Mons Ovidio Pérez Morales: «La obediencia al mandamiento máximo del Señor exige una cuidadosa atención a sus implicaciones sociales»
RCL ha consultado opiniones cruciales en estos días definitorios. A partir de hoy, las llevamos a nuestros lectores con la esperanza de que generen reflexión, concientización y discernimiento...
P.- ¿Cuáles son, a su entender, los principales desafíos que nuestra realidad -que el Episcopado ha calificado de “moralmente inaceptable”- y que el pueblo decidió soberanamente reorientar, nos plantea como personas, como sociedad y como Iglesia, a partir de la etapa que comienza el 10-01?
R.- En exhortación del 12 de enero de 2017 el Episcopado señaló, sobre la crítica realidad nacional: “Muchas son las razones que han conducido al país a la actual situación. La causa fundamental, como lo hemos afirmado en otras ocasiones, es el empeño del Gobierno de imponer el sistema totalitario recogido en el Plan de la Patria (llamado Socialismo del Siglo XXI), a pesar de que el sistema socialista ha fracasado en todos los países en que se ha instaurado, dejando una estela de dolor y pobreza”. Totalitario, calificativo que no muchos se han atrevido a utilizar en el caso venezolano, significa voluntad de control total -económico, político, ético-cultural del Régimen, con respecto a la población. Esto significa: el ciudadano como objeto, no sujeto social, con el cual quienes tienen el poder se consideran habilitados para manejarlo a su antojo (“por las buenas o por las malas” …). El totalitarismo es peor que la simple tiranía, dictadura o autocracia. Es un “endiosamiento” del poder. El soberano ya no es el pueblo (ver CRBV 5), sino la cúpula gobernante.
P.- ¿Cómo valora las perspectivas (esperanza) de reconstrucción, refundación y dignificación humana y vigencia del Bien Común a la luz de la respuesta que da a la pregunta anterior?
R.- El Episcopado en repetidas ocasiones (por ejemplo en su Exhortación de 12.7.2021) ha planteado la necesidad de una refundación del país, ante el desastre a que se ha llegado. Entonces se dijo que para refundar “una de las más importantes tareas que tenemos pendiente los venezolanos, es volver a recobrar la fuerza de ser sujetos, recobrar la autonomía y la libertad como ciudadanos y como nación”. Pienso que refundar significa, como objetivo ineludible, reconstitucionalizar la República en la línea de lo que establece nuestra Carta Magna en su Preámbulo y Principios Fundamentales. Es retomar los valores humanos y cristianos básicos que inspiraron lo mejor de la historia patria. Refundar implica también, entre sus fines básicos: reencuentro nacional en fraterno pluralismo, retorno de los venezolanos forzadamente emigrados, re-situar al país en un sano tejido internacional.
P.-¿Cuáles cree que deben ser las prioridades de acción y qué iniciativas emprender como comunidad nacional y como Iglesia para evitar omisiones y encarar coherente y eficazmente lo expresado en las preguntas anteriores?.
R.- Es imprescindible entender que los componentes básicos del país (gobierno-oposición, sector oficial-sociedad civil, …) no pueden caminar como sobre rieles paralelos, sino propiciando acuerdos, que teniendo como norte justicia-reconciliación-solidaridad, se logren para los problemas soluciones efectivas y duraderas. Y entender que una sociedad mejor no se identifica con mejores cosas, sino, fundamentalmente con mejores personas, familias, grupos y comunidades, conjugando del mejor modo posible técnica y moralidad, eficiencia y calidad espiritual. Recordar aquello que leemos de Sófocles en su tragedia Edipo, Rey: “Nada son los castillos, nada los barcos, si ninguna persona hay en ellos”. Finalmente, en lo toca a la Iglesia, es menester entender que la obediencia al mandamiento máximo del Señor exige una cuidadosa atención a sus implicaciones sociales, de modo que la responsabilidad política (construcción de una buena polis) es irrenunciable para todo creyente. –