la acción y liderazgo del hombre intelectual sería la manera de lograrlo sin violencia ni revueltas.
-AG. con su aguda percepción social logró discernir que las cosas más relevantes para las personas no eran la solidaridad social o el conflicto de clases sino más bien, su religión y su amor a la familia y a su nación. Por lo tanto, el primer paso hacia la dominación sería la alteración del sistema moral y filosófico imperante por más de 2 mil años en el mundo Occidental: El Cristianismo.
La ideología gramsciana debía sobreponerse a los patrones del milenario pensamiento cristiano, inculcado a través de las generaciones y adoptado incluso por aquellos no cristianos, logrando una “hegemonía cultural” a través de todos los órganos culturales a os cuales la sociedad se adhiere. Así se socavaría el conjunto de elementos que componen la cultura tradicional. Las iglesias se transformarían en clubes ideológicos acentuando los mensajes de justicia social e igualdad; el culto religioso debía sustraerse a prácticas más bien sociales y de entretención, y, la doctrina sería “modernizada” y disminuida a un segundo plano.
La educación gramsciana promueve un currículum “políticamente correcto” y los estándares académicos son reducidos dramáticamente.
Los medios de comunicación son orquestados para manipular y desacreditar a las instituciones tradicionales y a sus representantes. La moral, la decencia y las virtudes ancestrales son ridiculizadas sin respiro. Los miembros del clero más conservador son catalogados de hipócritas, ignorantes de la realidad actual, remilgados y como poco tolerantes. La familia es caricaturizada y se la analiza como una institución que somete a la mujer y a los niños.(Recuerden la Ideología de género, la propaganda de la píldora del día después, la falta de respeto a los padres, maestros y carabineros).
Por lo tanto, la cultura de una nación deja de ser una columna de integridad y de herencia histórica. Y sus figuras simbólicas y patrias deben ser sometidas a un agudo escrutinio por parte de los nuevos intelectuales que promueven un modelo de pluralismo social condenando a la cultura de raíz tradicional cristiana, repudiada por esta ideología como represiva, primitiva y segregadora.
Es bueno recordar la aplicación de este proceso de revolución cultural en Chile durante el gobierno de la UP. Allende 1970/73. Pero también debemos tener en cuenta como se adapta este fenómeno en el presente. En los 20 años de la Ex Concertación y sobre todo, en el desastroso gobierno de MB/PC/FSP., es increíble como ha aplicado la filosofía de AG.: El fin último del gramscismo hacer desaparecer de la memoria colectiva las costumbres y tradiciones del pasado permutando el sentido común y logrando que las personas pierdan, paulatinamente, el sentido de los trascendente. Basta recordar los intentos recientes de la izquierda criolla por desacreditar la figura de Arturo Prat, en sus obras de teatro y artículos de prensa; lo mismo con Portales, O´Higgins.
Comparto esta legítima preocupación. Actualmente la influencia de AG se manifiesta a través de las crisis de valores, crisis ante la autoridad, crisis sobre la identidad nacional, crisis ante la forma en que se lleva la vida. Una crisis que abarca todo el espectro intelectual, moral y político dentro de la sociedad civil y el Estado.
No es coincidencia que esto haya ocurrido en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Argentina, Nicaragua, Brasil, es decir, países integrantes del FSP. También esté ocurriendo en Rusia y en Turquía. Y ocurrirá en México con AMLO. y en España con Podemos.
En Chile, fracasaron gracias al despertar de los abstencionistas que reaccionaron al peligro que se consolidaran en el poder, sufragaron en esta última elección dándole la contundente victoria al Pdte. Piñera. En estos 4 meses el Comunismo Gramsciano ha tenido una oposición obstruccionista salvaje a este gobierno con el objeto de recuperar el poder. Pero no tendrán éxito, la Constitución vigente, el imperio de la ley, la autoridad y la mayoría ciudadanía informada, la clase media, no se dejará amedrentar.
Para terminar quisiera citar a Joseph Ratzinger -cuando era Cardenal -describe en su obra “Iglesia y Modernidad” los peligros que una sociedad enfrenta cuando sus líderes se someten a este tipo de revolución cultural: “Es posible que un Estado quede sometido a la merced de grupos de poder que convierten la arbitrariedad en ley, aniquilan de raíz la justicia y así, a su manera, crean una “paz” que, en realidad, es dominio”.-