Opinión

El asunto de Damasco

 Miguel Truzman:

Un día como hoy 05 de febrero pero de 1840 se produjo un hecho de mucha trascendencia y muy poco conocido, que lleva por nombre el título de este artículo.

 

La situación que traemos al conocimiento público se produce tras la desaparición del fraile capuchino, el italiano Padre Thomás y su ayudante musulmán Ibrahim Amara.

 

Como consecuencia de estas misteriosas desapariciones, afloraron los conocidos prejuicios antijudíos del Cónsul francés en Damasco Ulysse Ratti- Menton, quien culpó directamente a los judíos de la ciudad, de no solo asesinar al fraile y su ayudante sino de haberlos utilizado para un ritual litúrgico.

 

Evidentemente no era un hecho inusual utilizar a los Judíos como chivos expiatorios de cualquier desgracia que ocurriera en el pueblo, ciudad o país, aquí lo extraordinario es que se trasladó al Medio Oriente un libelo de sangre que había sido prolífico en la Europa Medieval, en donde los casos más renombrados fueron por citar algunos ejemplos el de William de Norwich en la Inglaterra de 1144, en donde se acusó a la Comunidad Judía de Norwich sin prueba alguna de la desaparición del niño William, lo que se tradujo en el inicio de una narrativa judeofoba que se repitió durante los siglos posteriores en Europa.

 

Como el caso del niño Hugh de Lincoln en la Inglaterra de 1255 en donde se encontró el cuerpo del infante arriba citado y por su puesto se acusó directamente a los judíos de asesinarlo para un ritual con el objeto de obtener su sangre para la pascua judía, por lo cual fueron arrestados casi 100 judíos, ejecutados 18 y así podemos citar el caso del Libelo de Trento en la Italia de 1475, por la misma excusa ejecutando a 15 judíos,  este caso en particular catapulto el antisemitismo en la Europa Central, inclusive este niño fue venerado como San Simón de Trento hasta entrado el siglo XX.

 

Volviendo al caso que nos ocupa en cuanto a la introducción en el Medio Oriente de los libelos y prejuicios antijudíos, podemos expresar sin temor a equivocarnos, que el caso de Damasco no quedo confinado a las fronteras del Siria y que rápidamente se extendió a toda la región, potenciado en muchos casos por diplomáticos europeos que traian     consigo este flagelo venenoso que supieron inocular cuando se presentaba alguna penuria  en donde la figura del chivo expiatorio calzaba a la perfección para culpar a los judíos por circunstancias tan disimiles como la causa de una peste, el envenenamiento de un pozo de agua, la muerte o desaparición de un infante,  la mala fortuna, las malas cosechas, en fin, el abecedario es largo.

 

Esos prejuicios que iniciaron en Oriente Medio, por el caso de Damasco, los podemos ver reflejados décadas después, por líderes como Gamal Abdel Nasser quien lideró la nación Egipcia entre 1956 a 1970 y propicio varios conflictos con el Estado de Israel como el de 1956 en la Campaña del Sinaí, así como la famosa para Israel y desastrosa para este personaje en la Guerra de Los 6 Días.

 

Entre sus frases más virulentas hacia Israel y el pueblo judío, podemos citar: “Israel es una espina en el corazón del mundo Árabe, no descansaremos hasta eliminarla”. El Cairo 1965

“Nuestro objetivo no es solo repeler la agresión sino destruir a Israel”. Mayo 1967

“Egipto ha purgado a los elementos sionistas que traicionaron nuestra nación desde adentro”, ahí justificaba la expulsión de los judíos que habitaban Egipto desde hacía siglos, con una Comunidad prospera y cercana a las 100.000 personas.

 

Como vemos en la historia ese afán de la destrucción del  pueblo Judío y en la modernidad del Edo de Israel, “el Judío Internacional”, pareciera como único objetivo de vida de algunos personajes históricos o Grupos, lo vemos reflejado hoy con Irán y sus Movimientos aliados, cuyos objetivos son los mismos, destruir, desaparecer a Israel, un diminuto país de poco más de 20.000 kmt2 rodeado de 22 países musulmanes con grandes extensiones territoriales, que además poseen inmensos recursos petroleros, de lo cual carece Israel quien a fuerza de ingenio y creatividad ha desarrollado un portento en tecnología, agricultura, medicina, energía solar, energía hídrica, abastecimiento de agua potable a través de la desalinización de agua marina.

 

El verdadero genocidio que tanto reclaman los antisemitas no se produce por una        razón, porque Israel no tiene la más mínima intención de desaparecer a algún pueblo o país a pesar de tener la posibilidad militar para hacerlo, por el contrario los verdaderos genocidas, aquellos que no solo tienen la intención sino como Irán o Gamal Abdel Nasser,          la manifestación públicamente, desearían fervientemente, eliminar al Estado de Israel y porque no al pueblo judío, pero no tienen las herramientas para llevar a cabo tamaña misión.

 

Recordemos que los verdaderos nazis, aquellos que la aliaron con el régimen fascista, supremacista de la raza aria, fueron el Mufti de Jerusalén Amin al Husseini en la II Guerra Mundial, quien inclusive se llegó a reunir con Hitler en Berlín el 28 de noviembre de 1941, en donde declaro su deseo de que la solución final se extendiera a los judíos de Palestina y de todo el mundo Árabe, así como el mismo Gamal Abdel Nasser quien acogió y protegió a Alois Brunner un alto oficial nazi responsable de la deportación de más de 120.000 judíos a campos de exterminios y quien fungió  como de Gamal en técnicas de interrogatorio y represión en la década de 1960.

 

Esta crónica son solo unos pocos ejemplos de la evolución histórica de antisemitismo de la Europa Medieval al Medio Oriente, primero contra el judío y luego contra Israel que es el judío internacional.

Am Israel Jai.-

 

migueltruzman

@miguel_truzman_tamsot

miguelt585@gmail.com

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