Entrevistas

Zavala: «La transformación de los Doce, hombres de carne y hueso con sus miserias, me conmueve»

«Los Doce» es su nueva obra, en torno a los datos históricos sobre los Apóstoles

Tras el gran éxito de Últimas noticias de Jesúsdonde presentaba las pruebas históricas sobre el Maestro divino, José María Zavala hace lo propio con sus discípulos, tan humanos. Ya está en las librerías Los Doce. Un retrato desconocido de los Apóstoles (Espasa), que combina los datos de la Historia con el análisis bíblico y teológico en torno a los doce pilares que eligió Cristo para fundar la Iglesia.

Una de las primeras cosas que sorprenden es que se sigue investigando sobre ellos y hay hallazgos muy importantes y muy recientes, como el de la tumba de San Felipe en 2011. Incluso en torno a los más conocidos de San Pedro y Santiago Apóstol.

-¿Podemos certificar científicamente que San Pedro está enterrado en el Vaticano y Santiago el Mayor en Compostela?

-Los restos óseos de San Pedro descubiertos en las entrañas de la Basílica de San Pedro en 1962 son, en efecto, los del príncipe de los apóstoles. La ciencia, una vez más, ha caminado de la mano con la fe para brindar a creyentes y no creyentes hallazgos arqueológicos que confirman la historicidad de los Evangelios; y en particular que Pedro, como Santiago y los otros diez apóstoles que protagonizan mi nuevo libro, son personajes históricos de carne y hueso.

»Respecto a Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y patrono de España, está demostrado que sus restos mortales conservados en la Catedral Compostelana son también los suyos. Una carta de Alfonso III el Magno, rey de Asturias (852-910), refiere incluso los milagros acaecidos en torno a la tumba: ciegos que recuperaron la vista, paralíticos que echaron a andar, demonios expulsados… Algunos monarcas se coronaron también junto a la tumba y entregaron donativos a la Catedral Compostelana a lo largo de la historia, mientras que algunos Papas concedieron privilegios… Son signos de autenticidad.

»Finalmente, si nos atenemos al estudio del antropólogo forense Fernando Serrulla realizado en 1991 y publicado treinta años después en la revista estadounidense Forensic Anthropology, de la Universidad de Florida, los restos de Santiago el Menor, hijo de Alfeo, y en concreto su cráneo conservado en la Capilla de las Reliquias de la Catedral Compostelana, no serían en realidad los suyos. Pero esa ya es una larga y fascinante historia contenida en el libro.

-El libro menciona grupos dentro de los apóstoles, alguno con parentesco con Jesús…

-Del mismo modo que existe una duplicidad en el nombre de los apóstoles (dos SimonesPedro y el Cananeo; dos Santiagos, el Mayor y el Menor; y dos JudasTadeo Iscariote), había en efecto tres grupos: seis pescadores, un labrador como Judas Tadeo y hasta un recaudador de impuestos como Mateo, el más instruido y rico de los Doce. Judas Tadeo, precisamente, era primo de Jesús y hermano de sangre de Santiago el Menor; Pedro y Andrés también eran hermanos, igual que Santiago el Mayor y Juan, apodados Boanerges (Hijos del Trueno) por Jesús.

José María Zavala, 'Los Doce' (Espasa).

José María Zavala, ‘Los Doce’ (Espasa).

-¿Fueron todos mártires?

-La transformación de los Doce, que eran hombres de carne y hueso con sus defectos y miserias, como cuando huyeron despavoridos del Huerto de Getsemaní, me consuela y conmueve. Más tarde, todos aquellos hombres excepto Juan, que muere centenario en la isla griega de Patmos, y Judas Iscariote, ahorcado en el Campo de la Sangre, alcanzan la palma del martirio.

-Y de formas a cual más horrible…

-Santiago el Mayor muere decapitado en Jerusalén por orden de Herodes Agripa, Pedro crucificado en Roma boca abajo, Bartolomé desollado en la Siria bajo soberanía persa, Andrés en la cruz decusada o en aspa cruzada en Patras, Grecia…

-¿Qué definía la afinidad de Jesús por unos u otros?

-Jesús siente afinidad por todos, incluido Judas el traidor. Cuando elige a los Doce lo hace para que prediquen el Reino de Dios y hagan incluso milagros en su nombre. Iscariote predica al principio y expulsa espíritus impuros. Cierto que lo escrito, escrito está, pero la figura de Iscariote está repleta de matices. No hay espacio ahora para abordar su fascinante figura. Juan se autodenomina en su Evangelio “el discípulo amado”, pero todos los demás también lo eran, empezando por Pedro, a quien Jesús elige como roca de su Iglesia; roca, por cierto, que se resquebraja cuando le niega tres veces antes de que el gallo cante dos, pero que se recompone luego y para siempre.

-Ha citado a Judas Iscariote. La gran pregunta sobre él siempre es: ¿por qué?

