Lecturas recomendadas

Adviento

 

Nelson Martínez Rust:

 

Con el paso inclemente de los meses se hace presente la solemnidad de la Navidad. Solemnidad que viene presidida por el tiempo de “ADVIENTO”.

Para el fiel cristiano se torna de suma importancia la celebración de la “Navidad”, ya que con ella se da inicio al cumplimiento de las profecías veterotestamentarias que afirmaban que, en la plenitud de los tiempos, Dios visitaría a su Pueblo, Israel, liberándolo del pecado y de la muerte. Este acontecimiento, iniciado con la fiesta de la Navidad, alcanza su culmen en la solemne celebración pascual de la pasión, muerte y resurrección del Señor.

De esta manera el tiempo de “Adviento” se nos presenta no solo como la preparación previa que debe seguirse para la celebración de la “Navidad”, sino que, además, nos enseña el sentido genuino que debe tener, guiar y mantenerse a lo largo de todo el “Año Litúrgico”: ‘Este conmemora y celebra a lo largo de todo el año la salvación traída por Cristo; pero también aviva la esperanza en el retorno glorioso de Jesucristo al final de los tiempos en gloria y majestad. Dicha venida implica que el cristiano debe estar vigilante a la espera de Cristo, el Señor. La fe de la Iglesia en este tiempo es: “Cristo vino, Cristo volverá al final de los tiempos, debemos preparar su venida”. Con meridiana claridad lo señala la teología liturgia de la Iglesia:

Quien al venir por primera vez

En la humildad de nuestra carne,

Realizó el plan de redención trazado desde antiguo

Y nos abrió el camino de la salvación;

Para que cuando venga de nuevo

en la majestad de su gloria,

revelando así la plenitud de su obra…”

(Prefacio I de Adviento)

El tiempo de Adviento muestra la espiritualidad que debe acompañar y orientar a cada cristiano en su vida de fe y en su actuar en la vida: Él – el cristiano – cree profundamente en la divinidad de Jesucristo y en su obra de redención; al mismo tiempo, siguiendo estos parámetros, organiza su vida, sabiendo que todo lo humano es pasajero y caduco, que no debe fijar su corazón en lo material y que con el retorno de Jesucristo se instaurar’a, de manera definitiva, “El Reino de Dios”.

Es interesante comprobar, mediante la liturgia, la vivencia que la Iglesia, desde los primeros tiempos, tuvo de lo anteriormente señalada. Por consiguiente, el adviento debe ser contemplado en dos momentos. Primer momento: Induce al cristiano a meditar en Cristo humilde y sencillo que se hace hombre en la pobreza y debilidad de un niño que necesita, para poder sobrevivir, el auxilio de unos padres – José y María -. De esta manera cumple las Escrituras y le abre el horizonte al hombre pecador de la salvación. Segundo momento: El cristiano debe estar preparado para la próxima venida de Cristo al final del tiempo. Cristo ha de volver, pero no ya bajo la figura frágil de un niño, sino “en la majestad de si gloriapara juzgar al mundo y establecer de manera definitiva su reino, que como enseña la liturgia, tiene por características el ser “un reino eterno y universal: el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz”.

(Prefacio III de Adviento)

El cristiano se encuentra “atrapado” entre estas dos venidas. Su vida se desarrolla entre estas dos coordenadas del tiempo y tiene, por vocación, el trabajar arduamente por terminar de construir este mundo, obra que fue iniciada por Dios-Padre.

Otro aspecto, muy propio del Adviento, es su referencia a María, la Madre de Dios. En efecto, María se presenta como la mujer que, en la obediencia a Dios-Padre, entrega a su hijo, Jesucristo, como expiación del pecado de Eva y se convierte en la mediadora de la gracia en favor del hombre pecador:

“La gracia que Eva nos arrebató

Nos ha sido devuelta en María

En ella, Madre de todos los hombres,

La maternidad, redimida del pecado y de la muerte,

Se abre al don de una vida nueva”

(Prefacio IV de Adviento)

El prefacio IV de Adviento finaliza la enseñanza teológica de este tiempo cuando invita a cada uno de los cristianos a alabar a Dios-Padre por medio de la obra realizada en favor de la humanidad mediante Jesucristo, su Hijo:

“Por eso nosotros,

Mientras esperamos la venida de Cristo,

Unidos a los ángeles y a los santos,

cantamos el himno de tu gloria”

 

Valencia. Diciembre 3; 2023

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