Proclama del sector universitario en Guayana apuesta por un cambio político que reivindique a la academia
Mayor inversión para mantenimiento, equipos e investigación, son parte de las propuestas hechas por profesores y estudiantes universitarios de Guayana, quienes respaldan a Edmundo González Urrutia como la figura que puede representar la transición política en Venezuela
Profesores y estudiantes universitarios realizaron una proclama a favor de la candidatura de Edmundo González Urrutia, en pro de cambios en este sector, golpeado por falta de presupuesto, daños a las infraestructuras y una alta deserción profesoral y estudiantil.
“Hoy en Guayana, los universitarios, empleados, obreros, estudiantes de las universidades públicas y de las universidades privadas, estamos haciendo la proclama. El 28, todos vamos a votar por Edmundo. Necesitamos cambiar esa estrategia política que tiende a acabar con las universidades públicas y privadas”, manifestó Raúl Brito, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG).
En un eventual gobierno con Edmundo González Urrutia, Brito destaca como propuestas para el sector universitario “que haya democratización en las universidades, que se convoquen elecciones libres en las universidades públicas que están paralizadas, que se invierta el 7% del producto interno bruto como lo establece la ONU en las universidades públicas, que inviertan en los laboratorios, en la planta física, en los comedores, en las becas, y que haya capacitación al personal universitario”.
“No es posible que en 25 años, con la mayor riqueza que hemos administrado en todos los países del mundo, los universitarios de las universidades públicas no tengan transporte, no tengan comedor, no tengan becas, los laboratorios estén destruidos. Eso es producto de la desinversión”, agregó.
Retos de los estudiantes
Martín Medina, consejero de extensión de la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana, destacó que confían y creen plenamente en la academia y en la importancia que tiene para un país el reconocimiento de universidades públicas y privadas, ambas afectadas por diferentes problemas que generan el desinterés de muchos jóvenes por continuar sus estudios en educación superior.
“Ser estudiante en Venezuela es un reto, pero es un reto que nosotros los que estamos acá decidimos afrontar y vamos a seguir participando (…) confiamos en que después del 28 de julio las universidades privadas y públicas van a poder tener participación porque un país se levanta a partir de la formación académica, y es ahí donde está nuestro principal motor y donde nosotros damos nuestro voto de confianza”, expuso Medina.
Como futuro profesional de la ingeniería admitió que está en ese momento de decidir qué hacer con su profesión, si quedarse en el país o migrar.
“Mi mensaje para todos los jóvenes es que hay una elección que se aproxima. El cambio que va a traer la nueva presidencia es lo que va a hacer que podamos ejercer la ingeniería en el país, que podamos ser médicos en el país, que podamos ejercer la contaduría, la administración, que podamos ser abogados en el país, que podamos reconstruir todas las obras que están paralizadas, que podamos levantar cada uno de los procesos que se han acabado en el país”, afirmó.
Manuel Vegas, representante estudiantil de la Unexpo, hizo mención a las dificultades que le ha tocado afrontar como estudiante.
“Vivo en otro estado, se me hace complicado, es muy difícil, pero las ganas de ir adelante son más grandes que cualquier obstáculo”, aseveró.
Universidades en crisis
En la proclama cuestionan la ínfima inversión en planta física de las casas de estudios, desatención de los centros de investigación, desmovilización de los investigadores, desactualización o cierre de los laboratorios, suspensión de los planes de becas, y poca formación del personal docente.
“En cuanto a los estudiantes resulta evidente la disminución de los servicios de comedor, y la eliminación de rutas de transporte, lo que genera hacinamiento en las escasas unidades disponibles. Al personal administrativo lo agruparon en una sola ruta, lo que incrementa el tiempo para su traslado y alarga, innecesariamente, la jornada de trabajo, con el agravante del deterioro del salario y su bonificación, lo que acaba con los pasivos laborales y violenta el salario como parte de los derechos sociales”, dice el documento.
Allí mismo exponen la situación de fuga de talentos que hoy son parte se la diáspora venezolana.
“No es posible ofrecer educación de calidad con estudiantes desatendidos en sus providencias y con profesores con hambre y sin previsión social. No se puede buscar la verdad sin recursos para la investigación. No es posible vencer la sombra con zapatos rotos, sin apoyo tecnológico, sin equipos e instrumentos de trabajo y protección, sin sistemas de previsión y atención a la salud y sin sistemas para la promoción del ahorro”, destacan.
Por ello insisten en que la universidad venezolana demanda un acercamiento a la transformación tecnológica que vive el mundo y hacer sinergia reconstructiva.-