Opinión

Parados con luz verde

Elías Farache:

Por primera vez desde el 7 de octubre de 2023, también por primera vez desde la creación del Estado de Israel, y también por primera vez desde antes de la independencia, Israel tiene luz verde para actuar en una disputa. Generalmente ha tenido luz roja. Cuando más, luz amarilla por corto tiempo. En vez de pasar a verde, la luz amarilla pasa a roja invariablemente. Fue así en 1956, en 1967 y en 1973, por citar los casos más emblemáticos cuando no se permitió a Israel terminar lo comenzado.

 

Pero la luz verde no soluciona el drama del momento. Decenas de rehenes, entre vivos y sin vida, desesperados los primeros y desesperados todos los familiares de vivos y muertos. En un país que se siente responsable y culpable. De haberse permitido la masacre del 7 de octubre de 2023, de no haber podido rescatar a sus ciudadanos de un calvario planificado y ejecutado con la mayor crueldad jamás transmitida en tiempo real, y con la complicidad que otorga las luces rojas encendidas por algunos, las condenas hechas a la contraparte que es víctima, el silencio estruendoso de entes como la Cruz Roja y tantas otras organizaciones de derechos humanos, no precisamente para judíos y menos israelíes.

 

Donald Trump y su administración parecen haber captado en una dimensión distinta la brutalidad y crueldad de los secuestradores y sus patrocinadores. A diferencia de la administración anterior, atiborrada de buenas intenciones y torpes acciones, los republicanos de nuestros días parecen diferenciar con mayor nitidez lo bueno de aquello que no lo es. En una muestra de sentido común, aquel que a pesar de describirse como común resulta muy escaso, se han atrevido a pedir la liberación inmediata de todos los secuestrados. Bueno, no es tan difícil llegar a la conclusión evidente cuando se tienen víctimas de un crimen como el secuestro y ejercen un chantaje con manipulaciones de todo tipo.

 

La presión de Donald Trump sobre las partes ha forzado que haya liberaciones parciales de rehenes a cambio de prisioneros confesos y convictos en cantidades fuera de cualquier proporción. Y aún medio de tal proceso, el mismo presidente americano ha señalado que el acuerdo vigente negociado por partes interpuestas no es justo, ni lógico. Entregas a cuenta gotas, en actos llenos de cinismo y crueldad extrema, transmitidos en vivo y en directo, retransmitidos en redes y demás plataformas. La muerte se celebra, el sufrimiento se exhibe sin pudor alguno como victoria ante impasibles espectadores e israelíes sencillamente traumatizados.

 

Israel, todos los estamentos de gobierno, de oposición, militares y civiles, derechas e izquierdas, prevén las consecuencias de sus acciones futuras, inmediatas ya. Abandonar el acuerdo de intercambio, porque sencillamente es incumplido, ridículo y cruel, significaría perder la posibilidad de recuperar a rehenes vivos, a cadáveres sin sepultura. Las imágenes de videos transmitidos en momentos de profunda conmoción y sensibilidad, mostrando rehenes que esperan su liberación, actos de entrega de secuestrados plagados de odio y temor, impulsan a correr cualquier riesgo con tal de tener a los secuestrados de regreso. Un deber moral y ético del estado.

 

Las celebraciones en las calles de Gaza, las condiciones exigidas, el cinismo mostrado y la liberación de cientos de futuros atacantes de israelíes y judíos, ponen a todos a temblar. Hay luz verde del principal aliado de Israel para terminar con el enemigo, desatar un infierno, pero Israel no se atreve a aprovechar esta luz verde.

 

Esta fortaleza ética de Israel es su debilidad mayor frente a la crueldad de sus oponentes. El rescate del secuestrado es una acción suprema en la tradición y en la ley judía. Se permite vender cualquier bien, incluso el sagrado rollo que contiene el Pentateuco, para salvar una vida en peligro. Hay varios ejemplos de esto en el Talmud. Los israelíes saben que liberar prisioneros significará que ellos volverán a sus andanzas, que el precio a futuro puede ser muy alto. Como lo fue cuando al cambiar a Gilad Shalit, en el millar que se liberó estaba Yahia Sinwar. Aún así, se insistirá en recuperar el máximo de rehenes, la intención es recuperarlos a todos. No se pasará, aun con luz verde.

 

El jueves 20 de febrero de 2025, un episodio escalofriante y milagroso tuvo lugar en Bat Yam y zonas cercanas. Explotaron autobuses sin pasajeros y se pudieron desactivar artefactos en otros. Este atentado sin víctimas se considera como perpetrado. De alguna manera, los explosivos llegaron a territorio israelí, y fueron colocados en las unidades de transporte. Imaginar que hubiera ocurrido de no haber sido descubierto hiela la sangre de todos. Sólo a la Providencia Divina se le puede atribuir el milagro ocurrido. Y es una triste y estruendosa advertencia acerca de lo que preparan y traman los enemigos de siempre. Reforzados o encabezados por los canjeados de ahora.

 

Parados con luz verde no significa debilidad. Significa establecer y considerar prioridades y riesgos. La luz verde está encendida ahora, lo que inmoviliza no es el semáforo, es la tremenda responsabilidad por las víctimas del 7 de octubre, por sus familiares, por todo un país doliente.

 

Israel está parado y con luz verde. Quizás, se olvidan algunos que ha cruzado incluso con luz roja…más de una vez.-

 

Elías Farache S.

23 de febrero de 2025

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