JGH en la pluma del Cardenal Quintero
En estos momentos en los que anhelamos su próxima canonización evocar testigos que desde tiempo atrás descubrieron en este singular personaje la presencia en carne y hueso de un auténtico seguidor de Jesús, debe ser ocasión para que nosotros hoy seamos los continuadores de su obra
Cardenal Baltazar Porras Cardozo:
Octubre es el mes del Beato José Gregorio Hernández. Cada día, a Dios gracias, surgen viejos y nuevos testimonios sobre la vida, obra y milagros del médico de los pobres. En esta oportunidad desempolvamos varios de los escritos del Cardenal Quintero que muestran la admiración y devoción que tuvo desde tiempo atrás el primer purpurado venezolano.
En 1953, prologó la “biografía del Dr. José Gregorio Hernández”, obra del Padre capuchino Gema. “El Doctor José Gregorio Hernández se destaca en la historia contemporánea de Venezuela con imponencia de montaña…al llegar a la página final, el lector no puede menos de exclamar: ¡Qué grande fue, en realidad, este venezolano! Y siente el deseo de que esa grandeza se vea proclamada aquí, en la tierra, por la suprema autoridad del Romano Pontífice en el esplendor de la canonización”.
“De la infancia al minuto de la muerte, la vida de José Gregorio Hernández fue un constante subir hacia la perfección. La ciencia y la santidad eran sus metas. Triunfó alcanzándolas…” “Para robustecer aun más esa misión apologética, el Señor le confió otra tarea: la de apóstol del bien ante el dolor, ardua tarea que él satisfizo con puntual exactitud… Se propuso saber mucho y lo consiguió, no para una vana complacencia personal, sino para ser siempre más útil a los necesitados”.
Durante la tercera sesión del Concilio Vaticano II, en octubre de 1964, se celebró en el Pontificio Colegio Pío Latino Americano, acto solemne en el centenario del nacimiento del ilustre médico trujillano. Cardenales, Obispos, Embajadores y alumnos del Colegio se hicieron presentes. “desde su niñez hasta ese instante, él no hará otra cosa que ir ascendiendo día a día por los arduos caminos de la perfección cristiana. Tanto sus colegas en la Universidad y en la profesión como sus discípulos, junto con el hombre de ciencia admirarán y apreciarán en él al varón de indiscutibles virtudes, y para todos ellos, el ejemplo de este sabio sinceramente creyente constituirá la mejor y más persuasiva lección de apologética que podrán recibir”.
“Se cumple hoy exactamente el centenario del nacimiento de este hombre extraordinario. Llega esta fecha en los momentos en que se celebra un Concilio que, entre otras cosas, ha esbozado la figura del apóstol laico… Por tanto, él podría ser un acabado modelo del apóstol seglar, según la mente del Concilio Ecuménico Vaticano Segundo”.
En estos momentos en los que anhelamos su próxima canonización evocar testigos que desde tiempo atrás descubrieron en este singular personaje la presencia en carne y hueso de un auténtico seguidor de Jesús, debe ser ocasión para que nosotros hoy seamos los continuadores de su obra, imitando sus virtudes, haciendo de la oración y el servicio al prójimo sin distinción parte integral de la vocación de ciudadanos y de creyentes dispuestos a ser razón de esperanza a un mundo que camina sin rumbo fijo. Beato José Gregorio, ruega por nosotros.-
20-10-24