El Papa

«Estoy con ustedes»: Francisco escribe a los católicos de «la amada Iglesia en Nicaragua»

"Tengan la certeza de que la fe y la esperanza realizan milagros"

Bergoglio ha querido dirigirse a «la amada Iglesia en Nicaragua», en la que reitera «el cariño  que profeso al pueblo nicaragüense, que siempre se ha distinguido por un amor extraordinario a Dios,  al que ustedes llaman con tanto afecto Papachú»

 

«En los momentos más difíciles, donde humanamente se vuelve imposible poder  entender lo que Dios quiere de nosotros, estamos llamados a no dudar de su cuidado y misericordia»

 

Nicaragua se rinde a la Inmaculada Concepción de María, una de las fiestas más grandes de esta tierra martirizada y probada por el régimen de Daniel Ortega. Consciente de ello, y sabiendo que debe ser especialmente cuidadoso a la hora de utilizar el lenguaje, el Papa Francisco ha escrito una carta «al pueblo de Dios que peregrina en Nicaragua», en la que les recuerda que «estoy con ustedes».

Aunque el texto se cuida mucho de citar la situación que padece el pueblo y la Iglesia nicaragüense, Bergoglio ha querido dirigirse a «la amada Iglesia en Nicaragua», en la que reitera «el cariño  que profeso al pueblo nicaragüense, que siempre se ha distinguido por un amor extraordinario a Dios,  al que ustedes llaman con tanto afecto Papachú».

«Estoy con ustedes, especialmente en estos días que  están realizando la Novena de la Inmaculada Concepción», apunta el Papa, que piden a los nicaragüenses no olvidar la «Providencia amorosa del Señor, que nos acompaña y es la única guía  segura», especialmente «en los momentos más difíciles, donde humanamente se vuelve imposible poder  entender lo que Dios quiere de nosotros, estamos llamados a no dudar de su cuidado y misericordia».

«La filial confianza que tienen en Él y también su fidelidad a la Iglesia son los dos grandes faros que  iluminan su existencia», explica el Papa, que les insta a tener «la certeza de que la fe y la esperanza realizan milagros».

Centrándose en la celebración de la Inmaculada, el Papa desea que la fiesta «les obtenga el aliento necesario en las dificultades, las incertidumbres y las privaciones». «En esta  fiesta no olviden abandonarse en los brazos de Jesús con la jaculatoria “Dios primero”, que ustedes  repiten a menudo», subaya el pontífice.

«Quiero decirlo con fuerza, la Madre de  Dios no cesa de interceder por ustedes, y nosotros no dejamos de pedirle a Jesús que los tenga siempre  de su mano»

«Quiero hacerles llegar mi cercanía y la seguridad de que ruego incesantemente a la Virgen  Santa que los consuele y acompañe confirmándolos en la fe», asegura el Papa: «Quiero decirlo con fuerza, la Madre de  Dios no cesa de interceder por ustedes, y nosotros no dejamos de pedirle a Jesús que los tenga siempre  de su mano».

Francisco finaliza su carta haciendo un llamado a la oración, en particular la del Rosario. «Cuántas veces  incluimos en los misterios del Santo Rosario también nuestras propias vidas, con sus momentos de  alegría, de dolor, de luz y de gloria», explica el pontífice. «Recitando el Rosario, estos misterios atraviesan la intimidad de  nuestro corazón, ahí donde se cobija la libertad de las hijas y los hijos de Dios, que nadie nos puede  arrebatar. Cuántas gracias recibimos del Rosario, es una oración poderosa».-

 Jesús Bastante/RD

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