Juan Pablo II ya advirtió que nadie, sino solo Dios, puede asegurar a ciencia cierta su condenación. También es cierto que con su vil traición reunió muchas papeletas para viajar al infierno, pero nadie en esta tierra puede confirmar que esté allí. Judas, como decía antes, era al principio un discípulo como los demás, pero su comportamiento y su alma se torcieron poco a poco.

»Hubo un hecho insoslayable en esa metamorfosis: él aborrecía el “pacifismo” predicado por su Maestro, según el cual había que ofrecer siempre la otra mejilla y si era al enemigo, mejor aún. Judas, como otros seguidores de Jesús que dejaron de serlo, creían que como él era Dios y por tanto todopoderoso debía erigirse en el libertador del pueblo oprimido de Israel y acabar de una vez con todas las injusticias que los romanos cometían cada vez que apretaban su férula asfixiante sobre los inocentes.

»Todo ello con independencia de que lo escrito acabó cumpliéndose en su persona y que, de no haber sido él, otro hubiera desempeñado su mismo papel en la historia de la salvación.

-En el libro hablas de dos Pedros muy distintos, el de los Evangelios y el de los Hechos. ¿Qué los distingue?

-Hay dos Pedros diferentes: el de los Evangelios, que retratan a un hombre rudo, tosco, grosero a veces, que se deja vencer por el miedo tan humano a la hora de renegar de su Maestro; y el de los Hechos, donde aflora el predicador incansable, el hacedor de milagros en nombre de Cristo, el hombre de fe que ha estado a punto de ahogarse en el lago de Genesaret atenazado por el miedo y que muere ahora como un valiente con la fuerza de la gracia de Dios.

»Agustín de Hipona da en el clavo al ponerse en la piel de Jesús y elucubrar sobre lo que él pudo pensar de Pedro cuando lo eligió: “Dadme ese hombre y así se verá claramente que yo lo he hecho todo. Podría haber elegido al senador y al orador y al emperador…, pero estoy más seguro con el pescador”, escribe el santo.

'La vocación de San Mateo', de Caravaggio (c. 1599).

‘La vocación de San Mateo’, de Caravaggio (c. 1599), detalle.

-Es muy interesante cómo plantea la historia de la vocación de Mateo a partir del célebre cuadro de Caravaggio. ¿Qué ve Mateo en Jesús para seguirle de manera tan imperiosa?

-La conversión de Mateo es uno de los episodios evangélicos que más nos impresionan a Íker Jiménez y a mí, y sobre la cual hemos tenido oportunidad de hablar en alguna ocasión. ¿Cómo un hombre rico y tan mal visto por el pueblo judío como él pudo seguir a Jesús tras una sola mirada y una sola palabra: “Sígueme”? La respuesta que yo encuentro es que Jesús era mucho más que un hombre: era también Dios. ¿Qué líder ha sido capaz de persuadir de ese modo a lo largo de la Historia, sin coacción alguna, a una persona que está en las antípodas de sus creencias, como el publicano o recaudador de impuesto llamado Mateo? Ninguno, salvo Jesús de Nazaret. Esa es la verdad y ahí están los hechos que lo acreditan.

-A usted personalmente, ¿qué le ha aportado esta investigación desde el punto de vista espiritual?

-Me ha sucedido lo mismo que cuando investigué en su día la egregia figura de Jesús de Nazaret para componer Últimas noticias de Jesús: he aprendido mucho y me he dado cuenta de que, aun siendo católico practicante, ignoraba aspectos fundamentales relacionados con mi fe y con la historicidad de Jesús y de los Doce. La fe es un don y la ciencia alimenta también las creencias al presentar las pruebas fehacientes de que Jesús no es un mito ni una leyenda, como algunos todavía piensan, ni tampoco sus apóstoles. Son personajes históricos. “¿Quién es el personaje más importante de la Historia?”, me preguntaban recientemente tras sugerirme algunos como Napoleón Julio César. Solo me hizo falta responder con otra pregunta: ¿por qué estamos ahora en el año 2025? ¿Qué personaje deja una huella semejante durante veintiún siglos consecutivos, si no Jesús de Nazaret?

José María Zavala, en el estudio de su canal 'Refugio Zavala' junto con su libro más reciente: 'Últimas noticias de Jesús'.

-¿Tiene noticia sobre el impacto de «Los Doce»?

-He recibido ya cientos de mensajes de lectores, muchos de ellos no creyentes, pero fascinados con las figuras humanas de estos doce hombres con piedad.

»Los Doce es un instrumento para extender al gran público la vida y milagros de los apóstoles, y hasta ahora nadie ha quedado indiferente. El Grupo Planeta sigue apostando fuerte por estos libros y acaba de enviar ya a imprenta la segunda edición en menos de un mes, y la octava de Última noticias de Jesús. Los milagros editoriales también existen.-

Carmelo López-Arias

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